miércoles, 1 de diciembre de 2010

AGOTANDO REDITOS


AL GOBIERNO SE LE AGOTAN LOS RÉDITOS DE LA MUERTE DE KIRCHNER

Efecto Wikileaks: Scioli, Sanz y Duhalde beneficiados

Por el Dr. Carlos Tórtora

La catarata de mails de Manuel Vázquez y de cables del Departamento de Estado, revelados por Wikileaks, ponen en crisis el idilio de CFK con la sociedad que se inició con la muerte de Néstor Kirchner. Que el Departamento de Estado tenga serias reservas sobre la idoneidad de la presidente y ubique a su gobierno en el lote de los corruptos influirá seguramente en el armado del mapa electoral del 2011. Para empezar, la candidatura de aquella ingresa en una zona gris por este blanqueo: aunque pocos políticos lo reconozcan en público, estar lejos de la Casa Blanca es una debilidad importante para gobernar cuatro años más. El gobierno logró hasta ahora sobreponerse a la tentación de reeditar un escenario Braden-Perón como respuesta a los cables difundidos. El kirchnerismo se encerró por ahora en el mutismo, ensayando una nueva variante de victimización. Parece evidente que Cristina apuntaría más bien a explotar los conocidos sentimientos anti yanquis de amplios sectores de la sociedad argentina mostrándose como víctima del imperialismo.

Tambores de guerra

Así como el kirchnerismo elude la confrontación directa con Washington, su respuesta a la difusión por Clarín y La Nación de los mails de Vázquez, que revelan la matriz de la corrupción oficial, fue profundizar la guerra pendiente. Ayer se supo que el Gobierno creó una Unidad Especial de Investigación de delitos de lesa humanidad “con carácter económico” ocurridos durante la última dictadura militar y que busca “recabar información sobre el tema y crear un registro de víctimas”.

La unidad estará bajo la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos, dependiente del Ministerio de Justicia y, según una resolución firmada por el titular de la cartera, Julio Alak, deberá “coordinar las acciones con los organismos competentes del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal de otras jurisdicciones de la Administración Pública nacional”. Obviamente, esta iniciativa apunta no sólo contra Papel Prensa sino que también serviría para presionar a los grupos empresarios que se están alejando de Olivos. En septiembre pasado, la Secretaría conducida por Eduardo Luis Duhalde le pidió al juez federal de La Plata Arnaldo Corazza que investigue si se cometieron crímenes de lesa humanidad de parte de funcionarios de la dictadura y de directivos de los diarios “Clarín”, “La Nación” y “La Razón”, en el marco de la compra de la empresa. Ayer, en fuentes vinculadas a la Jefatura de Gabinete, se especulaba nuevamente con la posibilidad de que Corazza dicte el procesamiento de Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre por supuestas responsabilidades penales en el traspaso de las acciones de Papel Prensa de Lidia Papaleo de Graiver a Clarín y La Nación en 1977. Para el gobierno, reposicionar en primer plano la cruzada contra Clarín sería una de las pocas alternativas para pasar a la ofensiva.

Siempre hay ganadores

En la política local, el impacto de Wikileaks más Vázquez no tiene un efecto neutro. Más allá de la retórica pública, la dirigencia peronista sabe que las buenas relaciones con Washington hacen también a la gobernabilidad. El operativo reelección acaba de sufrir un fuerte golpe y las miradas convergen hacia La Plata. Daniel Scioli tiene hasta ahora en este terreno dos ventajas: no carga con escándalos de corrupción que lo salpiquen directamente y goza de una buena imagen en la administración de Obama.

La gravedad de lo sucedido echó por tierra la campaña oficial para instalar la idea de que la corrupción oficial terminó con la muerte de Kirchner, ya que varios de los negociados armados por Ricardo Jaime siguen en marcha. Paradójicamente, este fortalecimiento de la proyección de Scioli hacia la Casa Rosada le traería serios problemas en lo inmediato. Aníbal Fernández encabeza una operación para instalar como candidato a gobernador a Sergio Massa, otro golpeado por Wikileaks. La estabilidad de la paz entre Scioli y Cristina depende del grado de fortaleza de esta última. Si la presidente se debilita, la reacción instintiva de los halcones kirchneristas sería castigar al ex motonauta para que no pueda capitalizar la debilidad presidencial.

Otro beneficiado por el nuevo escenario sería Ernesto Sanz, que está levantando su perfil para disputarle la candidatura presidencial a Ricardo Alfonsín y Julio Cobos. De los tres, Sanz es el que mejores relaciones tiene con AEA y la UIA y también con la embajada de los EEUU. A los radicales se les abre en esta instancia la posibilidad de mejorar sus lazos con Washington, porque las heridas producidas por Wikileaks entre el kirchnerismo y el Departamento de Estado no serían fáciles de sanar.

El tercero que puede aprovechar la situación para avanzar algunos casilleros que retrocedió por la reciente crisis del Peronismo Federal es Eduardo Duhalde. La perspectiva de que el reinado de CFK pueda entrar en crisis le arrima una cuota de oxígeno al lomense, que encabeza hoy la resistencia peronista al kirchnerismo.

Por el contrario, Mauricio Macri, aparece en las filtraciones de cables como mal visto en Washington e implicado por los mails de Vázquez en negocios con el kirchnerismo.

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