martes, 22 de febrero de 2011
YO NO FUI
Por Raúl A. Flores
Este Gobierno vive haciendo emulo a la serie televisiva ‘Los Simpsons’. Donde Bart, que siempre rompe, lo soluciona con una simpática frase: “Yo no fui”.
Y esa es la frase predilecta, en definitiva, de esta Administración. Nunca son ellos los hacedores de los desastres que nos ocurren (y pagamos siempre los mismos; los ciudadanos de bien).
Veamos:
En el reciente y desgraciado suceso acaecido con 2 formaciones ferroviarias -en las que murieron 4 personas y hubo infinidad de heridos-, el Ministro de Planificación y Desarrollo, salió rápidamente a decir: ‘es culpa de FerroBaires’, que bien traducido significa: es culpa de Scioli y la Provincia de Buenos Aires, nosotros -la Nación- no tenemos nada que ver.
Terrible y cruenta mentira, para variar…. Los controles de los sistemas de transporte son de la órbita Nacional, no solo de la Provincia. El Estado debe y tiene que tener responsabilidad en el mantenimiento de las vías y en las señales. Es función del Gobierno y de nadie más.
Un tren cuyos directivos permiten que parta con dos de sus cuatro frenos ‘bloqueados’ (porque no hay repuestos) son… ¿cómo escribirlo sin ser mal educado? Son unos… Para colmo, según los gremialistas que defienden a los trabajadores (cobran pero no resuelven nada por lo visto) es común que estas cosas sucedan en todas las líneas ferroviarias.
El Estado otorga por mes 250 millones de pesos en subsidios a los ferrocarriles…, aparte de ‘pintarlos’, ¿qué otras cosas le hicieron a los trenes? Nada. Solo de vez en cuando llegan a horario.
Las formaciones tienen en su mayoría 50 años de antigüedad, ya es tiempo no de mantenerlas ni repararlas…, sino de recambiarlas por material, más moderno y en mejor estado de funcionamiento. Por cierto aquí hubo un negociado (otro, cuando no ) con trenes adquiridos durante ‘la administración de Ricardo Jaime’ a empresas españolas. Pero para que funcionen dichas formaciones habría que recurrir a un museo para conseguir repuestos. Gracias a DIOS no se llevó a cabo el híper negocio de ‘El tren bala’.
Es aquí entonces que quisiera referirme a dos puntos que me parecen básicos: la Planificación y la Seguridad.
Planificación no para sustraer y negociar sin que se note (se la llevan de todos los colores, ya no la cuentan, la pesan, y es obvio entonces que igual se nota), sino para evitar que -por ejemplo- colapse el sistema eléctrico cuando la temperatura es alta; deberían planear proyectar a futuro, en síntesis invertir, no subsidiar. Como si fuésemos un país serio y en serio. Planificar, en definitiva, para que las cosas funcionen mínimamente. Para que haya trabajo y no saqueo.
Planificación no para tratar de ‘exprimir’ bolsillos y generar ganancias en beneficio del ‘modelo K’, sino planificación para que estos desgraciados sucesos no ocurran más. Deberían trabajar con seriedad para que no tengamos que lamentar, tanta muerte y desamparo de parte del Estado
Se mostró por los noticieros que algunos heridos debieron concurrir por sus propios medios a los nosocomios de la zona. ¿No existe una ‘planificación’ ante eventuales desastres? ¿No existe una ‘coordinación’ mínima entre los distintos centros hospitalarios de la zona? En el Siglo XXI, en la era de las comunicaciones, un mensaje de texto, una voz desde el celular, siquiera, salvarían muchas vidas; este Gobierno demuestra que no cuenta con Protocolos de Seguridad, ante imponderables pero probables accidentes que por error humano o técnico, pueden ocurrir.
Y en cuanto a ‘la’ Seguridad, también deben velar ‘los que dicen que nos cuidan’, en que los medios de transporte cumplan con las mínimas normas. Para ello la Ministro de Seguridad, debería evaluar volver a las fuentes y mínimamente poner en funciones a la Policía Ferroviaria, que no solo estaba con presencia en andenes y formaciones para evitar robos, sino que también efectuaba controles técnicos en aquellos galpones de máquinas que existían cuando el General Perón Nacionalizó los trenes; pero pedirle a la Sra. Ministro que implemente sistemas de seguridad, es algo rayano con las utopías, porque es como pedirle peras al olmo, no sabe y no conoce de Seguridad y si algo le aconsejan para bien, no le interesa, solo fue nombrada para tapar, esconder y romper lo poco que nos quedaba a los Argentinos en materia de seguridad.
Llama poderosamente la atención que, desde el Gobierno de Cristina Fernández, viuda de Kirchner, siempre le achaque al Jefe de Gobierno Mauricio Macri que le echa la culpa a los demás: hoy el tema que esgrimen, son la inundaciones que provocó esa lluvia intensa del fin de semana y bastardean al Jefe de Gobierno porteño de la mano de sus periodistas comprados, mediante propaganda oficial.
Raro, entonces es, que tampoco ellos asuman culpas: En un reciente informe televisivo se ha visto que en la Provincia de Formosa, régimen y feudo ‘ultra K’ de Gildo Insfrán, hay quienes se quedan con la mayor parte de los planes sociales de los aborígenes de la comunidad Wichi. Rápido como un rayo, el ex montonero Oscar Parrilli (actual Secretario General de la Presidencia) salió a replicar que es un tema de la provincia y que ellos nada pueden hacer. Increíble, no solo no es su culpa sino que ‘nada pueden hacer’. Los ‘planes sociales’ pertenecen a la Nación.
Fieles discípulos de ‘Poncio Pilato’, estos funcionarios nacionales que siempre ven la paja en el ojo ajeno, nunca se hacen cargo pero para echar culpas son las lenguas más veloces del planeta. Y en el medio, los ciudadanos perplejos vemos como se despedaza nuestra querida Patria bajo la soberbia insidia de este Gobierno, que nos cuenta sus faraónicas obras, todas sus inversiones, cómo hemos crecido y el gran cambio que han producido en el país, durante la emisión de cada partido de futbol que emiten en forma directa, pero nunca se hacen cargo de la tasa de mortalidad infantil, desnutrición, aval a la instalación de villas, castigos a las fuerzas de Seguridad que trabajen como es debido y procedan a inmiscuirse con sus jóvenes excluidos, que portan armas, pero que no tienen pena alguna por ello.
Nunca más claro, el termino Yo no fui.
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