miércoles, 29 de octubre de 2008

OLIVA

LA INCREÍBLE HISTORIA DE CHRISTIAN GÓMEZ OLIVA
LOS RADICALES K DE SANTIAGO DEL ESTERO OLVIDAN A SUS MUERTOS
Por Ana Grillo


Ante el abandono y desprotección de un Diputado Nacional para con su hermana, amigos y correligionarios recaudan fondos para reparar nicho de su hijo.
El próximo 3 de noviembre se cumplen tres años del fallecimiento de Christian Alfredo Gómez Oliva, quien sufriera un accidente en Colonia Dora, provincia de Santiago del Estero cuando solo tenía 21 años de edad. Estudiaba abogacía, destacándose por todo aquello que lo tenía como actor y ejecutor de actividades, era admirado y seguido por jóvenes de su generación, reconocido por los mayores por su capacidad intelectual, contracción al trabajo, operatividad y excelente trato con sus semejantes. También al momento de su deceso era Presidente de la Juventud Radical del Depto. Avellaneda, trabajaba desde hacía cinco años en el estudio jurídico de su tío Cristian Rodolfo Oliva, diputado nacional desde 2001 representando a Santiago del Estero y era el principal operador político de éste, manejando incluso los fondos de su campaña política.
Cuatro días antes de las elecciones de octubre de 2005, las altas temperaturas eran insoportables en tierra santiagueña por lo que, junto con un grupo de jóvenes de su edad, Christian se dirige a un canal cercano a su casa para refrescarse. Al zambullirse sufre un accidente por lo que debe ser trasladado a un hospital público de la capital de la provincia, permaneciendo internado en terapia intensiva durante ocho días. Al observar los profesionales que lo asistían que requería mayores estudios con tecnología más moderna deciden su traslado vía aérea a la Capital Federal, oportunidad en la que se intensifica el dolor de su madre, Clarisa Anabella Oliva Smith. En primer lugar porque el diagnóstico inicial no fue el que se había informado; segundo, porque recién en el aeropuerto se le comunicó que debía ser operado; tercero, porque no se requirió el consentimiento de los progenitores para la derivación; cuarto, porque al llegar al Instituto Fleni no fue aceptado dado que ni el gobierno provincial ni la casa de la provincia en la Capital Federal habían realizado la reserva como tampoco el pago correspondiente, por lo que debió ser internado en el Sanatorio Itoiz en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires.
Es de suma importancia remarcar que Clarisa Anabella Oliva Smith inició juicios a su hermano el legislador nacional Cristián Rodolfo Oliva en la justicia laboral ya que el joven fallecido trabajaba en negro, o sea que no contaba con obra social, de ahí que debiera deambular cuando fue derivado a Buenos Aires; también comenzó un litigio contra Gerardo Zamora por "abuso de autoridad" y que podría ampliarse por mala praxis, dado que el deceso se produce por aseptisemia generalizada, cuadro clínico que no se determinó en el hospital público santiagueño, o no le fue informado a su madre.


Abandono y desprotección

Clarisa A. Oliva Smith es una verdadera luchadora que, para poder saldar las deudas que le dejó la muerte de su hijo Christián y, para seguir alimentando y formando a sus otros tres hijos menores, se trasladó a la Capital Federal a desarrollar diversas actividades, a la vez que era sometida a intensos tratamientos psíquicos, clínicos y físicos a efectos de su recuperación. Solicitó en PAMI (Santiago del Estero) el traslado a Buenos Aires, realizando esfuerzos que no sabían de descansos mientras cumplía con su tarea en el organismo oficial sin contar con la colaboración por aquel a quien con devoción y por sentimientos había trabajado hasta alcanzar una banca en el Congreso Nacional, Cristián Rodolfo Oliva, su hermano.
Para que Christian pudiera descansar en el cementerio de Colonia Dora, su madre logró que una tía le prestara un nicho, el que en la actualidad se encuentra sumamente deteriorado y dada su incómoda situación económica un grupo de amigos y correligionarios decidieron recaudar fondos para lograr repararlo ante la indiferencia total de aquel por el que por sentimientos familiares contribuyó para ocupar una banca en el Congreso Nacional, su hermano Cristián Rodolfo Oliva.
A raíz del juicio laboral en la justicia santiagueña de Clarisa contra el diputado nacional Cristian Rodolfo Oliva, el pasado 21 de abril se presentó la esposa de éste, la Dra. Erika Leguizamón, oportunidad en la que manifestó que el fallecido no trabajaba en el estudio jurídico sino que estaba aprendiendo y agregó: "sería una exhorbitancia pagar por un aprendiz", a la vez que ofreció abonar $ 25 mil por quien además de ser la persona de mayor confianza de su esposo, también hacía de chofer de la declarante.
¿Por qué la presentación del juicio laboral de Clarisa contra su hermano? Muy simple: porque no contaba con la cobertura de obra social lo que hubiera evitado deambular con el fallecido en busca de nosocomios mientras tenía vida y por no tener contratada una ART para beneficio de un trabajador que a la vez era su sobrino.
¿Es posible que una abogada como la señora Leguizamón, que fuera defensora del pueblo de Santiago del Estero, ignore que por ley no deben existir trabajadores en negro al igual que su esposo el Dr. Cristián R. Oliva quien a su vez y desde el año 2001 se desempeña como diputado Nacional?
En otras entregas se conocerán mayores pormenores de una historia que parece imposible de creer pero que evidentemente es similar a lo que pasa en otros lugares de nuestro país y a otras familias, cuyos hechos se desconocen porque la gente todavía tiene miedo de hablar.

Ana Grillo


Buenos Aires - Argentina
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