ALFONSÍN Y FELLNER

UNA CONTRAOFENSIVA CONTRA COBOS

Alfonsín intentaría reemplazar a Fellner

Por Alexis Di Capo para el Informador Público

Ricardo Alfonsín, con el apoyo de Ernesto Sanz, planearía una importante contraofensiva para contrarrestar el avance de Julio Cobos en las encuestas a partir de su desempate en la votación del 82 por ciento móvil. El 3 de diciembre, en un acto en Capital, el bonaerense lanzaría formalmente su precandidatura presidencial. Pero por la misma fecha tendría un proyecto bastante más ambicioso: asumir la presidencia de la Cámara de Diputados en reemplazo de Eduardo Fellner y ascendiendo un escalón, ya que ahora es Vicepresidente Primero. En diciembre pasado, contando con mayoría para relevarlo a Fellner, los bloques opositores optaron por respetar la tradición de que la primera minoría ejerza la presidencia de la Cámara, a instancias sobre todo de Carrió. Pero ahora la situación sería distinta. La jefa de la Coalición Cívica se llamó a silencio y prohibió a los suyos participar de cualquier homenaje a Néstor Kirchner, señal de un inminente endurecimiento.


Un golpe de efecto

Apoyándolo para que suceda a Fellner, Carrió podría encontrar el camino para reconstituir su alianza con Alfonsín. Es una incógnita si Felipe Solá participaría o no de esta operación. Sus últimas reacciones adhiriendo a los homenajes a Kirchner lo muestran casi ofreciéndose como candidato del poskirchnerismo. Pese a que no deja de conversar con Mauricio Macri, en la última cumbre del Peronismo Federal declamó contra la derecha y hasta vapuleó a la mano derecha de Juan Carlos Romero, Ángel Torres, por acercarse a los macristas. Volviendo a Alfonsín, su encumbramiento como máxima autoridad de la Cámara le permitiría equiparar a Cobos en cuanto a rango institucional y plantarse más sólidamente para la primaria del Acuerdo Cívico y Social. A la eventual ofensiva radical contra Fellner no le faltarían justificativos. Sanz encabeza una movida de legisladores de ambas cámaras reclamando que el gobierno convoque a sesiones extraordinarias, cosa que la presidente ni siquiera tiene en estudio.