(El caso de la multa a la empresa Shell)
Gustavo Lazzari
www.atlas.org.ar
El Gobierno de Néstor Kirchner ha impuesto multas a la empresa petrolera Shell acusándola de desabastecer el mercado de combustibles líquidos, específicamente ante la falta de gas oil verificada en algunas estaciones de expendio.
Las multas alcanzan los cinco millones de pesos . Dicha sanción se suma a la impuesta en diciembre último. En aquella oportunidad la empresa fue sancionada en $ 23 millones.
Las sanciones se aplican en el marco de la aplicación de la Ley de Abastecimiento. En conferencia de prensa la Ministra de Economía Felisa Miceli expresó " En ese marco, considerando que se trata de compromisos ineludibles de las empresas que operan en el mercado de combustibles, de abastecer plenamente al mercado interno en toda su necesidad, existiendo el recurso natural, base para la producción del gasoil, es que se ha decidido avanzar en la aplicación de sanciones a la empresa SHELL" (Casa de Gobierno, 2 de julio de 2007)
En tanto que el Secretario de Comercio Guillermo Moreno expresó "como ustedes saben, el año pasado, ante situaciones similares, se le aplicó una multa a la empresa SHELL de alrededor de 23 millones de pesos, fueron 23 multas de 1 millón de pesos cada una. Este año se repite la misma conducta, entonces la decisión que ha tomado el gobierno es nuevamente aplicarle una multa de 1 millón de pesos por cada una de las infracciones registradas; al momento hay 5 infracciones pero están en proceso 40 más y se siguen investigando" (Casa de Gobierno, 2 de julio de 2007)
Estas sanciones revelan que el gobierno no solo carece de ideas para resolver la escandalosa crisis energética que afecta al país, sino que además queda muy claro un trato discriminatorio hacia dicha empresa.
La carencia de energía es el resultado del control de precios que el sector sufre desde la devaluación del 2002. Sumado a ello, un clima político y económico cortoplacista que desincentiva todo tipo de inversión seria, privada y de riesgo a largo plazo.
Esto no se resuelve con multas, aprietes ni prepotencia de los funcionarios.
La carestía de combustibles líquidos es equivalente al desabastecimiento de energía eléctrica, gas, y comestibles tales como leche, quesos, carnes, harina de trigo, productos de cartón y papel etc.
No es una novedad. En la historia de la humanidad cada vez que se aplican controles de precios hay problemas en el normal abastecimiento.
Pero por otra parte el trato hacia la empresa Shell es claramente discriminatorio. El mismo anuncio en conferencia de prensa oficial, en la Casa Rosada, invita a pensar en un "interés especial" a la hora de señalar una empresa.
No se lo vio a Moreno y Miceli recorriendo góndolas en busca del "asado de tira", o de "queso fresco" y "leche fluida". Tampoco se los vió en las estaciones de servicio de PDVSA, la empresa de Chávez que en sus escasas estaciones tampoco se observó normal suministro de Gas Oil.
La empresa Shell participa del mercado con un 13% del total del mercado de Gas Oil. Repsol YPF tiene un 55%, Petrobras 14% y Esso 11%. ¿Puede una empresa con el 13% desabastecer todo un mercado?
Es de destacar que hace unos meses circuló la versión que la empresa Shell quería retirarse del mercado argentino vendiendo sus operaciones. La intención del líder bolivariano de comprar Shell (a través de su "elefante petrolero" PDVSA) no es un secreto. Otros interesados serían algunos empresarios "neo petroleros" fuertemente ligados a la actual gestión.
La sucesión de controles y multas, sumadas a un discurso antiempresario, es una invitación a la salida. Una salida virtual, solo para la tribuna, pues tras cada empresario que sale, hay un cortesano que entra.
El gobierno debe sincerar su posición frente a la crisis energética. Debe abolir la ley de abastecimiento pues a través de los años ha demostrado ser una fábrica de mercados desabastecidos. Lejos de constituir un instrumento de gestión la ley de abastecimiento es claramente anticonstitucional. Otorga un poder susceptible de prácticas corruptas y arbitrarias. Resulta extraño que un gobierno como el de Néstor Kirchner no elimine una ley aprobada en 1975 y que continuó vigente durante la última dictadura.
Es necesario restituir el rol del sector privado como creador y generador de energía y combustibles. Para ello, es imprescindible sacar al estado del negocio petrolero. La historia es elocuente en ejemplos de desabastecimiento, corrupción con los resultados de pobreza y penurias para los argentinos.
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