miércoles, 18 de julio de 2007

¿LA REPÚBLICA PERDIDA ?

Habiendo transcurrido cuatro años bajo el mandato del presidente Kirchner me
formulo la siguiente pregunta:

¿Como haremos los argentinos para recuperar la República?

Es obvio que en la Argentina la preeminencia del Poder Ejecutivo sobre los Poderes legislativo y judicial, como el incumplimiento de la Constitución Nacional son anteriores al año 2003.
Viene a mi mente la frase sobre el Huno Atila (406-453): "Bajo los cascos de su caballo, (llamado Othar) nunca más crece la hierba".
¿ocurrirá lo mismo de la mano de este presidente pero con la Constitución Nacional y todo lo que tenga que ver con el cumplimiento de la ley?
Tomando en cuenta lo que han sido estos cuatro años de gobierno ¿crecerá aun más en la población y en los futuros gobernantes el desprecio por el respeto y el cumplimiento de la ley?

El proceso de desconstitucionalización, de la mano de este gobierno, se ha consolidado.

Veamos algunos ejemplos:

1) Falta de independencia de los poderes legislativo y judicial. Ambos en la práctica, violando el principio republicano de la división de poderes, se han convertido en apéndices del ejecutivo.

2) Inexistencia de políticas que contengan la inseguridad, agravada por la no aplicación de las leyes existentes.

3) Inserción en el imaginario colectivo que, quien ejerce su autoridad y se atreve a aplicar la ley, es un represor.

4) Instalar en adolescentes y adultos que el supuesto ejercicio de un derecho faculta a violar otros derechos garantizados por la Constitución Nacional. Es así que obstaculizar e impedir circular por las calles y rutas de la República, tomar edificios públicos, colegios y universidades, ocupar fábricas y empresas privadas son actos impedidos ni penados mediante la
aplicación de las leyes vigentes.

5) El desconocimiento por parte de los alumnos de nombramientos legales como el del rector de la UBA o de los Colegios Nacionales invocando derechos establecidos por Asambleas en las que actúan ellos mismos, para autoproclamar leyes o normas contrarias a la legislación vigente.

6) Y más grave aún, impedir que asuman sus cargos candidatos elegidos por el pueblo en elecciones nacionales libres, aduciendo supuestos delitos no comprobados.

7) Gobernar por medio de decretos de necesidad y urgencia cuyo dictado en estos cuatro años ha superado el triste récord histórico de gobiernos anteriores.

8) Gobernar mediante superpoderes vitalicios que facultan a reasignar partidas millonarias de manera arbitraria y sin control parlamentario.

9) Inexistencia de control de los actos de gobierno por la falta de sanción de una ley de acceso a la información pública. Proyecto que supuestamente ha perdido estado parlamentario.

10) Detección de hechos de corrupción escandalosos con la participación de funcionarios del actual gobierno, que diariamente ocupan ocupar las tapas de todos los diarios, no solo en el país sino del mundo.

11) El desconocimiento por parte del más importante tribunal de justicia de la Nación del principio universal de la Cosa Juzgada y la aplicación de criterios inexistentes en el mundo como el que sostiene que para que un delito sea de lesa humanidad tiene que ser cometido por el aparato estatal dejando impunes las más de miles de asesinatos cometidos por el terrorismo subversivo en los años 70 al que el derecho internacional califica como delito de lesa humanidad.

12) El desconocimiento por parte de los responsables de aplicar la ley, del artículo 16 de la Constitucional que proclama la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley

Seguramente podríamos continuar enumerando muchas mas situaciones por muchos de nosotros conocidas, y en este punto me pregunto:
¿Cómo haremos para inculcar en las generaciones actuales y futuras que gobernar de esta manera es llevar a la República Argentina a su quiebra social, económica y moral?

Todavía estamos de pie porque la situación internacional beneficia los precios de nuestras materias primas exportables y países como la China e India necesitan esas materias primas. Pero dejamos pasar oportunidades que ayudarían a
captar inversiones extranjeras con la consiguiente creación de empleos legales y permanentes que verdaderamente ayudarían a los más necesitados.

Así como por donde pasaba Othar, el caballo de Atila, no crecía más la hierba aquí en la República, al parecer no crecerá la noción de respeto a la autoridad ni a la Constitución Nacional y todos los principios y garantías que en ella se proclaman, sin una gran toma de conciencia. Quizá solo un camino puede salvar a la Nación y es la educación pero lejos estamos de que
un gobierno aplique seriamente recursos en el rubro educación. En primer lugar porque no rinde votos en el corto plazo y en segundo lugar porque un pueblo culto no elegiría jamás gobernantes como los elegidos en las últimas décadas.

Solamente saldremos de la decadencia y mediocridad crónica que nos agobia cuando realmente comprendamos los ciudadanos y los gobernantes que la educación es el principio del largo camino para que la Argentina se recupere.

De no asumirlo entre todos seguiremos viviendo una fantasía de supuesta bonanza para luego afrontar una descomunal crisis.
Educar al soberano nos posibilitará recuperar la República y en ese camino recuperaremos el desarrollo económico y social al que toda persona de bien aspira, con una distribución del ingreso justa y digna que tome en cuenta a los excluidos.

Alejandro Olmedo Zumarán.
alejandroolmedozumaran@fibertel.com.ar

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