sábado, 11 de junio de 2011

HISTORIA OFICIAL


Manipulación política

EL RETORNO DE LA HISTORIA OFICIAL

Hace tres semanas me invitaron a la inauguración de la exposición “Economía y Política en 200 años de Historia” que se realizó en la Casa Nacional del Bicentenario. Fue grande mi sorpresa cuando me encontré con una “historia oficial” según la visión del kirchnerismo. En lugar del promocionado “gran debate nacional” (1), lo que se mostraba era pura propaganda K con golpes bajos por todos lados y una visión maniquea (2) donde la realidad estaba dividida sólo en dos partes: una –los buenos kirchneristas-, que defienden los intereses nacionales y populares, y la otra –los malos conservadores y liberales-, que quieren someter al país a los designios extranjeros.
Desde el sector librería, en el que había casi únicamente libros de Feinman, Verbinsky, Jauretche y compañía, hasta la zona de comida, donde había un inmenso cartel que promocionaba el “Vino Justicialista”, todo era un bombardeo publicitario del gobierno nacional.

La gente se agrupaba frente a las grandes pantallas donde se exhibían audiovisuales sobre política y economía. Ver a esas personas hipnotizadas por el discurso y las imágenes que el gobierno les transmitía, me remitió a esos documentales sobre la propaganda política del fascismo italiano y del nacionalsocialismo alemán. La distorsión intencionada de los hechos históricos y el desprestigio y la difamación subliminal de los “enemigos” políticos eran una constante del mensaje. A sólo título de ejemplo diré que las fotografías elegidas para mencionar a Raúl Alfonsín fueron aquellas en las que, acompañado por los militares, diera un discurso en la Sociedad Rural Argentina; y las de Carlos Menem, cuando posó al lado de su ya famosa Ferrari roja. Desde ya, Néstor Kirchner se inmoló por la república y fue el paladín de los derechos humanos (cuando sabemos que antes del 2004 nunca se había comprometido con ese tema); y, por el lado económico, fue el que logró sacar a la Argentina del colapso ocasionado por el neoliberalismo borrando olímpicamente a Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna, los verdaderos bomberos de ese período.

En un momento dado, haciendo tertulia con un grupo de amigos y conocidos que habían participado en la realización de la muestra –todos ellos partidarios del gobierno nacional- se me ocurrió criticar la falta de ética exhibida, ya que era muy evidente que la exhibición -a la que yo había apoyado e incluso había recibido el agradecimiento por ello con la publicación de mi nombre en uno de los pabellones- era un instrumento propagandístico del partido político gobernante realizado con dinero de todos los argentinos y en un lugar que rememoraba un evento –el bicentenario- que involucraba a toda la población.
La respuesta de algunos de mis amigos fue dolorosa. Reconocieron esa falta de ética pero no le dieron mayor importancia.

Cuando desde el escenario levantado en el patio, el ministro de economía de la nación, Amado Boudou, comenzó su discurso, decidí que ya había sido suficiente y emprendí la retirada.

Por Enrico Udenio


LA ÉTICA

"La literatura... se convierte en la memoria viviente de una nación." Alexandr Isáievich Solzhenitsin. Escritor ruso. Premio Nobel de Literatura en 1970. En 1945 fue sentenciado a ocho años de prisión por sus opiniones contra Stalin.


El límite social que tenemos para ejercer nuestra libertad de acción y palabra son las normas morales y éticas, y leyes que regulan nuestra convivencia con los demás. La aplicación de este límite nos hace responsables e implica el reconocimiento del otro y le reconoce sus derechos. Por esto, la libertad personal conquistada puede ejercerse en el espacio intermedio entre la satisfacción del propio deseo y los derechos de los demás, y sólo puede darse en el marco de principios éticos que brinden una orientación a la conducta (3).
Ahora bien, estos principios y valores que son guía de nuestra conducta los vamos adquiriendo a lo largo de la vida a través de la cultura. En primera instancia, la impronta más fuerte la recibimos de las creencias que nos transmiten los otros significativos y sus conductas; luego mediante los ideales sociales que la escuela nos brinda a través de la educación. Otras influencias las recibimos de los mensajes de las religiones, las instituciones en general y los medios de comunicación.

De todos estos significativos, los que ocupan posiciones de poder político y económico tienen la fuerza de transmitir esa influencia con mayor facilidad y penetración ya que el comportamiento de “los de arriba” condiciona notablemente al “los de abajo”.
Por ejemplo, si el gobierno de un país no tiene ética en sus acciones ni honestidad en su discurso, será notablemente mentiroso y corrupto, y si no es castigado por ello, a su población no le importará demasiado la ética ni la honestidad y tenderá a ser también notablemente mentirosa y corrupta.

LOS VALORES DE VIDA DE UN PUEBLO

"Dios es una comedia que se representa a una audiencia demasiado temerosa de reír." "Voltaire" Francois Marie Arouet (1694-1778) Escrito y filósofo francés. Uno de los máximos precursores de la Ilustración Francesa.

Los valores –y por ende, las pautas morales- se modifican según la conformación social y necesidades de cada época de la historia de la humanidad. Estos valores se aplican en las diversas situaciones de la vida y entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos que tiene cada persona.

Pero no nos olvidemos que en la naturaleza humana coexisten lo bueno y lo malo, y si prevalece lo malo, en lugar de estimular en nosotros mismos el desarrollo de virtudes que propicien ser, cada vez, mejores personas, caeremos en una espiral de debilidades y negatividades que perjudicarán el bienestar general y nos hará peores personas. El odio, la intolerancia, la avaricia, la codicia, la violencia física y verbal, la competencia cruel, la excesiva comodidad, son sólo algunas de las personalidades que surgen en los individuos cuando la ética desaparece y cuando la libertad se ejerce ignorando los derechos de los otros diferentes.
El contenido negativo y la baja calidad de nuestros valores quedan en evidencia en nuestras acciones, en nuestro discurso, en todo aquello que preferimos y estimamos. Se expresan mediante creencias, intereses, sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y acciones.

Lo más cruel para la historia de una nación es que al prevalecer el lado oscuro de las personas traicionamos la escala de valores positivos, y con ello, traicionamos nuestro propio desarrollo como personas, y por ende, como país, ya que una nación la construye su población.

Podríamos asegurar que se trataría de un proceso de auto-destrucción sustentado por impenetrables mecanismos de negación en el que las personas rechazan aquellas realidades provenientes del mundo externo que amenazan su propia realidad construida.

Enrico Udenio
Autor de “Corazón de derecha, discurso de izquierda”, Ugerman Ed.(2004); y “La hipocresía argentina”, Ed.DeLaRed, 2008.
9 de junio, 2011

(1) Se promocionaba como una muestra para el debate nacional.
(2) Tendencia a interpretar la realidad sobre la base de una valoración dicotómica (dos partes únicamente).
(3) “Ética y Libertad”, Alicia López Blanco, 2011
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