Mientras la sequía no da tregua, muerte de animales, langosta, cosechas de girasol y soja por debajo de lo esperado, perdidas incalculables en lo que se refiere a maíz, carencia de forraje para los tiempos que vienen, el Secretario de Agricultura estaba acompañando a la Presidenta , quizás tomado mojito, en una gira con objetivos de política exterior no claros, salvo una foto.
Quizás, aunque hubiese estado aqui tampoco hubiese sido consultado por Moreno, para la entrega de 15.000 toneladas de maíz a algunos productores del sur bonaerense, afectados por la sequía, cabe preguntarse si será un acto patriótico y político de comprensión de la situación por parte del oficialismo, o una utilización maliciosa y perversa de una situación dramática con el fin de quebrar los reclamos del sector y cumplir el viejo anhelo de Néstor de verlos de rodillas.
La sequía es un hecho natural , sin embargo la falta de política ganadera, la destrucción de la lechería, la necesidad de recaudación y de hacer caja que llevo a un conflicto dañoso previo a la sequía y a la crisis internacional, son conductas humanas, y tienen responsables. Uno de ellos, es quien desprolijamente hace entrega de 15.000 toneladas de cereal para los productores, que aunque necesarias y bienvenidas no pueden hacer perder de vista una política lisa y llanamente desvastadora para el sector.
Entiendo que quienes conducen las entidades, no deben cargar las tintas sobre los productores, que reciben este alivio, muchos de ellos hasta hace meses estaban en las rutas, pero la sequía ha alterado notablemente el panorama de los productores colocándolos al borde del quebranto. No se debe caer en la trampa de la desunión, hoy más que nunca en la dirigencia agropecuaria debe primar la mesura. Es una virtud del hombre de campo, como otros mas que exhibidas en los meses de conflicto le granjearon el apoyo de un país entero.
Dr. Gustavo Aramburu
Abogado
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