lunes, 8 de noviembre de 2010

INDEC Y BOLUDOU


Inflación: el INDEC desmiente a Boudou

El ministro de Economía negó que haya inflación y aclaró que en todo caso la suba de precios afecta a los sectores de ingresos más altos. Pero hasta los mismos datos del IPC del INDEC desmienten las afirmaciones del funcionario.

por Roberto Cachanosky

La semana pasada, el ministro de Economía Amado Boudou afirmó que “la inflación no es hoy un tema en grandes porciones de la población argentina” y agregó que “sí puede afectar a un sector de la clase media alta”. También sostuvo que la inflación es la que publica el INDEC.

Realmente llaman poderosamente la atención las afirmaciones de Boudou porque es de manual de economía que la inflación siempre afecta con mayor intensidad a los sectores de menores ingresos dado que tienen una escasa o nula capacidad de ahorro y su salario lo destinan al consumo. Es más, cuánto más humildes son los sectores sociales, un porcentaje mayor de su ingreso es destinado al rubro alimentos y bebidas. La gente más humilde no tiene ingreso suficiente para comer y además ahorrar.

Ahora bien, aún haciendo el enorme esfuerzo de imaginación que supone creer que los datos del INDEC son válidos, surge el curioso hecho que tomando el IPC del INDEC se observa que lo que más aumentó en los últimos 12 meses (septiembre 2010 versus septiembre 2009) fueron los alimentos y bebidas.

Para el período mencionado, el IPC del INDEC muestra que el rubro Alimentos y Bebidas subió el 15,5%, luego le sigue Esparcimiento con un incremento del 14,4% y en tercer lugar está Indumentaria con el 13,6% de suba. Es decir, de todos los rubros del IPC del INDEC, el que más subió fue justamente alimentos y bebidas.

De lo anterior se desprende que, aún tomando como serios los datos del INDEC, Boudou no puede afirmar que la inflación es un tema que afecta a los sectores de clases altas porque lo que más subió fueron los alimentos que es el rubro en el que más dinero destinan de sus ingresos los sectores más humildes. Puesto en otros términos, ni los datos del INDEC avalan la afirmación de Boudou.

Segundo punto, si tomamos la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que define la línea de indigencia, los datos de FIEL muestran que entre octubre del año pasado y octubre de 2010 la CBA subió el 36,2%. Este solo dato nos muestra la ferocidad con que la inflación que genera el BCRA está lastimando sin piedad a los sectores más humildes. Por su parte, la Canasta Básica Total (CBT), que define la línea de pobreza, subió, en el mismo período, el 25%.

Si tomamos los datos del Buenos Aires City, entre diciembre 2009 y septiembre de este año, el IPC aumentó el 18,9% y Alimentos y Bebidas creció el 29,3%. Nuevamente, el rubro más sensible a los sectores de menores ingresos fue el que más subió. Si tomamos la CBA de FIEL, desde diciembre hasta septiembre, subió el 23%. Considerando que la CBA tiene menos componentes que el rubro alimentos y bebidas del IPC, los números son bastante consistentes. Los precios de los alimentos están haciendo estragos en la población.

Por donde se miren los datos, siempre los sectores más humildes son los más afectados, con lo cual caben dos posibilidades: a) que Boudou tenga traspapelados los datos o b) considere que negando la realidad se solucionan los problemas.

En rigor sería muy poco profesional creer que no hay inflación cuando el BCRA viene expandiendo moneda al 32% anual al punto que los billetes de 100 pesos ya no alcanzan y el gobierno argentino le ha tenido que pedir a Brasil que imprima billetes de 100 pesos porque la Casa de la Moneda local no llega a tener la capacidad de producir billetes a la velocidad que exige la inflación.

Humildemente quiero resaltar que hace rato que vengo insistiendo que estamos devorando series de billetes de 100 pesos y que vamos por la letra L. Hasta en algún momento dije, en forma irónica, que si seguíamos a este ritmo íbamos a terminar haciendo billetes de 100 pesos con un sistema alfanumérico. Ironía que creo haber escrito en la Lanación.com y que me hizo ganar el insulto de los conocidos ciberk. Esto confirma una vez más que podrán insultarme todo lo que quieran, pero lo concreto es que ya no dan abasto las maquinas de imprimir billetes del la Casa de la Moneda. La realidad se impuso por sobre los insultos, de la misma forma que la realidad se impone por sobre las insólitas afirmaciones de Boudou.

En general el gobierno se niega a reconocer la inflación que se acelera (en octubre tuvo un notable aumento) y cuando habla del tema utilizan palabras como tensiones de oferta y demanda o cosas por el estilo. En definitiva el argumento del gobierno pasa por afirmar que si algunos precios suben es porque la demanda crece más rápido que la oferta. Por lo tanto, sostienen desde el kirchnerismo, la solución a este problema “menor” de la inflación no se corrige dejando de emitir moneda sino con más inversiones.

Hagamos el enorme esfuerzo de imaginación de suponer que las expansión monetaria del 32% que está haciendo el BCRA es absolutamente inocua desde el punto de vista inflacionario y que el problema tiene que ver con tener más inversiones.

La CEPAL, una institución que no puede ser catalogada de neoliberal, lacaya del FMI o hija del menemismo, acaba de dar los datos de la Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina y el Caribe para el primer semestre de este año.

En total la región recibió U$S 50.345 millones de IED en los primeros 6 meses de 2010. El ranking fue el siguiente: 1) Brasil recibió U$S 17.130 millones, 2) México U$S 12.238 millones, 3) Chile U$S 8.029 millones, 4) Colombia U$S 4.115 millones, 5) Perú U$S 3.444 millones y 6) Argentina U$S 2.174 millones.

Dos datos a considerar. En primer lugar, Perú ya nos desplazó del 5 puesto. Segundo, en los primeros seis meses de este año Argentina recibió U$S 2.174 millones de IED y en los recesivos primeros 6 primeros meses del años pasado recibimos U$S 2.016 millones. Es decir con crisis internacional o sin crisis internacional la IED es mínima en Argentina. Literalmente estamos fuera del mundo.

La pregunta que deberían formularse en el Gobierno es: ¿por qué a la hora de invertir todos miran para otros países como Brasil, Chile, Colombia o Perú y a nosotros nos tacharon del mapa? Si tan exitoso es el modelo k, ¿por qué no atrae inversiones?

Nuevamente la realidad muestra que ni siquiera las arrevesadas teorías inflacionarias del gobierno para explicar la inflación tienen sustento en los datos de instituciones como la CEPAL. Los datos de la CEPAL muestran que no es cierto que Argentina navega en un mar de inversiones como afirman desde el gobierno y que el mágico modelo k ha aumentado tanto la demanda, que necesitamos un tsunami de inversiones para abastecer la fenomenal demanda interna. La inversión no existe, la IED es casi un dato marginal y lo único concreto es que el Central está inundando la economía de billetes, mientras el gobierno inunda el país de incertidumbre jurídica al avasallar los derechos de propiedad espantando cualquier proceso sostenido de inversiones.

En síntesis, Boudou podrá decir que hoy la inflación no es un tema y que solo afecta a los sectores de la clase media. Si tan convencido está de esa afirmación, podría demostrarlo caminando solo por el conurbano y entrando a los supermercados y comercios para que la gente más humilde lo aplauda y le agradezca la estabilidad de precios.

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