lunes, 23 de febrero de 2009

LA PREGUNTA DEL MILLÓN



“El cambio recién empieza”. Es cierto, el cambio ya empezó. No es el cambio que prometía la entonces candidata Cristina, hoy Presidente formal de la nación; este es otro cambio. Un cambio no deseado por la pareja presidencial, pero provocado por sus resentidas políticas.
Por Malú Kikuchi
NuevoEncuentro 23/02/09

A los K, la tropa se les dispersa. La obediencia debida y la obediencia a De Vido, se resquebrajan por minutos. Todavía es un goteo, pero aumenta día tras día y amenaza con convertirse en un chorro imparable.
Todo empezó en marzo del año pasado cuando sacaron de la galera la malhadada resolución 125. Ahí nació la revolución del campo. Y detrás del campo se sumaron opositores todavía dispersos, ciudadanos disconformes, personas hartas del maltrato K, todos encolumnados en contra de la 125, convertida en símbolo.

La presión de la gente, mucha y amuchada, más la justicia del reclamo, comenzaron lo que hasta entonces parecía imposible: desobedecer una orden K. Primero fue en Diputados, parte de la tropa K, se rebeló. Felipe Solá y el radical K Daniel Katz arrastraron a 14 diputados en contra de la 125. A pesar de eso, el oficialismo se impuso por escasos 6 votos (5/7/08).

La presión de la gente aumentó. Los errores del gobierno se multiplicaron. El discurso violento y temible del ex y siempre presidente K frente al Congreso, actuó como detonante (16/7/08). Y en la madrugada del 17, con la presencia de los 72 senadores nacionales, la votación quedó 36 a favor de la 125 y 36 en contra.

El empate, ante la abrumadora mayoría de senadores del oficialismo, era de por si, un milagro. El histórico desempate del “voto no positivo” del vicepresidente Cobos, infligía a los K su primera y monumental derrota. A partir de ahí, nunca se repusieron, y todo fue “cuesta abajo”.

La crisis propia, la “made in Argentina”, sumada a la terrible crisis internacional, de la que parecen no haberse dado cuenta en el Ejecutivo, precipitaron los errores y permitieron que algunos políticos del Frente para la Victoria y algunos aliados K, revieran sus posiciones.

Carlos Alberto Reutemann deja el bloque oficial y acompañado por la senadora Roxana La Torre. El peso de Reutemann y el de su provincia (Santa Fe) significan un duro golpe para los K. Detrás del santafecino se van del bloque, el ex gobernador de Salta y actual senador Juan Carlos Romero y la senadora Sonia Escudero. Amenazan con irse Ramón Saadi (Catamarca) y el radical K (ex gobernador, hoy senador) Pablo Verani (Río Negro). Si se van 3 senadores más, los K pierden el quórum propio en el Senado.

Ya se les fueron los ex radicales K, gobernadores Arturo Colombi (Corrientes) y Morales del Corral (Catamarca). La izquierda hace un tiempo que abandonó el calor oficial: Jorge Ceballos, Miguel Bonasso, Aníbal Ibarra… Se habla de otras deserciones a futuro. Se susurran nombres, se rumorean nuevas alianzas. El libro de pases está abierto.

Los opositores se agrupan por afinidades y por broncas. El panorama de la oposición comienza a ordenarse. Todavía no está del todo claro, hay nubosidad y posibilidad de lluvias, pero el clima político promete mejorar para octubre. Al mismo tiempo…

El gobierno de los K guarda todavía una considerable cuota de poder y a pesar de todos los vaivenes económicos y gracias en gran parta al despojo de los ahorros de los aportantes a las estatizadas AFJP, tienen caja.
Y como dice Lilita Carrió, K mantiene un enorme poder de daño. Nada está perdido, nada está ganado.

El día D para Argentina será el lunes 26 de octubre 2009. Hay 3 escenarios posibles.

1) El matrimonio presidencial hace una brillante elección y todo sigue igual, probablemente peor para las inexistentes instituciones, con más revanchismo y más autocracia. La glorificación del pensamiento único. Escenario muy poco probable, pero no imposible.

2) La pareja presidencial pierde en las ciudades y pierde en las provincias grandes; gana en el conurbano y en las provincias chicas. Casi un empate a favor del gobierno. Los K lo manejarán a través de los medios adictos (demasiados), como un gran triunfo y todo será más de lo mismo, aunque siempre un poco peor. Hoy, el escenario más probable.

3) La oposición se afianza, crece y a pesar de la caja y el poder oficiales, usados indebidamente para las elecciones del 25/10/09, gana la pulseada y le rompe el quórum en las dos cámaras al gobierno. Escenario poco probable, pero no imposible.

Y acá viene “la pregunta del millón”, ¿qué hacen los K, en particular él, en el tercer escenario? La lógica republicana diría que después de masticar la bronca, se tendrían que sentar con la cabeza fría y el corazón en ascuas, a contabilizar errores pasados y ver la posibilidad de corregirlos. Tendrían que llamar a la oposición triunfante y empezar a hacer política en serio, con mayúsculas, tendrían que negociar y aceptar que la república tiene 3 poderes independientes entre sí, y que tienen que cogobernar.

En ese hipotético caso, Argentina volvería a ser una República, el Poder Legislativo liberaría al Poder Judicial del arbitrario manejo del Consejo de la Magistratura, y por primera vez en años, la Constitución Nacional dejaría de ser un cuento para niños que nadie lee ni intenta cumplir.

Pero las personas se conocen a través de sus acciones. Decía Jesús, “por sus frutos les conoceréis”. Y los frutos K, no se han caracterizado por aceptar lo que les es adverso, más bien han reaccionado con furia, descontrol, revancha y violencia (hasta ahora sólo verbal, más algunos escraches digitados). Kirchner tiene bien ganada fama de jugador político, siempre redoblando la apuesta, y hasta ahora no le ha ido mal.

Vuelve “la pregunta del millón”, ¿cómo reaccionaría Kirchner el lunes 26 de octubre 2009, si perdiera las elecciones y con ellas el control del Poder Legislativo, por lo tanto también el control del Poder Judicial?

¿Aceptación republicana? ¿Helicóptero? ¿O…?

Se aceptan sugerencias y respuestas.

Fuente: Notiar

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