Economía, política y el Arte de la Guerra
Cuando se agotan los recursos, los impuestos se recaudan bajo presión. Cuando el poder y los recursos se han agotado, se arruina el propio país. Se priva al pueblo de gran parte de su presupuesto, mientras que los gastos del gobierno para armamentos se elevan.
Los habitantes constituyen la base de un país, los alimentos son la felicidad del pueblo. El príncipe debe respetar este hecho y ser sobrio y austero en sus gastos públicos.
En consecuencia, un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos. Cada porción de alimentos tomados al enemigo equivale a veinte que te suministras a ti mismo.
Así pues, lo que arrasa al enemigo es la imprudencia, y la motivación de los tuyos en asumir los beneficios de los adversarios.
Sun Tzu
A pesar de las permanentes exhortaciones de propios y extraños que llaman al diálogo entre Gobierno y la gente de campo, los contendientes no se dan por aludidos y prolongan el momento de la batalla final mientras buscan posicionarse lo mejor posible en esta larga lucha que mantienen desde hace años y que se registra con mayor fuerza desde ochenta días a la fecha.
Ambas tropas buscan, como es de estilo, quebrar al contrincante económica y moralmente, y además, restarle apoyos de sus alidos. Herido en su bolsillo pero mucho más en su orgullo, el Gobierno publicita, pese al paro ruralista, una mayor recaudación, ignorando en esa cifra la inflación. No es casual. Sin embargo, se sabe, no cuenta con otras fuentes de ingreso para paliar su ineficiencia y responsabilidad en los faltantes de gas, energía eléctrica y nafta que necesitan la industria y los particulares y que debe importar a altos costos. Para esos menesteres necesita varios miles de millones de dólares. Y no los tiene. Cincuenta mil millones bien guardados nada pueden hacer cuando la confianza desaparece en la población. De esas penurias y cómo protegerse de ellas, los argentinos saben bastante.
Políticamente, los Kirchner se han repartido el trabajo Rosado. Uno viaja asiduamente al exterior. Ahora se encuentra en Roma asistiendo a una de las tantas cumbres internacionales inconduncentes y que en este caso debate acerca del elevado aumento mundial del precio de los alimentos. Es probable que allí, uno de los dos presidentes argentinos explique con lujo de detalles cómo se da ese fenómeno en su país y de qué manera fantasea toda su clase dirigente con respecto al papel que espera el mundo de tan fantástico territorio. Una especie de Argentina Potencia sojera para el sistema solar, galaxias cercanas y agujeros negros distantes. Hablar del futuro es una constante de los líderes nativos. Sufrir el presente les corresponde a sus súbditos.
Mientras, el otro gobernante familiar de los asuntos públicos atiende los quehaceres domésticos tejiendo a muy alto precio alianzas que perdurarán en el tiempo, tanto, como el dinero que las sustenta. Por ejemplo, ayer a la noche se reunió con algunos de los líderes de izquierda que sustentan “el modelo” pero sin la participación de las principales figuras del “progresismo” capitalino como los hermanos Ibarra (Aníbal y Vilma), Carlos Heller y Daniel Filmus. En la vereda del hotel en la que llevó a cabo el encuentro, una veintena de adolescentes con banderas de “agrupaciones sociales” y un bombo al que hacían sonar con insistencia, llenaban las pantallas televisivas desde el zoom in.
Después de los grupos de ex piqueteros, convertidos en funcionarios públicos y portadores de oscuras sumas de dinero para gastos varios, el ungüento de los contribuyentes ha bañado totalmente a la Federación Argentina de Municipios (FAM) que recibió en los últimos tres años la suma reconocida de aproximadamente un millón de dólares. La FAM es un institución privada destinada a los quehaceres públicos entre los cuales se encuentra en primerísimo plano el apoyo irrestricto al matrimonio Kirchner por parte de los intendentes de todo el país, en especial del conurbano bonaerense. Julio Pereyra, su presidente, es intendente de Florencio Varela desde 1991.
La extensión del paro agropecuario por una semana más está haciendo crujir todo el sistema económico y financiero. La medida también se hace sentir en la Capital Federal y algunas entidades bancarias han tenido una importante sangría de depósitos, entre tanto, otras ofrecen tasas anuales cercanas al veinte por ciento. En esta guerra prolongada es importante contar con el respaldo de la opinión pública, de manera que los dirigentes rurales, con el objeto de que la población no los señale como causantes de la inflación, decidieron enviar ganado a los mercados aunque es cierto que es época de enflaque y el peso de los animales es directamente proporcional a los pesos que se cobran.
Si bien el kirchnerismo es el bloque que más deserciones ha tenido hasta el momento (se esperan otras), la heterogeneidad del sector rural se mantiene incólume. No obstante, han comenzado a aflorar en el seno opositor numerosas manifestaciones de dirigentes que no cesan de proclamar su sentir peronista. Se está, pues, ante una oposición al manejo del Partido Justicialista que comanda Néstor Kirchner por fuera de la conducción partidaria. La vieja historia. El cuerpo fabrica sus propios anticuerpos. El peronismo es, a la vez, gobierno y oposición. En síntesis, en parte, la protesta se ha peronizado.
Hay ítems que los dirigentes agropecuarios deberían sopesar si quieren seguir contando con el respaldo de la gente. Una cosa son las convocatorias a los actos pueblo por pueblo y ciudad por ciudad, y otra, muy distinta, sucesivas invitaciones a grandes concentraciones en lugares públicos. Una vez está bien. Dos o más terminan por hacer decaer el gusto. También sería conveniente que las principales figuras agropecuarias nieguen cualquier posibilidad de incorporarse a la lucha electoral en un futuro cercano. Hace poco cayó en picada libre la imagen de cierto personaje que había recibido evidente apoyo estatal para organizar sus manifestaciones mucho antes que se conociera su avidez por portar títulos que le eran ajenos. Hay que tener mucho cuidado en no borocotear las expectativas populares.
SALINAS BOHIL
CORREO DE BUENOS AIRES. COM.AR
miércoles, 4 de junio de 2008
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