Periodismo de verdad
21-Jun-08
Política
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Cristina nos quiere gobernar.
Jorge Héctor Santos
El envío al Congreso, por parte de Cristina, del tema de las retenciones móviles no cambió la naturaleza del conflicto entre el gobierno y el campo, pero brindó una sensación nacional de alivio, al creerse que de esta forma se encontraba al fin uno de los mecanismos normales para resolver la tensión que lleva 102 días.
El gran cacerolazo nacional que tuvo difusión mundial reunió un millón de personas en las calles de todo el país para protestar contra el gobierno de Cristina y Néstor.
Frente a esta cantidad aplastante auto convocada, Néstor le organizó a quien nos quiere gobernar, por decisión del propio esposo, una nueva convocatoria en la Plaza de Mayo, con 100 a 400 pesos por persona, más choripán y pase de listas al pie del micro para luego entregarle el dinero público.
En el mensaje enviado al Parlamento, Cristina, la presidenta, exige votar a favor o en contra de las retenciones móviles, de modo inapelable, sugiriendo que se evitara la discusión y se pasara a votar sobre tablas, imponiendo la aplastante mayoría que tiene el gobierno en ambos cuerpos. El Legislativo sólo podrá decir sí o no al aumento del gravamen a las exportaciones de granos del 35% al 46%. Sería una trampa más a las que nos tiene acostumbrados este gobierno a lo largo del tiempo de Néstor y ahora de Néstor y Cristina.
La gran duda: ¿Se animará algún diputado oficialista a favorecer la apertura del debate y un despacho consensuado? Néstor Kirchner ejercerá sobre ellos toda la presión necesaria, incluso algunos se atreven a pensar que también empleará los fondos de la clásica billetera con la cual se acostumbró siempre a comprar voluntades.
Pero ninguno de los diputados justicialistas podrá dejar de tener en cuenta que en 2009 se renueva la mitad del Congreso, y muchos de ellos lo pensarán dos veces, ya que podrían perder sus reelecciones.
Por eso es que por estas horas y a once días, como mínimo, de la votación en Diputados, todos en Olivos, La Rosada y el Congreso hacen cuentas de la cantidad de votos favorables que podrá obtener el dúo presidencial. Hasta que se vote en el recinto habrá muchos cambios de opinión, pases del voto favorable al negativo, sorpresas y porque no traiciones de último momento. Hoy por hoy, todas son especulaciones.
Mientras tanto Cristina, la que nos quiere gobernar, ha caído en la consideración popular a niveles insospechados en pocos meses. Este resultado proviene de la consultora de opinión pública Poliarquía, la cual mide la imagen presidencial todos los meses desde junio de 2003. De esta forma, a junio de 2008 lleva exactamente cinco años consecutivos realizando en forma exclusiva -por su periodicidad- esta labor. Este sondeo Poliarquía lo hace sin que el mismo lo pague ningún cliente -ni el gobierno ni la oposición-.
La última medición muestra una imagen positiva de Cristina del 20% y una imagen negativa del 46%. Desesperado, el gobierno, mandó a algunos de sus voceros a criticar los datos de Poliarquía. Carlos Kunkel llamó a la consultora "Polioligarquí a" y dijo que:
"Si la imagen del gobierno estuviera cayendo en el campo deberían estar contentos y no tan preocupados" .
"Este sondeo es una consecuencia natural de su intención de distorsionar a la opinión pública y seguir influyendo en las decisiones del gobierno como lo vienen haciendo desde hace 200 años".
En tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, fue otro de los mensajeros para desprestigiar a la consultora. Al respecto dijo que:
"Las consultoras realizan un manejo tendencioso de sus encuestas".
"Es claro que tienen una correspondencia ideológica y de intereses con algunos medios de comunicación, ya que muestran una coincidencia opositora entre los que miden, cómo miden, lo que preguntan, quiénes publican y quiénes comentan".
Mientras que los números de Cristina y Néstor arrojaban buenos resultados en las mediciones periódicas de Poliarquía ninguno de los clásicos voceros del gobierno salió a decir absolutamente nada. Ya sabemos que el kirchnerismo siempre mata al mensajero que trae noticias malas. Cree que matando los números que no les dan bien puede cambiar la realidad. Como consecuencia de este disparate el país no tiene índices creíbles de precios al consumidor, no tiene Encuesta Permanente de Hogares, no tiene indicadores convincentes de recaudación fiscal y carece de datos sobre el consumo eléctrico, entre otros números faltantes y valiosos.
La debilidad que muestra las cifras de imagen de la presidenta se manifiesta en el hecho que las cadenas nacionales conecten con los discursos presidenciales -cinco veces en apenas tres meses- y, la tercera vez en una semana. La fórmula comienza a agotarse. Durante todo su "primer" mandato, Néstor Kirchner usó la cadena nacional en sólo dos oportunidades.
La gran falencia que muestra Cristina como gobernante no se soluciona con campañas televisivas ni con discursos al por mayor. También su marido gobernó con una cadena de anuncios interminables y, con escasos resultados de gestión. Los Kirchner carecen de políticas de Estado. El país no tiene proyección de futuro, tal vez por eso se recurre con tanta insistencia a un pasado que nos divide. Los vientos a favor ayudaron a que el pueblo no se diera cuenta que los K le pusieron piloto automático al país y, los tiempos actuales demandan acciones concretas de gobierno y una democracia que el dueto presidencial enuncia pero no practica.
La Iglesia de Córdoba recoge con total realidad la pobreza de las instituciones de la democracia durante los gobiernos del matrimonio K, además de otras falencias del gobierno nacional:
"En estos cien días de conflicto se han puesto de manifiesto graves debilidades de nuestra democracia: concentración hegemónica de poder en el Ejecutivo, debilidad de un Parlamento que no sesiona permanentemente, ausencia de la mayoría de los gobernadores en la búsqueda de soluciones, y una visión del país desde Buenos Aires con la consecuente desvalorizació n de los reclamos del interior".
"Repudiamos los gestos y discursos violentos y amenazadores de la paz social y que la legitimidad de la autoridad delegada mediante el voto popular sea interpretada como un 'cheque en blanco' que autoriza a desoír las diversas voces de la ciudadanía".
"La falta de políticas de Estado y de proyecto de país, condenan a estar a merced de los vaivenes de quienes ejercen la representació n del poder ciudadano".
"El crecimiento de la pobreza, la marginación y la exclusión está demasiado cerca de los ojos de todos como para no verla".
"Por más que los datos oficiales del INDEC se esfuercen por hacerla invisible, la inflación es una realidad que no puede esconderse y que reclama un urgente y global abordaje, para que no sea más gravemente afectada la canasta básica familiar, especialmente en los sectores económicamente más pobres".
No dejamos de estar frente a una realidad acuciante. Frente al abismo. La solución del conflicto con el campo es tan solo una pequeña parte de la problemática nacional. Si alcanzar este principio posible de solución con el campo nos llevó más de cien días y no estamos seguros de que podamos cerrarlo definitivamente, qué y quién solucionará los demás problemas que son de una envergadura superior, muchos de los cuales se vienen arrastrando por impericia desde la época en Néstor aparecía como presidente. Y, ahora con Cristina con la banda presidencial, ella nos quiere gobernar pero eso implica muchas más cosas que el uso de la cadena nacional, la reiteración de costosos spots televisivos, los diarios cambios de ropa, los repetitivos viajes al exterior, el uso de joyas caras y, tantas superficialidades más.
Por eso, el futuro es un gran signo de interrogación aunque Cristina nos quiere gobernar.
Cristina nos quiere gobernar, ¡oye!, nos quiere gobernar ¡Que no, que no! ¡Ay! ¿Por qué? ¡No, no, no, no, Cristina, que no, que no, que no, que no!
Jorge Héctor Santos.
21 de junio de 2008.
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