lunes, 2 de agosto de 2010

CRISTINA Y NESTOR JUNTOS SON EL MONUMENTO A LA BOSTA


ESA MUJER: PANEGÍRICO DE VERBITSKY SOBRE CFK

El cristinismo es progre pero Néstor es pejotista




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Por Guillermo Cherashny para el Informador Público

Ayer Horacio Verbitsky confirmó en Página 12 lo anticipado por Informadorpublico.com sobre la firme intención de CFK de presentarse para su reelección en las elecciones del año que viene. El ministro sin cartera del gobierno tituló “Esa mujer” el panegírico presidencial, pero en la intimidad cada vez estaría más de acuerdo con la frase que se le escapara a Julio Grondona creyendo que el micrófono que tenía enfrente estaba desconectado: “Kirchner es un cagón; si no fuera por esa mujer, no habría Fútbol para todos”. Al unísono, los sectores progres están dando el paso al frente para identificarse con la candidatura de ella y no con la de él. Hebe de Bonafini también se sumó fundando “Las Cristinas” y camina el país con esa consigna, al igual que Estela Barnes de Carlotto. Por su parte, la presidente estaría creída de que la pueden reelegir por sus condiciones de estadista que supo salvar al país de la recesión internacional con sus medidas económicas, mientras que su marido lo tuvo todo fácil gobernando en tiempos de expansión de la económica global.

Verbitsky detalla en su nota el buen momento económico del país y hasta llega a comparar a Cristina con Eva Perón. Elisa Carrió, por su parte, también cree que hay un parecido entre ambas, pero sólo en relación al guardarropa y las carteras Hermes de 35.000 euros. El director del veraz de las fuerzas armadas y de seguridad critica asimismo a la oposición por falta de ideas y compromiso social y los denomina “el grupo ahhh”. Y de paso, por el mismo precio, interviene en el conflicto entre Alfredo Leuco y Héctor Timerman y toma decidido partido por este último. Su explicación es que Leuco amenaza querellar por calumnias e injurias a Timerman cuando el gobierno ya avanzó reduciendo a cada vez menos casos la aplicación de las calumnias e injurias.



Gestos de autonomía

También se confirmó otra primicia nuestra: que Sergio Massa sostuvo que no es momento de candidaturas y que él decidirá si lanza la suya a gobernador en el 2011. Con esta afirmación, el tigrense rechaza el lanzamiento de su candidatura por parte de Néstor Kirchner, a quien llamó vendedor de humo. Este paso al costado de Massa tendría que ver con su fina percepción y conocimiento de lo que pasa en Olivos. Así, estaría advirtiendo que en la alcoba presidencial las discusiones están subiendo de tono.

No sólo sobre temas políticos CFK quiere demostrar que tiene la última palabra. Por ejemplo, en la licitación de una represa en Mendoza que De Vido había preadjudicado para las empresas de Lázaro Báez y Electroingeniería, la presidente habría dado instrucciones para otorgarle la obra a una constructora brasileña. Algo parecido ocurrió con las gestiones de un empresario para la compra de parte del paquete accionario de Telecom. Kirchner le había prometido a aquél que su oferta iba a tener el aval del ANSES. Cuando el interesado se sentó con Bossio para hacer realidad la promesa, éste le dijo que la presidente se negaba a autorizar la garantía. Un desaire por el estilo sufrió el operador K Juan José Álvarez, luego de cerrar un acuerdo político que quedó en el aire. Por las dudas, el mayor operador del peronismo, el “Chueco” Juan Carlos Mazzón, se está preocupando por mejorar sus relaciones con el cristinismo.



Los progres y los peronistas

Esta campaña para realzar la figura presidencial dándole por primera vez brillo propio se relaciona también con los perfiles de alianzas del matrimonio presidencial. Néstor está cada vez más atado a su rol de presidente del PJ, o sea, el jefe de un aparato que en el interior del país mantiene distancia con la izquierda y los piqueteros. La inminente habilitación de Kirchner para que Hugo Moyano se haga cargo del PJ bonaerense es otro paso que lo aleja del afecto de la feligresía progre, que ve en Moyano una reedición de Augusto Vandor. Por el contrario, Cristina luce lejana de los gobernadores y los intendentes y más comprometida con las bases progres del kirchnerismo, que intentan darle un aire de Evita socialdemócrata. En la dialéctica que tanto les agrada a los Kirchner, cada uno está ocupando un espacio distinto. Pero se trata de espacios que conviven en conflicto.

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