jueves, 16 de junio de 2011

DIALOGAR


Muchas veces me pregunto o más bien me hago la gran pregunta. ¿Los argentinos algún día aprenderemos a dialogar? Es verdad que por nuestras venas pasa "sangre caliente" o más bien "sangre latina". Hay una gran cantidad de habitantes cuyos orígenes son italianos, franceses, españoles. Y así somo pero podemos cambiar.

Se puede cambiar en la medida que concienticemos que es vivir realmente en una democracia supone ser respetuoso con el otro, con sus ideas, respetarlas como uno respeta las propias ideas.

La idea del consenso debe ser parte de todo una estructura en el diálogo que nos permita balancear de manera inteligente la idea del otro con la nuestra.

No caer en discusiones "calientes" aunque haya temas que nos lleven a participar de manera muy activa no debería hacérselo de manera sobresaltada. No hay motivo alguno para ello.

Gritar más que el otro o nos dará la razón. La razón surge del equilibrio del pensamiento y de la verdad. El interés público está más allá -en un plano superior- al interés particular de cada uno de nosotros. Una posición de entrega y respeto al otro generara que nos respeten.

El respeto se gana con convicciones profundas y con ser fiel a ellas.

Nadie será solo respetado por el poder que ostente, sino por su capacidad de dialogar y saber construir con los otros, con nuestros hermanos que habitan este gran suelo, los caminos para lograr un camino que nos conduzca al bien general, o bien de todos.

Aprendamos a dialogar y saber que no somos dueños de la verdad total. sepamos que solo somos un "granito de arena" en este universo.

Dr.Francisco Bénard
Abogado-Periodista
pancho1947@gmail.com

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