LA MECHA

ENCENDER O NO ENCENDER “LA MECHA”, THAT`S THE QUESTION.



En función de la idea que sugiere el título, definiría a “la mecha”, como “tubo relleno de pólvora para dar fuego a una bomba”. No confundir con “mechera”, ladrona de tiendas que esconde bajo sus ropas lo que sustrae, habitualmente ventilada por TV a través del mecanismo de alguna cámara oculta”.

Y obviamente, por única vez, después de larguísimos cuatro años, el encendido o el no encendido volverá a depender de nosotros; de Ud., y de mí, si prefiere. Le aclaro que “la mecha” es lo suficientemente larga, como para que en caso de ser encendida, la detonación recién se produzca en febrero del 2012, día más, día menos.

El tema, en realidad pasa por saber en manos de quien va a estallar la bomba. Si la señora se llegara a presentar, y resultara reelecta – lo pior que nos podría pasar -, alguien deberá encargarse de “cortar la mecha”, o prolongarla a través de la presión tributaria “del que labura”, necesaria para “mantener al que nunca ha laburado”. En éste caso, si bien es probable se controle el estallido de “la bomba”, mal podrá evitarse la muerte por “aplastamiento” de la mayoría de los contribuyentes; ¿me sigue?.

Si la señora llegara a delegar “el trono” en un tercero o tercera – Ud., bien sabe que me juego por el Dany -, el tiempo del estallido estará supeditado al tiempo que dure la “fuga masiva de personas y capitales” funcionales al modelo. La bomba entonces, estallará en “su mano”, cuando se encuentre en la más absoluta soledad, apenas acompañado por la Karina, y algún que otro motorista de tránsito afectado al Operativo Sol.

Si se tratara de un tercero o tercera debidamente persuadido, su única opción consistirá en “mostrar la bomba” al momento de asumir en Diciembre de éste año, haciéndole detonar entre algunos responsables, y la mayoría de irresponsables, creadores por acción u omisión de “esa criatura” denominado ¡BOMBA!., ¿comprende?

En nuestro caso, y como se trata de una bomba de confección “casera”, al estallar, los que saldrán disparados dispersa y violentamente, serán los miles y hasta millones de muchachos que han vivido y viven aferrados a “la bomba” en estado latente. De esta manera, Ud., y yo, ya en pelotas y a los gritos, procuraremos no ser alcanzados por la parte más obscena y mutilada de alguno de “estos muchachos”, capaz de metérsenos en nuestro ya destrozado culo.

Como advertirá, abrazado al incontrastable análisis de mi amigo Cachanosky, a quien mucho me cuesta “dejar de leer”, le hago llegar mi más que optimista vaticinio para principios de ese 2012 que ya casi tenemos al alcance de las manos. Besos para la tía Clota y la prima Clítoris.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com