jueves, 23 de junio de 2011

GARRÉ CON COLITIS


MUCHO RIESGO EN VÍSPERAS DE ELECCIONES
Ante la amenaza de acuartelamiento, se posterga el envío de Gendarmes al sur

El malestar de la Polícia frente a la orden del Ministerio de Seguridad que conduce Nilda Garré de reemplazar las comisarías de la zona sur de la ciudad por destacamentos de Gendarmería y Prefectura desembocó en una seria amenaza de acuartelamiento, cuyo costo político Cristina Fernández no puede soportar ahora y habría ordenado, por ello, postergar la medida para después de las elecciones.

El malestar de la Policía Federal y los jefes de esa fuerza afectados a las 8 comisarías que, por orden del Ministerio de Seguridad que conduce Nilda Garrá, serían conducidas por personal de la Gendarmería Nacional y de la Prefectura naval, devino en una seria amenaza de acuartelamiento que provocó un repentino cambio de planes.

En vísperas de elecciones, y en el marco actual, Cristina Fernández no podría cargar con el costo político de tal medida policial, por lo que habría dado la orden de postegar la medida hasta después de las elecciones.

En efecto, hasta hoy, ninguno de los oficiales superiores de esas seccionales había sido notificado sobre el proyecto desarrollado por la ministra. "Seguimos trabajando normalmente. Nadie nos comunicó nada sobre la posibilidad de entregar el mando de la comisaría", afirmaba ayer un jefe policial.

En cambio, desde el Ministerio habían especificado que las afectadas serían las comisarías 24ª de La Boca, 30ª de Barracas, 32ª de Parque Patricios, 34ª de Pompeya, 36a., de Floresta, 38ª de Flores, 22ª de Puerto Madero y 46ª de Retiro.

En la única de esas ocho seccionales en la que se había recibido una información concreta sobre esa medida fue en la comisaría con jurisdicción en la zona de Flores, donde el jefe de esa dependencia habría comenzado a pedir los expedientes que estaban para la firma ante la posible llegada de los gendarmes.

"No sabemos qué pasará con nosotros, hay mucha incertidumbre y malestar. Incertidumbre porque no sabemos cuál será nuestro destino y porque desconocemos si todas las investigaciones que encaramos seguirán adelante o deberemos abandonarlas cuando lleguen los gendarmes", explicó el jefe policial al diario 'La Nación'.

En otra comisaría, un jefe policial explicó que, según la información que había recibido, el proyecto apuntaba a reforzar los patrullajes con efectivos de la Gendarmería y de la Prefectura y no a cambiar el comando de las seccionales, tal como había ocurrido en 2002, cuando se registró la mayor cantidad de homicidios de la década previa a esa fecha.

En efecto, 'Página/12' publicó sobre esa versión que señala que sólo se agregarían efectivos de esas dos fuerzas, pero que se mantendría la presencia de la Federal.

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