lunes, 27 de junio de 2011

FRAUDES...



Karl Doenitz, el sucesor de Adolfo Hitler, luego de su suicidio en el bunker de la Cancillería del Reich, escribió poco después sus memorias, en las que relata toda su vida desde sus remotos tiempos de grumete en la Kriegsmarine.
En un párrafo de su muy poco difundida obra Mi azarosa vida se refiere a su enjuiciamiento en Nuremberg.
Relata los pormenores de ese ominoso proceso, del que rescata el estoicismo de todos los imputados, con independencia de la admisión grupal de culpas, propias, compartidas e incluso ajenas.
Y sobre ello apunta:...si el miedo se apodera de alguno de nosotros ¿ porque no de todos ?.
Una semblánza de aquéllos infaustos días, con una frase a modo de acertijo o de autopregunta, tal vez.
Pero que no tiene dimensión temporal ó geográfica.
Ese temor reverencial, del que se conocen pormenores, todos los días, se ha apoderado del bastión de nuestra Sociedad, que debería de ser, el más fuerte, el más templado.
Y que no es otro que el aparato militar.
Quienes difunden, admito que de buena fé, las humillaciónes que tienen como directos destinatarios a nuestros Oficiales de las tres fuerzas, no hacen otra cosa, que sazonar el banquete de esta gentuza del gobierno, que no puede estar más que pletórica, con el resultado infalible de la política instrumentada, a fin de desterrar para siempre, el concepto castrense.
Lo que no pudieron convalidar con el terrorismo, cuando hacían detonar explosivos sobre una población desprevenida en los setenta, lo hacen ahora desde el poder y legitimados por el cinturón de la democracia.
Pero ello no nos conlleva hacia ningún hallazgo novedoso.
Ya que en esta Argentina sin sorpresas, lo único que experimentamos es un mecanismo de relojería, que está cronometrado para sepultar todo nuestro pasado, haya sido o no glorioso, pero que es definitivamente nuestro.
De todos los Argentinos, sin distinción.
Esta chusma gobernante, está en aras de consumar su plan, que no es otro que hacernos olvidar quienes fuimos.
Pretenden robarnos nuestra historia, bajo el disfráz de un nuevo "modelo", que el común de la gente lo adquiere por apatía y desinterés, no por convicción y menos adhesión a su anatomía.
Doy por sentado, que tenemos enfrente de nosotros, una biomasa que es de proporciónes incalculables, porque engloba a casi el 90% de la población.
Es el enemigo silencioso, que se alineará detrás de la Presidente, por esa contumacia colectiva, que nos viene desde antaño, con esa tristemente célebre frase que nos caracteriza: "Yo Argentino", y que comúnmente se utilizaba, para demostrar nuestra ajenidad e indolencia a algo que debería de apasionarnos.
En las próximas elecciones, no habrá ninguna batalla de ideales.
Sólo un acto masivo de sufragios, para el que el Poder está debidamente entrenado.
Que hará fraudes por doquier, como lo anticipa, entre otros, Rosendo Fraga.
Y dos serán las colosales razones para que aborden sus previsiónes, sin mayores complicaciónes.
La primera que la "olla de grillos & bolsa de gatos" que conforman la oferta comicial, es una suerte de burlesque.
Y la segunda, incluso más trascendente que la anterior, está dada por la circunstancia, que al inexistir un resguardo Militar, que debería de tutelar la legalidad del acto y el impedimento del dolo oficial, como está consagrado incluso constitucionalmente, no hará más que envilecer en todo su espectro, las maniobras fraudatorias de estos desalmados, que desean perpetuarse, hasta que el nieto más pequeño de Kretina, aún no nacido, esté en condiciónes de sucederla.
Nuestro derrotero, ése que tenemos delante de nosotros, es siniestro y estará, conforme transcurran los meses, plagado de desventuras para todo el Pueblo por igual.
Esta dirigencia opositora, que es de una estatura barrial, será la que aumentará considerablemente las posibilidades de estos atorrantes sin redención posible.
Si nos tomamos la molestia de analizar el contexto, ese principio de la ley de Murphy, está direccionado a repetirse.
Porque de un pueblo con mentalidad deteriorada, nada bueno y menos aún saludable, se puede esperar.
La oposición tampoco existe en lo periodístico, salvo alguna excepción como Fontevechia o algunos otros como Jorge Lanata, devenido en un tardío "arrianista".
El grupo Klarín, que se asoma ante la Sociedad toda, como el abanderado de la lucha por la indignidad, no lo es en lo absoluto.
Baste añadir, que el ciclo de Tinelli, ergo, el mayor anestesista de la pantalla televisiva, es empleado de ellos.
¿Con que ropa este Magnetto, puede autodenominarse como el némesis de este gobierno?.
Si por su señal se transmite esa payasada, que además y por "efecto derrame" alimenta a todos los canales de cable y aire por igual.
Lo hace porque es un monumental negocio, lo que atestigua que ese viejo adagio: "Por los principios hasta el fin" no lo conoce, ni tiene la más mínima noción de ello.
Magnetto y sus dos socios, se apoderaron de la voluntad de la viuda y nada tienen que ver con la persona de su fundador, el Dr Roberto Noble, que era un caballero y promotor de un auténtico Periodismo.
Ese matutino dejó de existir como una Tribuna, el día que Rogelio Frigerio y Oscar Camilión, abandonaron la redacción.
A partir de allí y hasta nuestros días, es solamente una usina de negocios.
Intentaron llevarse por delante al "bizco" y cayeron en el infortunio.
No representan a nadie más que a sus propios intereses corporativos.
El otro referente, esto es La Nación, tiene un poco más de decoro y equilibrio editorial.
Pero nada alcanza para combatir a estos malditos K.
Toda vez que una fuerza centrípeta, compuesta por políticos, empresarios y periodistas a sueldo del gobierno, atomizan cualquier hipótesis de augurio, aunque fuera con ribetes de tibieza.
Por todo ello, debemos alistarnos para observar como sovietizarán a la Gendarmería y a la Prefectura, retirándolas de su función específica de custodias fronterizas.
Para resguardar incluso, la inexistencia de radarización, que permitirá más ingreso de enervantes, con procedencia de Bolivia y Paraguay, con quienes deberíamos de haber roto relaciónes diplomáticas, hace más de una década.
Sin Fuerzas Armadas y con aventureros de ocasión como los que se están preparándo, no aguardemos otra cosa que un

OCTUBRE ROJO.

Atentamente,

Carlos Belgrano.-
laautopsiadelbicentenario@yahoo.com

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