“EL SUEÑO DE SALIR POR ARRIBA”
(Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse) (03/06/2008)
Kirchner, dueño y señor de la suprema decisión nacional, se encuentra orbitando hoy otra galaxia. Acaso sin saberlo, se ha convertido en su propio enemigo.
Una alucinación que quizás resulta bastante superadora de la imagen del monstruo que le salía de adentro al doctor Jekyll.
Un psicótico común, o para decirlo más propiamente, un loco de remate, tiene tres características básicas :
a) Incoherencia.
b) Contradicción.
c) Pérdida plena de la noción de prójimo.
Estos tres factores, puestos a funcionar en forma conjunta y combinada, son determinantes de que, cualquier acción o cualquier conducta, fulmine rápido la racionalidad y la más elemental tolerancia intelectiva.
No habrá en estas líneas jamás, algún argumento absolutorio para un pobre loco que maneja los hilos del poder de un modo tan directo como impúdico. Porque está en su sano juicio.
Está asustado, eso sí… y tiene espasmos de racionalidad.
Al advertir que él mismo ha armado su propia encerrona, es plenamente capaz de comprender su desventura y hasta de avergonzarse de ella, como la fiera que ha errado el salto.
Su perturbación del juicio es, sin embargo, un acto consciente, que lo impulsa a no medir el bien y el mal, casi de ex profeso.
Por primera vez en su vida, hizo crecer a su propio enemigo hasta una dimensión insólita, en la que sólo faltaría que, además, le invente ahora hasta un líder conductor suficientemente sólido para enfrentarse luego a él y terminar capitulando con una módica discreción.
Por primera vez en su vida, empieza a sentir la coerción social, algo que le aterra más que nada. Y que lo obliga entonces a emprenderla contra ella atrincherado en el PJ, en un infatigable empecinamiento por cumplir una especie de programa trágico.
Ya ha logrado que algo más de un 70% de la gente apoye la protesta del campo, que todo el mundo, por todos lados, hable y entienda acerca de la aberración de las retenciones. Casi una bendición para el enriquecimiento cultural y cívico de un pueblo que no tiene la menor idea de estos asuntos.
Contra la pared, pero mostrando los dientes, ha llegado incluso a suplicar en silencio que venga alguien y lo saque de su laberinto por el techo.
Que lo saque a él y que la saque a su esposa, atacada hoy de una especie de frenesí discursivo que le hace hablar a los gritos hasta con los muros .
Y allí está la Corte Suprema de Justicia, su Corte… que lo ha empezado a mirar de reojo, casi con piedad, viéndolo trastabillar entre las llamas.
Dudan, estos magnos jueces, entre seguir hoy lavándose las manos como Pilatos, o acaso zambullirse en el riquísimo filón que les ofrece, gratis, la ignorancia de este matrimonio.
Han visto ya, con no poco susto, que aún dentro de la vigencia de la ley de emergencia económica, el ejecutivo tiene absolutamente prohibido crear impuestos.
Ni ellos mismos pueden justificar su silencio.
Son ellos y sólo ellos , todo el Poder Judicial.
Y habrán de preferir, antes que la hostilidad de sus pares se los indique, adueñarse del paisaje y sacar a este par de mediocres de los pelos, por arriba del laberinto. Salvándolos de que se estrellen sin remedio.
Y acaso sea entonces la Corte, casi conmovida por ver que ya quemaron un cuarto de año chapoteando en el mismo barro, quien los rescate de una derrota inesquivable. Y quien les ayude a convertir su enorme necedad en victimización, para extirparlos del fuego sin heridas ni contusiones.
Calcularon, tal vez, los jueces, que pueden matar dos pájaros de un tiro :
Auxiliar a la yunta, sin que parezca.
Sacar chapa de la mayor y la mas augusta independencia.
En medio de todo esto, es mejor irse a Italia a comprar ropa y a hablar de las obligaciones inexcusables de “exportar alimentos al mundo”.
Algunos de los presentes, que conocen el desastre que tiene esta mujer en el patio trasero, se preguntaban si los tomaba por idiotas o si acaso estaba ensayando, como su esposo, las tres claves del síndrome psicótico.
El arma de la confrontación les ha empezado a fallar.
Una herramienta maravillosa para doblegar gente y para construir poder, que ya tiene hoy… los engranajes oxidados.
Necesitan a alguien que los saque por el techo del laberinto.
Y tomarse un descanso… para hacer la campaña política del 2009.
Lic. Gustavo Adolfo Bunse
gabunse@yahoo.com.ar
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