MUSEO DE CERA

NotiAR - 25-Ene-09- Editorial
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Museo de cera de Cuba

por Humberto Bonanata

La fotografía con el dictador cubano Fidel Castro Ruz se asemeja más al museo de cera de Londres, "Madame Tousseau", que a la realidad. En Venezuela visita al socio de negocios espurios de la asociación ilícita comandada por el presidente de facto a la postre, su marido, Néstor Kirchner. Mientras tanto, asumía como presidente del mundo Barack Obama.

Quizás la semana que concluyó represente el último acto en materia internacional del decadente kirchnerato. Como demostración del resentimiento de los mediocres, la delegada presidencial, se ufanó en el mundo globalizado y recaló en el sumidero más contaminado de América Latina que Argentina integrará mientras Néstor Kirchner domine a su dependiente psicotrópica, mucho peor que a su mucama política.
2009 presagia para el mundo desarrollado el peor de los dos primeros años en los que comenzará a reflotar una crisis similar a la de hace 80 años con una gran ventaja frente a la primera: la informática comunica a la aldea global al instante y las conductas humanas y economicistas se concatenan en horas.

Aunque al igual que algunos presidentes, el mundo es bipolar. Y a la contra cara cambio sistémico la cámara séptica de la decadencia y la persecución por el odio mismo que generan ambas personalidades psicoticas, Kirchnerlandia se abraza al atraso, la intolerancia, las dictaduras cincuentenarias y a las diktacracias formales de los caudillescos populistas como el "Loco" Chávez.

Mientras tanto la maldición Kirchnerista contra el campo ha dado su fruto. La sequía y la caída de los precios internacionales de nuestros productos primarios que los ayudaron a desperdiciar durante los últimos 68 meses la genuina inserción en el mundo de la Argentina ya es una triste historia de nuestra realidad.

Han desperdiciado a mejor y mayor alcancía de nuestros productos exportables.

No solo los juzgara la historia de sus sobrevivientes. Los juzgará la justicia de sus contemporáneos que los venimos padeciendo desde hace casi seis años.

El 25 de mayo de 1973 culminó en sólo 37 días cuando Juan Domingo Perón le bajó el pulgar al ideólogo revolucionario frustrado Héctor José Cámpora.

Treinta y seis años después "ya no tenemos papá". Depende de nosotros ciudadanos pusilánimes saber acompañar las justas luchas como la del campo a través de nuestra voluntad cívica para que esta tragedia tenga un final en paz.

Humberto Bonanata