martes, 17 de agosto de 2010

VALE LA PENA SER HONESTO ?



Con cierto humor de pesadumbre y tristeza de ver que quizás fue derrotado por el sistema "corrupto" que sigue imperando en la Argentina, una persona me pregunta ¿Vale la pena ser honesto ? La respuesta en mi caso porque estoy firmemente convencido, es de que sí vale la pena y mucho.

Sin lugar a dudas entra a jugar mucho lo que yo considero son aspectos filosóficos de vida y creencias religiosas. Como católico que soy hay un mandamiento que dice "no robar". ¿Es solo un tema religioso? No ,solo debería ser enfocado bajo ese aspecto sino desde una óptica "moral" que sin lugar a dudas está vinculada a la concepción religiosa. También debemos considerar una postura frente a la vida misma.

El que roba generalmente perjudica a un tercero, es decir que le está haciendo al otro lo que seguramente no le gustaría que le hicieran a él. El concepto de honestidad no solo se refiere a robar a otra persona sino a otros aspectos que hacen a la conducta individual. Nos estamos refiriendo a ser consecuente con nuestros principios de vida en todo sentido, ser fieles a ellos, ser consecuente y no traicionarlos.

Aún el peor enemigo político podría llegar a ser respetado por uno si se mantuviera firme en sus principios equivocados o no para nosotros. Distinto sería el caso de los que decimos son como el "camaleón" que cambian de ideas y posturas cuando les conviene. No son por supuesto honestos. Uno puede cambiar de ideas, evolucionar en un sentido o el otro, lo que se podría explicar racionalmente y podría ser entendible, lo que no significaría ser deshonesto.

Ahora bien, no sería conveniente que esto se materialice por meras cuestiones especulativas, para obtener esto u otra ventaja. Si uno es honesto puede dormir bien tranquilo con su conciencia y esperar que Dios lo llame en forma tranquila, al menos en mi visión de católico. Uno no debe sentirse derrotado porque el sistema corrupto lo haya vencido. El verdadero triunfo se consigue cuando llega la hora final y Dios nos llama y nos dice "vení para acá" que tenes las puertas abiertas.

No todos gozarán para ese entonces de las mismas prerrogativas.No olvidemos que nadie se lleva de este mundo absolutamente nada y que a nuestros hijos les dejamos un legado moral.¿No vale acaso la pena ser honesto?

Dr.Francisco Bénard
Abogado-Periodista
pancho1947@gmail.com

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