jueves, 2 de agosto de 2007

EL PROYECTO BICÉFALO

“EL PROYECTO BICÉFALO”.

Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse. 31/07/2007



Amphisbaena es un dragón mitológico del África, que tiene dos cabezas, una en cada extremo de su cuerpo. Este dragón ha aparecido en otras mitologías, como las de Grecia y Libia.



Los poderes de este dragón eran :



1. Regenerarse: Si se cortaba a un amphisbaena, éste lograba unirse de nuevo y pegar sus partes.



2. Veneno: Tenía colmillos venenosos.



3. Eficiente duplicidad: Cada cabeza podía realizar una tarea o acción: una podía dormir mientras la otra seguía despierta, por ejemplo.



4. Velocidad y flexibidad corporal.



5. Rodar: En el momento en que una cabeza mordía el otro extremo, podía dar vueltas, y rodar.



6. Sangre caliente: a diferencia de otras serpientes que son de sangre fría.



Duele expresar un pronóstico sombrío sobre el país.



Y duele expresarlo casi en soledad.



Casi ningún medio de comunicación, salvo los de circulación restringida se expide en estos días en modo taxativo sobre la certeza de que el país, inexorablemente, se va a complicar.



Hay un conjunto medular de información sensible que va quedando en el tamiz de la “prudencia” periodística y se guarda celosamente sin darse a conocimiento público… a cambio de cierta tregua o algo de propaganda.



La conclusión más sosegada que puede hacerse sobre esa información permite formar la convicción de que el país va, sin dudas, rumbo a complicaciones bastante serias.



Más grave que lo dicho :

Son ese tipo de complicaciones que terminan mal.

No existe una sola razón objetiva para suponer que no ha de ser así.

Ni el voluntarismo más alegre, ni un optimismo ciego, ni mucho menos el deseo genuino de que esto pueda tratarse de un error de percepción, muestran que el horizonte tenga chances de cambiar.



El sistema “central” de la toma de decisiones del país, cuya autoría conyugal, parece bastante clara, luce sin la menor idoneidad.



Es un gobierno bicéfalo, pero no desde ahora. Siempre lo fue.



Ellos dos son, muy claramente, el dragón Amphisbaena y se disponen a someternos por bastante más tiempo.



Están enojados y tienen un miedo difícil de disimular porque ya se les terminó el efecto “rebote” de la gran caída argentina que los hizo tuertos entre cualquiera de los ciegos. Los hizo reyes



El “proyecto político” de este matrimonio tuvo siempre y tiene hoy una característica distintiva propia :



No es para la Nación. Es personal.



La causa decisiva es psicológica, tan inmanente como su marketing de patriotismo. Consiste en que dentro de cada uno de ellos, el afán de riqueza, ocupa un lugar completamente anómalo.



Y esta exorbitación del apetito económico es una marca indeleble en ambos desde que son jóvenes.



Brota sin disimulo cada vez que se aproxima un acto electoral.

La carnicería de los tránsfugas de la moral en estas épocas donde se pone en juego su propia continuidad personal ó su colapso, los transfigura y los lleva a actuar como jauría.



Y como la audacia para llegar a cualquier botín es la forma cotidiana del trato, les resulta forzoso vivir en perpetua alerta.



Pero para ellos se trata de una audacia fácil, abierta y cómoda en medio de una sociedad que no se ha habituado a exigir un bledo.

Ni decencia a quienes son elegidos, ni mucho menos competencia a los que ocupan funciones elementales.



Vale preguntarse si este dragón bicéfalo sigue pensando en esa imagen soñada de verse incrustados en el pináculo del poder perenne ó si acaso por una casualidad ha llegado honestamente a encontrar cómo plasmar el ideal de servir al país con patriotismo y hasta con la más espontánea insolidaridad consigo mismo.



Del pasado, ya se ha visto … no se hacen cargo ni ebrios.



Es decir, han aceptado ocupar el más alto sitial consagrado en la Constitución Nacional pero sólo en una especie de retro traslación al día 9 de julio de 1816, como si hubieran sido dados a luz simultáneamente con la génesis de la República.

Su gestión es y será un segmento desagregado de la película que debe ser proyectada sin títulos iniciales… y probablemente sin final.



Leyes, decretos y disposiciones presidenciales totalmente soberanas y absolutamente constitucionales han sido dinamitadas en nombre de una moderna cruzada para reivindicar la “justicia” de los grupos armados de aquellos años.



Pero atención :



Que no se les vaya a ocurrir a ninguno de los futuros gobiernos, anular ó dejar sin efecto estas “nuevas bases jurídicas” de ortopedia retrovisora que ellos han hecho.



Hay fuertes motivos para pensar que estamos en manos de dos sujetos que se creen iluminados, dueños de la verdad revelada y conocedores, además de que, junto con el fin de su gestión, ha de llegar también el fin del mundo.



Que hay aquí un proyecto personal, vacío por completo de conciencia crítica y ceñido a una de dos cosas :



El poder bicéfalo por la vanidad ó la vanidad bicéfala por el poder.



El dragón amphisbaena ya instaló su proyecto de dos cabezas :



Probablemente… un país sin destino.



Lic Gustavo Adolfo Bunse

gabunse@yahoo. com.ar

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