lunes, 12 de enero de 2009

LA DENUNCIA DE CARRIÓ

PONZI-MADOFF Y LA ASOCIACIÓN ILÍCITA QUE DENUNCIÓ CARRIÓ

Por Ernesto Poblet



Los cuarenta millones de argentinos dieron mandato -entre otros- a 129 diputados y 72 senadores que se agruparon en quórum y en votaciones en determinadas sesiones para obtener leyes que de un momento a otro arrebataron los ahorros previsionales de toda la comunidad que componía el sistema de la capitalización -y el de reparto- para entregarlos a la disponibilidad de ciertos burócratas advenedizos, quienes por su parte ya se encuentran rifando esos fondos para saldar los agujeros del ahora caótico régimen fiscal y el maremágnum de las disposiciones administrativas de un sistema agónico, aprisionado en sus propias mañas.



Néstor Kirchner desde la madriguera a que alude Elisa Carrió, Cristina Fernández la presidente consorte, el senador Miguel Pichetto y el diputado Guillermo Rossi condujeron las operaciones políticas del despojo ante las instituciones de la Constitución. El rebaño de legisladores sumisos cumpliría su participación como cómplices prebendarios o simplemente aterrorizados por la coacción. En las emergencias de los últimos días del año -otra emergencia más- se facilita la tarea de sacar ciertas leyes como chorizos, sin mayores debates o utilizando las madrugadas para ocultar púdicamente las vergüenzas ante la realidad de los disparates. Cualquier argumento leguleyo de abogado irresponsable sirve a un juez del sistema para desestimar la propiedad privada de los ahorristas obligados bajo el eufemismo de la solidaridad. Toda una implementación preparada con la anuencia estusiasta de un ejército de periodistas falaces diseminados por los distintos medios, con la colaboración interesada de corporaciones profesionales y gremiales.



A pocos días del latrocinio “legal”, ya a nadie ruborizan las resoluciones ministeriales que derivan los fondos de Anses y las ex Afjp’s a cubrir los agujeros del presupuesto nacional o cualquier destino que le venga en gana al factótum consorte desde la residencia de Olivos. Pueden alegremente destinar 930 millones para las quebrantables pymes o los miles de millones que se les antoje para las corruptibles obras públicas en manos de los burgueses amigos -o algo más- del mencionado factótum iracundo.





“Skanska fue un negociado entre privados…” sentenció la orden oficial. La licitación se manejaba con precisas instrucciones desde Enarsa y Enargas -ambas oficinas estatales con distintos objetos y conducidas por funcionarios del riñón de Néstor Kirchner- mientras los papeles responsables se los hacían firmar a la concesionaria privada TGN, empresa administradora de los gasoductos norteños. Inédito procedimiento para el fraude público, encima utilizando graciosamente fideicomisos no permitidos por la ley 24.441 para su aplicación en actividades del Estado.



La firma privada TGN, dando señales de honestidad, descubrió ante la opinión pública y la justicia los escandalosos sobreprecios propuestos en un presupuesto de fraguación kirchnerista. Algún funcionario K fue procesado para la gilada pero la denunciante TGN cayó víctima de maniobras insufribles, aprietes de funcionarios y sindicalistas, peor aún, tarifas lo suficientemente bajas para hacerla caer al borde del défault. Con rapidez inusual el gobierno decide intervenir la TGN privada y tender ciertas redes asfixiantes para destinarla a las garras voraces de la burocracia estatal o los amigos “burgueses” del oficialismo, cual cuervos al acecho con el objeto desembozado de comprar por chirolas las disminuidas concesionarias. Se actuó con esquemas mafiosos, rencorosos y vengativos contra los denunciantes de los sobreprecios espurios que terminan por pagarlos la sufrida comunidad.



Los que traficaban la droga a través de Southern Wind (el pintoresco periplo Tacna-Córdoba-Buenos Aires-Madrid) extrañamente terminaron siendo tan sólo unos pocos perejilitos de la Aduana y de la “empresa aérea”, mientras la Justicia K salvaba presurosa y diligente a los titulares de la compañía S.W., al intocable Secretario de Transporte Jaime y al inobjetable Echegaray a la sazón nada menos que el Director de Aduanas, foco responsable de las maniobras seriales del contrabando de cocaína destinados a una ignota oficina de la embajada en España.



No tiene empacho el ministro De Vido en informar los coletazos despiadados de la estafa previsional. Anuncia sin sonrojarse que los 3.055 millones para la UTE que construirá dos centrales térmicas para generación eléctrica “será financiada con Aportes del Tesoro Nacional y con colocaciones de la Anses…” (SIC). Confesión de parte: la plata de los jubilados jugada para negocios aleatorios que según la ley 15.336 la generación eléctrica debe ser actividad estrictamente privada no permitiendo al Estado asumir los riesgos de este negocio no apto para la administración pública ni siquiera como concesión de servicios.



Con este pillaje de reasignar partidas discrecionalmente y violando las normas se descubre la orfandad del régimen kirchnerista para obtener inversiones normales y financiación operativa con la cual encarar la solución energética. Haber echado mano de los ahorros o aportes previsionales para la aventura de la generación eléctrica constituye otra estafa similar a la naturaleza delictiva de las maniobras de Carlo Ponzi o Bernie Madoff en los affaires financieros que tanto han dado que hablar en la historia vieja y en la actualidad.



Los Ponzi-Madoff públicos de la Argentina eligieron una inmensa comunidad -más de cuarenta millones- sujeta por leyes republicanas a una sofisticación de promesas trasladadas por determinados representantes aquiescentes de la corrupción. Alcanzaba con los 129 diputados y 72 senadores.





Se ríen con fantasmales carcajadas. Nunca nadie podrá hacer nada pues todo es absolutamente “legal”. Los fondos de las AFJP ya pasaron por la implacable cremación y los de Anses serán paulatinamente gastados adornando al adorable Ogro Filantrópico que tantos dividendos deja al grupito denunciado por la doctora Carrió y otros “delirantes” de la oposición y el periodismo sano.



El Madoff político de nuestras pampas de un solo saque logró recaudar la suma talvez más grande del siglo en la Argentina. Cree darse el lujo de bancar con eso las obras públicas faraónicas y las necesarias, los compromisos internacionales, la movilidad de las jubilaciones y pensiones, los aumentos salariales, los siderales subsidios y el desvío mediante propinas a los intendentes, gobernadores, legisladores, jueces, periodistas, sindicalistas y demás amigos del capitalismo “burgués nacional y popular” que alimentan esta singular cadena de la felicidad pública.



¿La productividad…? ¿Las inversiones…? ¿La imprescindible asistencia financiera obtenida con la confianza que otorga una larga probidad…? ¿La seguridad jurídica y física…? ¿La Justicia independiente...? ¿La inflación...?. "Bien, gracias, no es ningún problema, de eso que se ocupen los giles…" dirían sonrientes los maestros Carlo Ponzi, Bernie Madoff y su discípulo criollo el Viejo Vizcacha del Siglo XXI dirigiendo con segura batuta un gabinete de amigos..., todos ellos diestros y avezados en la venta de heladeras y autos baratos.



El autor es abogado, historiador y periodista.

epoblet@fibertel.com.ar

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