jueves, 4 de septiembre de 2008

EL OLVIDADO......

San Martín el Prócer olvidado y/o recordado…?

por Nancy Hebe Castagnini de Estévez





Fue un hombre y muchos. Con respecto a San Martín los historiadores han tratado de circunscribirlo, de definirlo, de roturarlo, pero les ha sido hasta el momento una tarea difícil. Rojas dice de él: "… es un hombre envuelto en el misterio…"y agrega,"… hay aún algo que supera la visión genial y la acción heroica". Otros señalaron "la impresión de superioridad que emanaba de su persona, además de la presencia física y de la claridad intelectual". Sarmiento, Mitre, Busaniche, Capdevila han sido los artífices del la construcción historiográfica del Prócer que hoy tenemos, a las que se les suman otras como la de Levene quien dice: "No he procurado únicamente sumar nuevos papeles y organizar los datos recogidos, sino, (…), ensayo en ella una interpretación de San Martín o enfoque de la personalidad del general estadista, merecedor de renovados estudios,…", y más adelante agrega: "… No se debe aprisionar la historia de San Martín a rígidas formas circunstanciales, sino librarla de trabas y comprender sus ideales humanos, porque de otro modo se corre el riesgo de no situarse en la época palingenésica en que actuó y de convertir su imagen en figura convencional e impasible…".



Es más que un patriota, mas que un civil, mas que un militar heroico, es mas que un hombre, es todos ello, lógicamente deslumbra por su genio épico, pero la efigie su agiganta al recorrer su vida y penetrar su personalidad. Los gustos artísticos sanmartinianos, sus criterios y opiniones, su ponderación de la belleza, son aun ignotos y en consecuencia, no se ha valorado su incidencia en Libertador. Según Pacífico Otero: "San Martín solía decir que en caso de indigencia, dibujando marinas podía ganarse la vida…", a lo que agrega Mitre: "… San Martín repetía con frecuencia que la vocación de su juventud habían sido la marina y la pintura. Con ellas - continúa-, decía podría ganar su vida pintando paisajes de abanico…".



El coronel Federico Brandsen, dijo:"era más sensible que ambicioso". Mitre, confiriere a la Independencia Americana producto del Genio Sanmartiniano, distintos aportes y causas univocas y "unísonas", la militar, la política, la económica, la social y la cultural. El Libertador, amante y fundador de bibliotecas, antes y después de Maipo, piensa en ellas, sabe que ese ejercito de de papel, liberaría a los pueblos con la premura de un rayo, facilitándole el futuro a quienes disfruten de los libros. San Martín tiene su propia biblioteca, llega a Buenos Aires, con 34 años, el 9 de marzo de 1812, con su cargamento de libros, a los que les ha incluso les ha creado su ex libris, agregándoles su firma y sus anotaciones marginales. El general Espíndola dice: "San Martín constituye, sin duda, un caso notable en la historia militar universal, de un gran Capitán que desarrolló sus gloriosas campañas llevando consigo su "librería", a través de montañas, de campos y del mar". En su primer testamento de 1818 destina sus libros para la futura Biblioteca Mendocina, Raffo de la Reta aclara: "el iniciador de esa fundación" y "el primer y más importante donante, fue San Martín". Crea la de Chile, cediendo para ella los diez mil pesos que le había otorgado el Cabildo de Santiago luego de Chacabuco, la Biblioteca Nacional. A diez días de llegar a Lima, comienza la tarea importantísima de crear la Biblioteca del Perú.

La Gaceta del 16 de septiembre de 1822, dice: "A los progresos del espíritu se debe la mayor parte de la conservación de los derechos de los pueblos. La Biblioteca Nacional es una de las obras emprendidas para promover más ventajas a la causa americana". "La Biblioteca -dice San Martín- es destinada a la ilustración universal, más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia".



La Biografía del General San Martín, de Ricardo Gual y Jaen y Juan García del Río, (Ed. Londres, 1833), destaca las fundaciones sanmartinianas de las bibliotecas de Chile y de Perú. Nuestra Biblioteca Nacional de Buenos Aires, después de su muerte, recibe remitido por su yerno Don Mariano Balcarce, un baúl de libros, acompañado por una nota que dice: "… llenar los deseos e intenciones de mi señor Padre, (…), amigo de las letras, ( …), quien, (…), hizo en otra época obsequios de esta especie a Mendoza, Santiago de Chile y Lima.



Pero creo de suma importancia destacar la concepción que San Martín tenía de las bibliotecas, a las que considera centros irradiadores de cultura". Los centros culturales fortalecían el poder de las Independencias insipientes de América, éste era el convencimiento en San Martín.



A la Biblioteca Mendocina le llegó un instrumental científico que constaba de: sextante, teodolito, telescopio, pantógrafo, transportador y nivel.



En la "Gaceta del Gobierno del Perú", del sábado 16 de mayo del año 1822, se comenta la fundación de un museo, para que allí "se conserve, investigue y difunda el patrimonio arqueológico y artístico", el mismo dice: "Deseando el Gobierno establecer un museo nacional en el mismo edificio destinado a la Biblioteca no duda de que todos los ciudadanos amantes de la honra de su país contribuirán a enriquecerlo con cuantos objetos posean dignos de rareza... los venerables restos que nos han quedado de las artes que poseían los súbditos del antiguo imperio de los Incas, merecen reunirse en aquel establecimiento, antes que acaben de ser exportados fuera de nuestro territorio... Las pinturas clásicas, estatuas o bustos... serán admitidos con gratitud, o pagados a su valor de los fondos aplicados a la instrucción pública...".



En el año 1964, don Marcos de Estrada, en una disertación pronunciada en el Jockey Club de Buenos Aires, manifestó: "Una faceta poco conocida de San Martín fue su vocación artística que le llevó a pintar encantadores paisajes del Paraná. En el Archivo del Museo del Louvre se custodian dos cuadros al óleo, obra suya".



Sin duda fue un soldado, un héroe, un intelectual, o sea UN HOMBRE…



Lamentablemente en estos días algunos presenciamos atónitos, una involución conceptual, actitudinal y valorativa, de nuestra sociedad en su conjunto, refiriéndome especialmente a la preservación de nuestros iconos nacionales.



San Martín es un ejemplo claro, la Biblioteca Pública Central de la Pcia. De Bs., As., llevaba el nombre de "Gral. Don José de San Martín", (Calle 47 Nº 510, La Plata), por decreto Nº3449, del 23 de febrero de 1950, al Conmemorarse el Centenario de la Muerte del Prócer, firmado por el Gobernador de entonces, a días de Conmemorarse un nuevo Aniversario del paso a la Inmortalidad del Padre de la Patria, este año 2008, se decidió quitar el nombre del Libertador y reemplazarlo por el del genial escritor argentino Ernesto Sábato, lamentablemente hubiera sido mucho más beneficioso para la provincia y un acto de homenaje inmejorable para el intelectual brillante y sobresaliente de las letras argentinas, que llevara su nombre, una biblioteca de última generación en uno de los pueblos humildes bonaerenses que tanto necesitan y a los que la "democratización educativa sarmientina" aún no ha llegado.



Acto seguido, se presenta un proyecto en el Congreso de la Nación para trasladar los restos del Prócer de la Catedral al Cementerio de la Recoleta (¡?). Y otras discusiones sobre cuestiones iconoclastas siguen apareciendo como hongos todos los días.



Es muy preocupante la situación de actual de nuestra sociedad en pleno siglo XXI, enmarañada en un laberinto, (en términos borgianos), en busca presuntamente de los modelos, de los iconos nacionales, de los valores y virtudes que sirvan como guía…, sin duda equivocan el camino, no es desandándolo que encontrarán la respuesta a sus tantas preguntas, quizás fuera mejor construir sobre lo positivo del pasado un futuro mejor para el conjunto…



Lic. Nancy Hebe Castagnini de Estévez

Historiadora

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