domingo, 29 de junio de 2008

URUGUAY PREOCUPADO

Argentina nos preocupa y nos ocupa

Nos alienta hoy la esperanza de que comiencen a transitarse caminos de civilidad democratica, buscando puntos de encuentro en una situacion que ya no admite demora porque empaña su imagen ante el mundo.

Por el Dr. Alberto Scavarelli


Hemos mantenido un prudente silencio y una preocupada atención respecto de los hechos que en los últimos meses se vienen produciendo en la Argentina.

Pero para un uruguayo, nada de magnitud, sea positivo o negativo puede sernos ajeno, si es que se produce en Argentina. Porque a Argentina se le quiere y mucho y porque Argentina desde siempre en lo personal nos importa, nos preocupa y nos ocupa, desde el respeto por sus temas internos y desde el afecto que profesamos a su gente y a su tierra y porque existe siempre alguna interrelación entre los hechos que se producen entre nuestros países.

Nos alienta hoy la esperanza de que comiencen a transitarse caminos de civilidad democrática, buscando puntos de encuentro en una situación que ya no admite demora porque empaña su imagen ante el mundo.

Un privilegio formidable, como lo es ser productor de alimentos en escala planetaria, no puede o no debiera transformarse en un motivo de pesar para los argentinos, solamente por no encontrar un punto de encuentro.

Desde afuera, que solo es un modo de decir, la situación parece producto de una intensa incomunicación entre gobierno y sociedad y la constatación de errores que porfiadamente parecen decir que no admiten marcha atrás, porque se confunde carácter con mal carácter y convicciones firmes con arrogancia que enmascara preocupación profunda y persistencia en el error.

Fue muy duro ver imágenes de leche volcada en los caminos, gobernantes crispados, o suficientes por demás ante la insuficiencia en la construcción de salidas a una bloqueada situación entre góndolas y surtidores mal abastecidos. Preocupa la tensión instalada frente al Congreso de la Nación, que fuera convocado para en medio del conflicto para arbitrar pretendidamente mandatado, una solución legislativa a un tema tributario que siempre debiera tener fuente legal parlamentaria directa y no de poderes especiales conferidos al Poder Ejecutivo en tiempos de paz.

Justamente el tema de la fijación de impuestos, ha sido uno de los fundamentos fácticos universales de la separación de poderes. A veces por obvio se deja soterrado el fundamento pacificador y distribuidor de impacto social de la separación de poderes, y de la civilidad que significa moderar el impacto en la comunidad de lo que procede de un parlamento representativo e independiente en debate franco. Porque los parlamentarios se eligen por partidos pero son votados por la gente para representarle, esa gente que es fuente y destino superior de toda acción política en un estado democrático de derecho.

Dolió y mucho al gobierno argentino ver sus rutas bloqueadas por indignados productores que sintieron confiscado el producto de su trabajo.

Pero también nos indignó a los uruguayos ver al gobierno argentino inaugurar su indignación ante los cortes de rutas, en idéntica operación que la que mantiene sitiado, desde tiempo inconfesable por vergonzoso, al Uruguay por el litoral.

Una situación que fue siempre inexplicable, que ahora descubre inadmisible cuando debe ahora padecer la aplicación de procedimientos que el mismo gobierno ganancial, promovió y cobijó imprudentemente y aun cobija. Sufrió una sobredosis de su propia medicina en plena mala praxis.

Una pena realmente. Habrá que esperar el fallo de la Haya para resolver el tema remanente de la planta de celulosa, mientras esta bate records de producción y papeleros argentinos vienen a tomar nota de cómo producir con seguridad ambiental, todo ante la pasividad continuada de un gobierno, que nuevamente reacciona con crispación. Dos bipolaridades complejas para el poder: la indolencia y la crispación.

El arte de gobernar debiera ser justamente evitar esos extremos. El mérito del gobierno siempre debe ser la evitación del conflicto, desde el dialogo y la firmeza, desde la comprensión y la razón, como forma de ser justo. Es demasiado el poder que se le otorga al poder, porque la fuerza debe ser monopolio del estado en todo estado de derecho, partiendo de la base que se utiliza en un sistema de frenos y contrapesos, de control recíproco y funcionamiento plural sometido al derecho, porque de lo contrario, desde la crispación es demasiado fácil, tanto como peligroso, caer en la arbitrariedad.

Al gran pueblo argentino salud, todo pasará, como también la gente por los puentes. Sólo deseamos que sea pronto, mucho mas pronto que la vergüenza compartida y sostenida ante el mundo, de tener esos puentes internacionales bloqueados por un puñado cada vez menor de personas que ya casi no recuerdan por que lo hacen. Dos naciones hermanas, que lo serán siempre mas allá del poder de turno de cada lado del río.

Se esta causando un daño enorme a mi país, desde un gobierno que con su acción u omisión alternativa, cree que no importa bloquear rutas, cuando el bloqueado es su vecino, pero que es capaz de la crispación mas profunda cuando por su porfiada actitud, confundida con gesticulada firmeza, se le bloquea el acceso a su interna cotidianeidad.

Toda nación es permanente. Los gobiernos individualmente considerados, felizmente todos y sin excepción, por definición son siempre transitorios, aunque a veces desde el poder pareciera creerse lo contrario.


Representante Nacional - Partido Colorado - Uruguay

www.scavarelli.com
albertoscavarelli@yahoo.com


Más información www.politicaydesarrollo.com.ar
Para suscribirse editor_politicaydesarrollo@yahoo.com.ar
Contáctenos: politicaydesarrollo@gmail.com

No hay comentarios: