viernes, 6 de agosto de 2010

DINASTIA CONTRA EL CAMPO


LA IRRACIONALIDAD DE LA DINASTÍA KIRCHNER CONTRA EL CAMPO
Nadie puede dudar que nuestro país nació como país agro-ganadero y es un país agro-ganadero. En realidad para expresarlo con mayor precisión, hoy es un país agro-industrial-ganadero.
Tampoco nadie puede ignorar que la actividad de este sector es la principal del país, desde que éramos el "Granero del mundo" a principios del siglo pasado, hasta nuestros días y seguramente también lo será en el futuro.
Tampoco se puede ignorar o negar que este sector, es y fue el principal sostén económico de este contradictorio e irracional gobierno.
Los Kirchner hicieron buen uso de las divisas que el campo ingresaba al país. Lamentablemente fue un uso discrecional y abusivo para sus propios fines, prescindiendo de lo que más le convenía a la Nación.
Y no solo ello, sino que en varias oportunidades sus decisiones gubernamentales significaban un verdadero dispendio y despilfarro de los recursos estatales en su descontrolada política demagógica.
En el día de ayer se inauguró la 124° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria en el predio de la Sociedad Rural Argentina.
Como ya constituye una costumbre, prácticamente institucionalizada por la dinastía de los Kirchner, no concurrió la presidente Cristina ni ningún representante del gobierno nacional. Ni este año ni ningún otro, desde que este matrimonio se hizo cargo del gobierno hace ya siete años.
Como parte de su confrontación con el sector tampoco, casi como un gesto más que infantil, también prohibió la tradicional presencia de la fanfarria y de alguna representación del Regimiento de Granaderos en la ceremonia inaugurar.
Pero afortunadamente ningún argentino se sorprendió sobre las decisiones del matrimonio real. Sabe que están enfrentados con todos los sectores del quehacer nacional y en particular con el campo.
Llevados por sus temores y miedos hicieron bien en no concurrir. Su rechazo, repudio y la rechifla por la gran cantidad de gente presente hubiera sido enorme. Un verdadero papelón ante las autoridades presentes entre los cuales se encontraban embajadores y numerosos representantes extranjeros.
Pero tal vez no hubiera sido así, tal vez hubiera sido interpretado como un reconocimiento de los Kirchner al sufrido y postergado sector y un deseo de mejorar y componer las relaciones.
Un acto de valentía, grandeza e hidalguía.
La presencia presidencial hubiera sido un gesto celebrado y aplaudido seguramente por todos los presentes. La gente en la Rural es gente educada y respetuosa. El hombre de campo es frontal y sabe como comportarse y apreciar los gestos de coraje y grandeza.
Pero los Kirchner son tienen grandeza ni hidalguía…tampoco tienen lo que hay que tener para realizar este supuesto.
Nuevamente el matrimonio pierde una buena oportunidad. Nunca la Rural estuvo tan concurrida. Un verdadero record de concurrencia. Los argentinos nos identificamos con el campo. La esencia e identidad del argentino está indudablemente ligada al campo. El predio que fue readecuado y remodelado hace unos pocos años, ya queda chico para estos eventos.
Otro tema es el discurso que pronunció el Presidente de la Rural, Hugo Biolcati en la inauguración de la muestra. Muy diferente al último discurso que pronunció hace más de un año atrás en el mismo predio con duras y fuertes críticas a la irracionalidad del gobierno y su manejo en la relación con el campo.
Este en cambio, fue crítico pero respetuoso y moderado, con una clara síntesis muy comprimida de la histórica relación del país con el campo. Discurso medido, mesurado, preciso, claro con un profundo diagnóstico de la realidad existente en la actualidad en nuestro país.
Una verdadera y magistral pieza oratoria que caló profundamente en todos que la escucharon.
Sabemos que la pareja real no tiene criterio, escaso sentido común ni buena predisposición para nada que no compartan, pero no son estúpidos pese a que muchas medidas gubernamentales si lo son. Deben haber escuchado el discurso y haberse revolcado con sus rabietas histéricas, pero ante tanta contundencia de tan precisas palabras, se cuidaron bien en no abrir la boca.
Pero no así la legión de bufones y adulones oficiales. El primer comentario fue precisamente del jefe de estos sumisos y genuflexos servidores, deseosos de quedar bien con sus amos. El jefe de gabinete, el inefable Aníbal Fernández, reaccionó prontamente tal como era esperable: como un carrero del siglo pasado calificó la excelente pieza oratoria como "espantosa" y agregó que "… Biolcati es un "pobre tipo con plata" que "denigra la representación del sistema democrático".
El Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, en una graciosa expresión comentó que "escuchar a Biolcati hablar de pobreza "es como escuchar a Satanás celebrando la Misa de Gallo en Jueves Santo".
Habría que preguntarle a Domínguez si esa ocurrente frase no es más adecuada para sus patrones que en siete años hicieron una verdadera fortuna y viven llenándose la boca con "la distribución de la riqueza" mientras año tras año su fortuna personal va incrementándose a la par de los pobres que en el país ya alcanzan los 15 millones y los indigentes la friolera de 5 millones de ciudadanos.
Por su lado Ricardo Alfonsín fiel a su estilo indefinido y no comprometido, expresó que el discurso "va a complicar cualquier negociación".
En definitiva y como conclusión, una muestra más del autismo e infantilismo del gobierno que no hace más que agravar la brecha del conflicto existente con el sector que más riqueza produce a nuestro alicaído país.
02-Ago-10 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar

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