Me presenté como candidata para Defensor/a del Pueblo de la Ciudad de Bs.As., sola, sin aparato político partidario que me rodee levantando como única bandera el derecho a la identidad que legítimamente nos asiste a todos los ciudadanos. Además de vivir en carne propia la problemática desde hace casi 7 años trabajo ad honorem de manera ininterrumpida en la Agrupación Quiénes Somos. En la Audiencia Pública expresé que la tarea de la Defensoría es la defensa, protección y promoción de los DD.HH. y demás derechos e intereses individuales, colectivos y difusos tutelados en la Constitución Nacional, Leyes y Constitución local frente a los actos, hechos u omisiones de la administración o de prestadores de servicios públicos. Pero del Derecho a la Identidad no se ocupa, somos miles los vecinos que buscamos nuestro verdadero origen porque no seguimos el marco legal de la adopción y nos ignoran. Llama la atención el empeño que ponen en resolver las adopciones legales cuando lo entendible sería que en esos casos el funcionario diga:" ¿para qué busca? A Ud. la entregaron legalmente, no moleste a los que ya hicieron su vida." En cambio cuando somos nosotros los que pedimos ayuda la respuesta inmediata es: "¿busca una herencia? Y nos cierran todas las puertas. La Defensoría posee una Dirección de Protección de Datos Personales, ahora, miles de esos datos son falsos! Muchos de nosotros estamos anotados hasta tres veces con distinta fecha de nacimiento y nombre. Desde el año 1999 se han presentado casos y hasta hoy no han tenido la atención que corresponde. Mientras no se asuma la sustracción y búsqueda de la verdadera identidad de origen como una problemática social y no meros casos particulares seguiremos siendo cómplices de un delito y del daño irreparable que implica tratar como objetos a sujetos de derecho. Camino al Bicentenario la Defensoría de la Ciudad debe sumar este tema como corresponde, reconocer la existencia del tráfico de niños en la ciudad de Bs.As. y dar respuesta a los miles de vecinos que ven obstaculizado su derecho a conocer su propia historia, su verdad. Hace 5 años el presupuesto de la Defensoría era de 13 millones, hoy es de 33 millones. No hace falta más dinero, lo que falta es la voluntad política. Por todo esto me postulé. En diciembre se conocerá la decisión de los diputados porteños.
Graciela Palma (ciudadana sin identidad) DNI 16.496.527
palmagraciela@gmail.com
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