jueves, 5 de agosto de 2010
LA MESA DE ENLACE......
LA MESA DE ENLACE, ARTIFICE DE SU PROPIO DESTINO
Nadie desconoce que las divergencias existieron y alcanzaron alto voltaje, de la misma manera, corresponde reconocer que los máximos popes del ruralismo estuvieron a la altura de las circunstancia y supieron zanjar la difícil situación.
Por Aldo Norberto Bonaveri (*)
Como viene ocurriendo desde la resistencia contra la Resolución 125, la Mesa de Enlace debió en los últimos días sobreponerse a las diferencias internas, y al mismo tiempo a nuevos embates del gobierno, ahora algo más sutiles, tendientes a lograr la ruptura de las cuatro entidades.
El tenor de las discrepancias, sumado al énfasis del debate dentro de las filas ruralistas, determinó que varios analistas y distintos medios conjeturaran sobre lo irreconciliable de las posiciones divergentes. Si bien las especulaciones al respecto no resultaron certeras, el trance fue lo suficientemente serio como para poner en peligro la unidad del sector.
Cuando se plantean este tipo controversias en organizaciones de esta naturaleza y la instancia es superada, surgen dos alternativas principales con vista al futuro; una posibilidad es que se alcance un acuerdo circunstancial, con lo cual los riesgos de un recrudecimiento son muy grandes; la otra, es que derive en un fortalecimiento concreto del sector en general y, del ente que lo representa en particular. En consecuencia, las desinteligencias sofocadas pueden constituir tanto el prolegómeno de una fractura total, como una excelente oportunidad para consolidar la unión.
Los acontecimientos del conflicto transcurrido en el 2008 puso en evidencia que la Mesa de Enlace supo sortear los intríngulis pergeñados por el Gobierno, no obstante aquel contexto difiere del actual; como bien lo expresó más de una vez Eduardo Buzzi, en aquella circunstancia “los unió el espanto”. Por entonces se planteaba una situación límite que la dirigencia agraria supo justipreciar correctamente, o estrechaban filas y volcaban todos esfuerzos en resistir, o de lo contrario, de haber ganado la pulseada el kirchnerismo, el destino de la producción habría sido mucho peor que el actual.
El escenario de estos días es diferente, pese a que las cargas impositivas han sufrido pocas variantes y, la derrota del Frente para la Victoria en las legislativas del año pasado no han arrojado los resultados esperados; ahora el campo cuenta con 11 diputados 1 y senador del “palo”, como una oposición con mayoría relativa en la cámara baja proclive ha acompañar sus reclamos. Consecuentemente con ello, pese a que aún no se ha tratado en el recinto ninguna de las iniciativas de los agro-diputados, ya hay un despacho favorable de comisión y, varios proyectos presentados sobre temas centrales para el sector. El problema del momento es la súper abundancia de los mismos, puesto que los legisladores buscaron plasmar en esos proyectos los ideales defendidos por cada entidad en la que militaron.
Los diferendos de criterios en torno al rol que debe jugar la ONCCA han imposibilitado hasta ahora, que la Comisión de Agricultura y Ganadería consensuara un despacho, los encontronazos de la semana pasada giraron en torno a las retenciones, sin duda la asignatura principal a modificar por los agropecuarios, con el aditamento que el 24 del corriente fenecen las facultades delegadas del Congreso al PE, por la cual, éste por decreto a tenido la posibilidad de fijar las alícuotas a su arbitrio. Todas las entidades y los opositores que integran el denominado “grupo A” en la Cámara de Diputados, coinciden reducir substancialmente el gravamen en soja y eliminarlas en el resto de los cultivos; la diferencia consiste en si las reducciones se producen igualitariamente para todos, como propone el proyecto de la Coalición Cívica y, que comparten CRA y la SRA; o en su defecto se aplica el concepto de segmentación, conforme a la propuesta de Ulises Forte, Pablo Orsolini y el PS, y que defiende enfáticamente la FAA.
Las discrepancias al respecto, que bien podían ser interpretadas como naturales en un principio, han venido generando un estado de ánimo negativo en los propios productores, al tiempo que están creando dificultades en los legisladores que desean revertir la situación imperante. El clima de enfrentamiento alcanzó su mayor punto de ebullición, cuando el tema se aprestaba a ser debatido en el marco de la Exposición Rural de Palermo, oportunidad que la entidad organizadora previo un jornada con la presencia de legisladores de la oposición, dirigentes y productores para tratar públicamente el tema. Previo a ello, una cadena de e-mailes atribuidos a cuadros de CARBAP y productores autoconvocados instaban a concurrir, convertir el evento en una Asamblea y, cuestionar el accionar de Federación Agraria dentro de la Comisión de Enlace.
Esto calló muy mal a Eduardo Buzzi, quien alertó por todos los medios, que estas actitudes "ponen en un altísimo nivel de tensión la relación de las entidades", al mismo tiempo le trasmitió la preocupación al titular de la Sociedad Rural, Hugo Luís Biolcati, responsabilizándolo por la gente que participaría de la jornada de referencia. Cuando para muchos observadores la situación había llegado a un punto casi de no retorno, una oportuna reunión de urgencia de la Mesa de Enlace significó la recomposición de las relaciones.
Nadie desconoce que las divergencias existieron y alcanzaron alto voltaje, de la misma manera, corresponde reconocer que los máximos popes del ruralismo estuvieron a la altura de las circunstancia y supieron zanjar la difícil situación. Lógicamente cuando se llega a situaciones de ésta índole, se presenta la oportunidad de evaluar cual es el comportamiento de los responsables y, cuan importante es para ellos la causa por la que luchan.
A la luz del desenlace, cabe expresar que una vez más la Mesa de Enlace resolvió exitosamente, tal vez el mayor desafío que se le haya planteado desde su creación. Ello no significa que no hayan cometido errores, ni tampoco que sus integrantes puedan quedarse tranquilos frente a eventuales casos semejantes. Los hombres que integran las cúpulas de las entidades saben perfectamente cuales son las disidencias como las coincidencias con sus pares, por ende ninguno debió haberse sorprendido de la persistencia de criterios opuestos; el tiempo que pasó desde que los legisladores asumieron sus bancas fue más que prudencial como para haber debatido internamente la cuestión.
El episodio debería ser capitalizado por los hombres con responsabilidad en el gremialismo agrario, es evidente que si las distintas entidades y sus referentes se empecinan hacer prevalecer su posición a toda costa, la unidad del sector no tiene futuro. Si en cambio, tal como lo demostraron en varias ocasiones, están predispuestos a encontrar en cada tema la síntesis del pensamiento del general, las posibilidades de mejorar las condiciones del sector son muy concretas.
Los dirigentes agrarios lo saben, sólo deben recordarlo cuando definen cada posición, el kirchnerismo no tiene ningún miramiento en utilizar de cuantas cartas y recursos estén a su alcance, nunca dejarán de lucubrar de cómo pueden dividir al movimiento o postergar una reivindicación, incluso en lo inmediato tratarán de reabrir la fisura que dio origen al último diferendo, en razón de ello, en sus manos está ser artífices de su propio destino.
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Aldo Norberto Bonaveri por gentileza de Pregón Agropecuario.
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