jueves, 10 de junio de 2010

OPERATIVO ROMANCE




por Ricardo Medrano
ricardo.g.medrano@hotmail.com

Es una situación desagradable, aunque desgraciadamente muy común, ver como los políticos retrucan sus palabras pasadas, diciendo una y otra vez lo opuesto a lo que vinieron manteniendo durante largo tiempo.

Las campañas políticas tienen eso, hay un encubrimiento premeditado de las ideas reales por las que se estiman deseadas, hay un juego soterrado de engañar al oyente con la sóla intención de convencer nuevamente, sobreestimando, como siempre, la inteligencia de la gente.

Para muchos parece que fue ayer cuando el Gobierno nacional en una de sus tantas muestras de ceguera autoimpuesta desencadenó una guerra sin precedentes y sin cuartel contra el corazón productivo nacional y primera fuente por excelencia de riqueza argentina, el campo y su gente.

Por esos días aparecieron las caras más feroces del entramado kirchnerista, frases como "piquetes de la abundancia", "agrochantas", "golpistas" y demás exabruptos dominaron durante demasiados días los discursos oficiales, hasta terminar con aquella amenaza lapidaria lanzada por el mismísimo Néstor Kirchner quien aseguró que pondría a todo el sector agroindustrial "de rodillas".

Las imágenes de campos quemados, de banderas argentinas en las rutas hasta terminar con aquel multitudinario acto frente al río Paraná en la ciudad de Rosario significaron la primer derrota sufrida por el matrimonio presidencial, quienes acostumbrados al avasallamiento se encontraron con un pueblo unido que dijo basta.

Si bien da la sensación de que ha pasado mucho tiempo desde aquel entonces, la verdad es que no fue tanto, en particular para todas esas personas anónimas que trabajan todos los días generando riqueza verdadera, ya que sufrieron la sordera de las autoridades y la presión indiscriminada de estamentos gubernamentales.

Los días siguieron corriendo, el índice de aceptación de los Kirchner siguió bajando y la cercanía del 2011 obra los milagros que la razón no pudo.

Los primeros cambios de postura se hicieron evidentes en el discurso de Cristina donde reconocía la importancia del campo en la economía nacional y ahora es el momento de Néstor para enhebrar mentiras, en las declaraciones hechas ayer en Salta el primer caballero, reconoció la inconmensurable labor de todas esas personas que día tras día trabajan la tierra.

Como no podía ser de otra menara se adjudicó la autoría intelectual de la bonanza vivida por el sector, como si él fuera el responsable de la devaluación del peso y de la subida sin precedentes que tuvieron las materias primas en los mercados internacionales.

Los políticos por regla general son amigos, sino de las mentiras, por lo menos de las inexactitudes, y esta es una tendencia que se agrava con la cercanía de los comicios, es responsabilidad de los votantes hacer un serio ejercicio de memoria y no permitir un nuevo engaño perpetrado con palabras dulces. Hay que recordar que cuando al pueblo lo engañan una vez, es culpa del engañador; cuando lo engañan por segunda vez, es responsabilidad exclusiva del engañado.

No hay comentarios: