domingo, 8 de agosto de 2010
JUGAR CON FUEGO
-Jugar con fuego, lo que más le gusta a Kirchner
Por Humberto Bonanata
Mientras que por un lado aparecen como los defensores de “la caja” en desmedro de la legítima aprobación legislativa de la sanción del 82% móvil para los jubilados y pensionados que perciben haberes mínimos, aplicando un artilugio de chicanas legislativas para evitar la sanción de lo ordenado por la Corte Suprema de Justicia, por el otro inyectan “papel pintado” (como diría Don Álvaro) al mercado con un final impredecible para nuestra economía.
Podría tildárselos de maléficos si no creyéramos que lo hacen convencidos en que su desprolijo monetarismo puede acabar en una implosión hiperinflacionaria antes de las elecciones del año que viene.
Las acciones que lleva adelante Marcó del Pont en el Banco Central, día a día, son un combustible que más de acerca al fuego.
La desmesurada compra de dólares para mantenerlo artificialmente en torno de los cuatro pesos, ya que si la divisa flotara libremente sin intervención del B.C.R.A. se encontraría cercana a los tres pesos (similar a los valores de Brasil y Uruguay), es lo menos aconsejable para una política monetaria prolija y que no aventure sobresaltos inmanejables.
En siete meses de 2010 emitieron $ 26.000 millones sin esterilizar casi el 40% de esos pesos emitidos, quedando liberados al mercado bajo directa consecuencia de recalentamiento de la economía y potenciación inflacionaria.
La base monetaria se expandió en $10.500 millones durante ese período en correlato a una tasa anualizada de inflación del orden del 27%...
Lo peor es que en julio de 2010 de cada diez pesos emitidos, 8,8 de ellos quedaron navegando como M1 (billetes y monedas en circulación y cuentas a la vista), vulnerando la entidad monetaria sus propias reglas estatutarias.
¿En qué nos puede perjudicar a los ciudadanos de a pie tamaña irresponsabilidad?
Ni más ni menos en otra distorsión económica mayor sumada a los $ 40.000 millones anuales que todos los argentinos pagamos en subsidios a los servicios públicos.
Con esa misma cantidad, a decir de Carlos Melconián, podría pagarse el ansiado 82% móvil, aunque a su criterio lo aconsejable sería comenzar una gradual disminución de los subsidios para evitar un “rodrigazo tarifario” (estallido social incluido) y cumplir, también gradualmente con la deuda social que tenemos con cuatro millones de ancianos compatriotas.
Como vemos, la sana lógica es inaplicable ante tamaña irresponsabilidad del régimen.
Están acostumbrados a jugar fuerte y cualquier desatino será posible en mentes delirantes para llegar “ordenadamente” a octubre de 2011.
No olvidemos que el año que viene no van por la reelección sino por la impunidad de la infinidad de hechos que tramitan ante la justicia, que de sentirse libre, con un Consejo de la Magistratura independiente, los camiones grises podrían comenzar a estacionarse de culata para llenarse de actuales funcionarios, Menem incluso.
“Reelección o cárcel”; “después de mí, el diluvio” parece resonar en la afiebrada mente de Kirchner.
Pero no solo el régimen padece de problemas existenciales.
Los dislates de Elisa Carrió frente a su propios aliados colaboran, sin quererlo, con las dudas ciudadanas sobre la previsibilidad de un eventual gobierno del Acuerdo Cívico y Social. Hasta podemos incluir al PRO en este conjunto ya que legislativamente han conformado un bloque monolítico para recuperar el accionar de un parlamento que en siete años sólo fue una escribanía de los Kirchner.
Lilita es como los chicos. Se pasa todo el día en la playa construyendo un castillo de arena con puentes y túneles y su mayor disfrute lo vive al atardecer cuando comienza a saltar sobre él y destruirlo totalmente.
Esta paradoja la vemos en aumento a medida que se acercan los tiempos definitorios de las candidaturas. Y entre todos los integrantes del Acuerdo Cívico tratan de explicarse esta conducta autodestructiva que resultaría harto difícil ser resuelta por un Congreso Internacional de Psiquiatría Social.
Dicen que los seres inteligentes, muy cercanos a la brillantez, también lo están de la locura. No creemos que éste sea el caso de Carrió atento a su valía y honorabilidad republicana.
Siguiendo con el Acuerdo Cívico varias cosas quedan claras.
Hay dos candidatos posicionados, Alfonsín y Cobos, que obtendrían diversos resultados frente a una interna cerrada o abierta. La interna cerrada encontraría triunfador a “Ricardito” por amplio margen. La interna abierta, en la que cualquiera de ustedes pueden concurrir a votar sin estar afiliados encontraría a un Cobos ganador, posicionado en la segunda vuelta y abarcativo de un electorado de centro que no votaría a Alfonsín.
Todo depende que esta realidad sea analizada por los “popes” del radicalismo por encima de su concepción ideológica y teniendo en cuenta la mayoría silenciosa que conforma el electorado independiente.
Dentro del Peronismo Federal aún no puede vislumbrarse un candidato consensuado. Aunque De Narváez ya camina la Provincia de Buenos Aires como candidato a gobernador, diferentes son las opciones presidenciales.
El “armador” Duhalde, si bien el candidato más fuerte continúa con una alta imagen negativa y muchos temen que de ser candidato no resistiría los “carpetazos” kirchneristas. “The Gardiner” (a) Carlos Reutemann aún sigue negando su candidatura y el común de la calle traslada su indecisión ante una eventual presidencia: “si no se decide como candidato, cómo decidiría como presidente”. Y Felipe Solá tiene mejor llegada con Cobos y con Carrió que con sus propios compañeros de lucha.
Así las cosas es la Argentina de hoy.
Impredecible.
Humberto Bonanata
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