MEDIDAS DESESPERADAS

EL GOBIERNO ENSAYA

AUDACES MEDIDAS PARA SALVARSE

Por Carlos Manuel Acuña


En las entrañas del desfalleciente poder kirchnerista, se tejen en estos momentos de incertidumbre una serie de medidas desesperadas para tratar de encontrar una salida política que le permita aguardar con esperanza las elecciones de octubre.

Sin embargo, el aislamiento en que por vocación e incapacidad está colocado el Estado Argentino, la proximidad de las nuevas sesiones parlamentarias encuentra al gobierno cuestionado internacionalmente por el intento de blanqueo de capitales que para los analistas locales y extranjeros no tiene otra explicación que la legalización de fondos cuestionables desde todo punto de vista, tanto que las conclusiones que se mencionan relacionan la iniciativa con la existencia de capitales negros provenientes del narcotráfico, lo que incorpora un nuevo y peligroso componente al escenario político e institucional.

No obstante, acuciado por las necesidades financieras y el particular punto de vista con que se maneja desde Olivos a una economía vapuleada por la incompetencia y la desinformación de los protagonistas oficiales, Néstor Kirchner insistirá en este rumbo y para ello ha pensado en una serie de medidas políticas que ya comenzó a instrumentar para tratar de asegurar su supervivencia.

Un primer paso consiste en presionar mediante severas acciones públicas y escandalosas la renuncia del vicepresidente Cobos, para lo cual el ex (¿ex?) guerrillero y ahora diputado nacional Carlos Kunkel, lanzó la primera piedra. Esto será seguido de una intensa campaña mediática que enlazará la maniobra con otro objetivo también prioritario: la renuncia del salteño Juan Carlos Romero - ex compañero de la última fórmula presidencial de Carlos Menem - a la vicepresidencia del Senado de la Nación. Estos pasos obedecen a la posibilidad de que la presidente Cristina Fernández de Kirchner sufra un colapso psicológico y concrete unilateralmente su alejamiento del Sillón de Rivadavia, una posibilidad no descartable y que sería el telón de fondo de las complejas maniobras urdidas por su marido, el virtual presidente en ejercicio. Al respecto, también se especula en la cúpula oficialista con que un eventual alejamiento histórico de Cristina aporte un nuevo espacio y una expectativa política centrada en que Néstor sería candidato legislativo en primer término por la provincia de Buenos Aires y de allí, podría saltar mediante una adecuada garrocha política a un inédito acceso al poder para completar el período.

Lo que dejamos dicho es algo más que una simple especulación, pues este juego - ¿como llamarlo de otra manera? - implicaría el respaldo al presidente provisional del Senado, el médico Pampuro, una figura absolutamente dependiente de los deseos del dúo presidencial. De esta manera, el audaz proyecto urdido en la quinta de Olivos, convertida ahora en el centro del poder en reemplazo de la Casa Rosada, dejaría expedito el camino sucesorio en la figura de Juan Carlos Marino, hoy vicepresidente 1° del Senado, seguido por la vicepresidente 2° Liliana Negri de Alonso, quien de esta manera ha visto fortalecidas sus apetencias protagónicas en este escenario tragicómico. Si bien la lealtad de Marino ofrece aristas dudosas, Néstor K. considera que cuando llegue ese rebuscado e hipotético momento, el senador no resistirá a las humanas tentaciones del caso y servirá a los fines de este plan signado por una audacia sin límites y, agreguemos, por una ausencia de realismo pese a la falta de reacción que caracteriza a las actuales dirigencias argentinas.

Lo que dejamos comentado tendría otras medidas complementarias como, por ejemplo, cambios en el gabinete que incluirían al ministro de "Sensaciones", el jefe de gabinete Aníbal Fernández pese a ser uno de los promotores de la idea del blanqueo de capitales y centralizar en su persona las mayores sospechas relacionadas con los verdaderos fines .

De todos modos, según nuestras fuentes el destino final de Aníbal Fernández no estaría todavía resuelto y podría sobrevivir junto con Alicia Kirchner (obviamente), Carlos Tomada por el papel que desempeña en el compromiso con los popes del sindicalismo y De Vido por la íntima y dependiente relación con su jefe indiscutido, Néstor, especialmente en lo que se refiere a los grandes negocios que, se asegura, forman algo así como un gran telón de fondo determinante de los máximos esfuerzos para sobrevivir en la debacle.

En cuanto al formalmente ministro del Interior, Florencio Randazzo, ya reprendido severamente por Néstor por no haberse percatado de la rebelión incubada entre los gobernadores que no quieren quedar atados al derrumbe, podría eventualmente mantenerse en el cargo por el simple hecho de que el kirchnerismo no le encuentra reemplazante.

Por supuesto, para que todo esto suceda el gobierno debería sortear graves dificultades que crecen hora a hora y entre ellas, la más importante que es darle una respuesta acertada a los insistentes reclamos de la totalidad del angustiado sector agropecuario que, para sobrevivir, no dará su brazo a torcer y se prepara para una nueva arremetida en defensa de sus derechos y de la posibilidad de mantener activa la principal fuente de producción de alimentos y divisas que tiene la Argentina. De allí, que el informe que hace unas horas suministramos a nuestros lectores sobre este tema crucial, destacó que ésta es una semana decisiva para el problema que pese a todas las evidencias, el kirchnerismo no supo o no quiso ver en su verdadera dimensión y profundidad. Precisamente, cuando pase esta "tormenta perfecta" - título de una elocuente versión cinematográfica - quedará para los anales históricos el trascendente desempeño del campo en esta verdadera emergencia política que ha ingresado en lo institucional.