EL FANTASMA DE LOS KIRCHNER

-El fantasma de Menem acecha al matrimonio K
Juan Gossen

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Hay un fantasma que está recorriendo la Casa Rosada y cada vez genera mayor temor al matrimonio presidencial.


Este fantasma se parece -y mucho- a Carlos Saúl Menem, el presidente que más daño le causó a la Argentina en los últimos 27 años y que, en un gesto de cobardía, no tuvo más alternativa que bajarse del balotaje en las elecciones de 2003 cuando sabía que una derrota -por paliza- era inevitable.

Ahora existen muchas posibilidades de que los Kirchner, en caso de querer mantenerse en el poder, sufran la misma suerte del riojano en las elecciones del año que viene.

De ahí la desesperación que muchas veces lleva a que se estén ensayando experimentos electorales como son los de querer instalar, de un día para el otro, a funcionarios de la Casa Rosada como posibles candidatos a gobernador o vice de la Provincia. Y a ello se le suma, tal como lo viene informando Hoy, la posibilidad de que vuelvan las listas colectoras para traccionar votos en los municipios, tal como sucedió en las últimas cuatro elecciones.

El problema es que ningún funcionario de la administración kirchnerista -Alicia Kirchner, Amado Boudou, Florencio Randazzo o Aníbal Fernández- puede escapar al desgaste y a la imagen negativa del Gobierno. En ese sentido, el operativo cerco que se emprendió desde la Casa Rosada para condicionar a Scioli, que se encamina a ir por la reelección, choca con la debilidad intrínseca de la administración K.

Y si bien el mandatario provincial manifiesta permanentemente que mantiene una alianza “inquebrantable” con el Gobierno nacional, sabido es que en política nadie se suicida en masa. En todo caso, sólo es cuestión de tiempo para que comiencen a salir a la superficie las diferencias que existen entre la Casa Rosada y la Provincia, en lo que es una relación que cada vez está más marcada por la desconfianza mutua.

En ese contexto, Scioli tuvo que afrontar un nuevo embate por la ola de inseguridad, cuya máxima expresión fue la muerte del bebé Isidro, cuya madre fue salvajemente atacada, mientras estaba embarazada, en una salidera bancaria. Como era de esperar, ni la presidenta Cristina Kirchner ni su esposo Néstor se refirieron al tema. Para ellos, la inseguridad ni figura en la agenda, y optaron -como ya hicieron varias veces- por echarle todo el fardo a Scioli.

La respuesta del gobernador, ante la conmoción nacional que generó la salidera, fue el envío de un paquete de 15 proyectos de ley a la Legislatura para abordar la problemática, especialmente en lo que se refiere a la deficiente seguridad en los bancos.

Pero los observadores no tardaron en detallar que algunas de esas iniciativas poco tienen que ver con respuestas de fondo a la problemática. Es más, algunos de esos proyectos serían meros trámites administrativos, y no medidas efectivas para combatir el delito.

El panorama opositor también deja mucho que desear. Los resquemores dentro del panradicalismo continúan a flor de piel y, si las elecciones fueran en una semana, el Acuerdo Cívico se presentaría fracturado.

En los últimos días, según pudo saber Hoy, hubo algunos contactos informales entre referentes radicales y lilitos de la Provincia en los que cada parte planteó, fuertemente, su postura: los seguidores de Elisa Carrió volvieron a arremeter por la foto entre Ricardo Alfonsín y Cristina en Chascomús, mientras que los boinas blancas contestaron que ese tipo de cuestiones no deberían mediatizarse (como lo hizo Carrió), sino discutirse puertas adentro del Acuerdo Cívico. La conclusión es clara: la desconfianza mutua se mantiene vigente, y a ello le suma más confusión la decisión del cobismo de disolver su partido -el Confe- y volver, como una línea interna, al radicalismo.

Los lilitos y los cobistas prácticamente ni se pueden ver. Ante esta situación, el ARI iría con candidatos propios en la Provincia -también busca sellar algún tipo de alianza con el peronismo que no se sume al armado del PJ disidente- y en los municipios (muchos se presentarían oficialmente el 9 de agosto), y el radicalismo haría lo propio.

En la UCR, además, se presenta un problema: si Ricardo Alfonsín finalmente decide competir por la presidencia, no tiene ningún candidato de peso para la Gobernación. Y en este punto es donde muchos ponen a Margarita Stolbizer para salir a dar pelea, aunque la diputada nacional y líder del partido GEN aún no dado señales de querer competir, nuevamente, por el sillón de calle 6.

gossen@diariohoy.net

Fuente: Diario Hoy (La Plata)