jueves, 2 de junio de 2011

ANOMIACRACIA


He decidido escribir estas líneas con el objeto de crear conciencia respecto al grave momento que está viviendo la Argentina.



Aclaro para poner claridad a los conceptos siguientes, que la corrupción, el autoritarismo, la compra de periodistas, el dictado excesivo de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), la intimidación y pago de prebendas a jueces y legisladores, el clientelismo, las coimas, los sobreprecios y todo lo que tenga que ver con las miserias de los gobernantes déspotas, no comenzó en 2003, esto ya existía en la Argentina.



Pero sí sucedió algo que nunca había ocurrido antes en la Argentina: la destrucción lisa y llana de lo poco que quedaba en pie de su proclama como Nación.



El Poder Judicial, luego de la reforma del 94 promovida por Menem y su socio radical Alfonsín, con la creación del Consejo de la Magistratura, lejos de mejorarlo, quedó a punto para que sujetos como los que tenemos en el poder lo terminaran de aniquilar.



Ocurre lo mismo con el Congreso, donde deformaciones de todo tipo, llevaron a aprobar leyes de manera casi instantánea, cuando eran necesarios profundos debates que podrían haber tomado meses o años.



La compra de sectores de poder que nunca antes habían podido acceder a estos escenarios, hoy lo lograron gracias a quienes nos gobiernan, ha sido otro motivo de destrucción de las instituciones, de la historia y de la verdad.



Nos han querido imponer cambios en la historia tergiversándola, nos han mentido, intentaron convencernos de que terroristas que intentaban derrocar gobiernos democráticos y tomar el poder, para imponer una dictadura comunista, eran jóvenes idealistas que leían Marx y que fueron muertos por luchar contra la dictadura.



Nos quieren hacer creer además que estamos creciendo económicamente, que hubo creación de millones de puestos de trabajo, siendo que no crecemos, dado que en el nivel de empleo cuentan a los beneficiarios de los planes trabajar, mientras las estadísticas son hechas por organismos viciados.



Quienes difundieron cifras reales de inflación, desempleo, gasto público y demás informes certeros sobre la realidad, están siendo castigados con injustas multas.



Muchos, aunque somos los menos, sabíamos que, al arribar al poder esta gente, la cuestión se tornaría dramática, no porque fuéramos mas inteligentes o cultos sino porque solo bastaba revisar la gestión anterior de estos funcionarios en el Sur y escucharlos un par de veces para percibir que no se irían en helicóptero.



De estar esa salida en sus planes, creo que ya lo tendrían que haber hecho por el bien del país y de los millones de pobres que también han sido perjudicados por este manejo inescrupuloso, inmoral y perverso.



Se ha detenido y condenado a legisladores elegidos por el pueblo por el testimonio de una persona que sostuvo que fue torturada por esta persona, mediante la excusa, 32 años después, de haber recordado que su voz era la misma de quién lo torturaba cuando estaba con los ojos vendados.



Frente a esta falta de evidencias, se buscan formas de defender y ocultar la indignidad de quienes construyendo viviendas para los pobres han malversado cifras que alcanzarían a superar los 300 millones de pesos, en un solo caso. Donde todo ronda en lograr que creamos que esto fue realizado por un apoderado de dicha fundación, cuando en realidad cualquier niño sabe que esto no lo puede hacer una sola persona sino una asociación ilícita, dedicada a despojar en forma corrupta y sediciosa a estafar el trabajo y las contribuciones de todos los argentinos, donde lo que mas ofende... es que todo fue elaborado en perjuicio de los más pobres, destinatarios de sus hipócritas y falaces discursos.



Escuchamos al periodista Jorge Lanata en un programa de cable, expresar hoy lo que nosotros sabíamos desde 2007/2008 (refiriéndose a que el tema de la fundación madres presentaba irregularidades) donde dijo que por el prestigio y la lucha de estas madres por los derechos humanos ¿? no hicimos caso. No hicimos caso tampoco cuando algunos nos alertaron sobre que N. Kirchner era autoritario, lo dejamos pasar, no lo creímos así, sostuvo el periodista.



Es que este es el mal de la Argentina, pensar que hay terroristas malos, los de Estado, pero al mismo tiempo afirmar que los terroristas buenos son los del ERP, MONTONEROS, FAR, FAP, DESCAMISADOS, MTPP, PRT, FARC, ETA, etc.



Sostener que la vida de unas víctimas vale más que la de otras. Qué hay corruptos malos, los calificados de derecha o neoliberales que pueden ir presos por omitir declarar bienes de su patrimonio en su declaración jurada y los otros que siendo de izquierda y haciendo la misma acción pueden ser nombrados Jueces de la Corte Suprema, nos expone a la pérdida de identidad como Nación.



Todo lo que sucede en la Argentina de los últimos ocho años, no ocurría a estos niveles, ni siquiera el ahora converso admirador K, presidente de los 90 fue acusado y vinculado con escándalos tan imponentes de corrupción como los que van surgiendo en la vigencia del actual gobierno. Recordemos que en los 90 muchos decíamos, ¡cuánta corrupción hay en esta Argentina!



Como dijo Lanata: Menem robaba para la corona, esta corrupción es distinta estructuralmente, ahora participan directamente de las empresas. Decimos nosotros, que van por ellas y por todo y al paso que han llegado les queda poco por atracar.



Mientras el verdadero "MODELO" que no consiste en otra cosa que en el alto precio internacional de la soja, sigue haciendo agua a pesar de los miles de millones que entran provenientes del “yuyo”, comenzamos a percibir que cada vez les queda menos.



Habiendo recaudado impositivamente como nunca antes, sumando esto al precio internacional de las exportaciones, continuamos con la pobreza a niveles de hace diez años, con un déficit fiscal que nos aprieta más fuerte cada día, ¿qué haremos cuando el "VIENTO DE COLA" se transforme en "VIENTO EN CONTRA"?



Muchos analistas aconsejan a los opositores hacer un plan de prioridades. Pensamos que las mismas caen de maduras: Reestablecer la división de poderes, transparentar la Justicia y el Congreso, eliminar la corrupción de cuajo mediante leyes que se apliquen y no que sirvan para castigar discrecionalmente.



Sin lugar a dudas el analfabetismo reinante y la crisis educativa que han alcanzado límites insospechados, nos retrotraen al atraso y la ignorancia, donde alumnos directamente toman colegios y junto a sus padres echan rectores, universidades que ya no figuran ni entre las mil mejores del mundo y los responsables del área en lugar de hablar de mejorar la educación, aún cuando el resultado pueda apreciarse dentro de dos décadas, critican a quienes hacen los informes. Cuanta impericia, cuanta mala fe.



Es dentro de ese oportunismo que los políticos inmorales, a quienes pagamos para que se ocupen, nada hacen por ella y entonces calman sus malas conciencias con dádivas indignas, sin control, sólo a quienes no tienen capacidad de discernir que es lo correcto para su progreso, ayudando de esta forma a liquidar la poca autoestima con la que terminan sus vidas, dedicadas a la miseria y a la delincuencia.



Estas políticas clientelistas y prebendarias de funcionarios a quienes les importa un comino las vidas de las víctimas solo tienen por objeto conseguir los votos en el cercano octubre.



Las muertes por desnutrición infantil han sido escandalosas y esto tampoco ha sido motivo de ningún análisis, salvo para cubrirse diciendo que antes en los 90 morían más niños, lo que dudamos sea cierto.



La oposición debe hacer su aporte y su parte, a sabiendas que quienes realmente somos los mayores responsables de los gobernantes que tenemos somos los habitantes de la Nación Argentina. Si los K ganan en octubre no serán ellos los culpables sino el pueblo que los votó y luego no habrá tiempo para llantos cuando se consolide el próximo paso que es el "Plan Perpetuidad", cuya elaboración ya está en manos de los Cortesanos que intentan cambiar el régimen constitucional de la Argentina para lograrlo".



Restan unos pocos meses que pueden ser suficientes para lograr que todo esto tome otro camino y comencemos a construir lo que se ha terminado de destruír en estos ocho años.



No depende sólo de los políticos sino de todos nosotros, tenemos que poner límites a esta "ANOMIOCRACIA" y jugar el partido con las armas que nos brinda la Constitución Nacional.



Alejandro Olmedo Zumarán.

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