martes, 9 de noviembre de 2010
CORRUPCIÓN Y FALTA DE PODER
Entre la corrupción y la falta de poder
Por Carlos Manuel Acuña
El gobierno continúa con el montaje de una propaganda para reubicar a Cristina con poder político y capacidad para maniobrar en estos difíciles momentos. Se buscan fondos que sólo administraba Néstor, quien habría adquirido el tesoro del Banco de Santa Cruz cuando lo vendió Eskenazi. Relación con los fusiles AK47 con las FARC y los mapuches revoltosos. Hay chilenos comprometidos. Empresarios vinculados con las investigaciones sobre lavado de dinero que fueron reveladas por Página 12, formarían parte de una trama importante conectada con Chávez. Al conocerse el secreto surgieron sensibles molestias norteamericanas pero habría primado el interés por afectar la acción política de F. De Narváez.
Desde muchas semanas atrás anunciamos que la salud de Néstor Kirchner hacía peligrar su vida. Pocos nos creyeron y ahora quienes comentan el caso lo califican de inesperado y hacen hincapié en que los problemas políticos que estallaron a partir del infarto múltiple y fatal obedecen a lo “sorpresivo del suceso”. Lo mismo ocurre con otros temas que, si bien eran conocidos, ahora quedan atados a esa muerte y se relacionan directamente con el escándalo que produce el manejo de las “cajas” que son una parte significativa de los problemas que comentamos. También lo dijimos cuando apenas concluía el velorio en la Casa Rosada, con el agregado -tal cual ocurre ahora- de que el ex presidente era el único que sabía del manejo de esas dádivas que administraba como una fórmula de premios y castigos para controlar lealtades y apretar a los díscolos que podían causar problemas. Ahora -y algo de esto se comentó detalladamente en la última entrega de esta Hoja- los beneficiarios de esos pesos intentan por todos los medios posibles retomar el perdido ritmo de sus cobranzas. Las caras compungidas de Luis D’Elía y otros personajes de igual calaña se explican por esta circunstancia que puede profundizar disidencias y debilitar alianzas o apoyos que formaban parte del castillo de arena montado por un Kirchner que no entendía otra forma de hacer política, es decir, mediante la administración ensobrada de los recursos que aportan al Estado quienes pagan sus impuestos.
No obstante esta realidad, la intensa campaña que es pagada religiosamente apunta a convertir al muerto en una especie de estadista querido por quienes concurrieron al velorio y sus exequias mediante colectivos especialmente contratados, el sandwich de milanesa y los tentadores 250 pesos que se entregaban al final de las concentraciones y contribuían a las sonrisas que alejaban el empeño de introducir muestras de tristeza en la ceremonia.
Mientras tanto, la campaña prosigue con intensidad. El objetivo es identificar a Cristina Fernández con el falso prócer y de paso, permitirle el anuncio de que “se profundizará el modelo”, una entelequia imposible de definir, excepto la faceta corruptiva que se extiende sobre una sociedad enferma. Tanto es así, que concejales de Caleta Oliva, en la provincia de Santa Cruz, no dudaron en olvidarse de un plumazo de nuestros muertos ilustres a cuyos camaradas heridos y derrotados, como lo hacen los grandes pueblos, no se los esconde, no se los repudia sino que se les rinde homenaje por haber luchado por su Patria. Sin olvidarnos de esa circunstancia, volvamos a los políticos santacruceños que resolvieron convertir el monumento a las víctimas heroicas del General Belgrano en un homenaje a Néstor Carlos Kirchner, lo que da una idea apenas aproximada del grado de deterioro moral y la ausencia del sentido de pertenencia por el que atraviesan muchos argentinos. El tema es demasiado triste e indignante para proseguir con su tratamiento, aunque cabe repetir que respaldamos a los compatriotas que se empeñan en rectificar la ofensa, lo que no se hace desde el campo político. Lo mismo podemos decir de quienes desean retirar el monumento del general Julio Argentino Roca levantado en el centro de Bariloche, olvidándose que fue quien fijó definitivamente las fronteras de nuestro territorio.
En coincidencia con el aspecto geográfico de esta cuestión, digamos que ahora se sabe lo que igualmente anunciamos desde estas páginas: la pretendida rebelión mapuche con la toma de establecimientos y ataques armados contra personas y bienes -lo que también comentamos reiteradamente apenas apareció el conflicto- es un asunto vinculado estrechamente con la estrategia extremista que registra un rebrote paralelo a los fracasos que acumulan los regímenes progresistas en el continente. Por cierto, no es como en los setenta en la Argentina o la violenta aparición poco antes en el Brasil y otros países, pero las ideas fuerza se repiten y tratan de avanzar a caballo de situaciones artificialmente creadas para alterar el escenario estratégico. Si no hay respuesta, la cuestión crece y genera un polo crítico que debe atenderse y precisamente eso es lo que sucede aquí, donde los responsables de administrar juegan preferentemente a los enfrentamientos partidarios y se olvidan de gobernar.
En tal sentido, debemos insistir en que las famosas computadoras de Reyes -el jefe de las FARC que fue abatido por los colombianos en territorio ecuatoriano- continúan bajo estudio y aportan informaciones extraordinarias. Entre ellas, que los chilenos extremistas, que fueron descubiertos en su país mientras preparaban acciones violentas, estaban conectados o dirigidos por otro chileno llamado Manuel Francisco Olate, con nombre de guerra “Roque”, de quien hay fotografías obtenidas en la selva colombiana con uniforme de combate. Lo interesante es que al igual que las revelaciones de las computadoras de Reyes, “Roque” también está conectado con elementos mapuches, con el agregado de que negociaba para venderles una tonelada de fusiles AK47 a las FARC o a los organizadores de los mapuches activistas con oficinas en Londres, digamos de paso. El tema nos trae a la memoria el denunciado cargamento de estos excelentes fusiles rusos de asalto en las cercanías de Tres Arroyos, sin lograrse información alguna que lo confirme pero tampoco desmentidos. Mucho menos se aclaró cómo habrían ingresado en el país y cuál sería su destino, un interrogante que ahora se amplía a los intentos mapuchistas, por así llamarlos, y que a partir de ahora merece rápidas aclaraciones por parte de nuestro gobierno (también por así llamarlo).
Mientras tanto, ahora vino a saberse que las noticias difundidas en nuestro país sobre el reclamo norteamericano a través de la FINCEN, el organismo que evalúa el problema del lavado de dinero, es un asunto de relativa vieja data, pero que ahora, para disgusto de los norteamericanos, que llegaron a la conclusión de que no pueden compartir secreto alguno con nuestros funcionarios, salieron a la luz gracias a una infidencia del diario oficialista Página 12. Algunos relacionan este asunto con la influencia que el agente de inteligencia Horacio Verbitsky posee en ese medio pero también con la que ejerce en la Casa Rosada, lo que promete convertir a este caso en un nuevo escándalo de notables alcances. Entre los involucrados en el lavado -un asunto estrechamente ligado con el narcotráfico- está un tal Marc Rich, importante billonario de nacionalidad norteamericana pero nacionalizado español. Este empresario estuvo procesado por evasión fiscal y otros delitos, al igual que varios otros comprometidos con este problema, y entre ellos, el gobierno venezolano, pues Rich se dedica especialmente a los negocios petroleros, lo que relaciona a la corrupción con el mundo de la droga y sus conexiones con la Argentina, es decir, toda una trama compleja, difícil y de carácter internacional.
Dentro del mismo marco de anomalías ha surgido otro tema con el que volvemos a la muerte de Néstor Carlos Kirchner. Según se ha dicho en fuentes responsables -algo de esto trascendió hace un tiempo- el ex presidente y diputado nacional recibía mensualmente varias valijas de los llamados barones del conurbano y de otros orígenes, cuyo contenido era minuciosamente guardado en El Calafate u otros lugares del sur argentino, lo que aporta una buena dosis de misterio y da pie a toda clase de comentarios, pues sólo Néstor sabía dónde se guardaban esos fondos destinados al manejo político del kirchnerismo.
Pero aquí no termina este asunto, pues igualmente se comenta que cuando Eskenazi vendió el Banco de Santa Cruz, Néstor adquirió lo que se denomina “el tesoro”, es decir, las puertas y otros elementos de seguridad donde se guarda el dinero. ¿Para qué lo hizo? ¿Dónde están? Como puede apreciarse, se explica el intento oficial por recrear una imagen favorable del ex presidente y ex diputado, en cuya banca vacía se colocó una bandera argentina para rendirle un homenaje póstumo, sin tomar en cuenta que sólo participó de una sesión. Fue aquella en la que se votó la alevosa ley que autoriza el matrimonio homosexual. Por eso decimos que los colores patrios merecen una mejor ubicación.
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