miércoles, 28 de enero de 2009

HOTELITO DE FAMILIA

Alto Calafate, el nuevo hotel de la familia Kirchner
Fuentes del mercado dicen que costó nueve millones y medio de dólares. Es uno de los más grandes de la ciudad que eligió el matrimonio presidencial para sus negocios.

Diego Genoud
24.01.2009




Alto. El hotel domina el paisaje. Desde sus habitaciones se ve toda la ciudad, el lago y los cerros. Fue vendido a los Kirchner a fin del año pasado y la operación se oficializó el 2 de enero.

La familia presidencial sigue invirtiendo en El Calafate, la villa turística que Cristina Fernández de Kirchner suele definir como su “lugar en el mundo”. Los Kirchner acaban de comprar el hotel Alto Calafate, un cuatro estrellas de 103 habitaciones y 4.400 metros cuadrados que está ubicado en el ingreso a la ciudad, sobre la ruta provincial Nº 11, que la comunica con Río Gallegos.

El hombre que es sinónimo de los negocios inmobiliarios de Néstor Kirchner, la hija menor de Alicia Kirchner y el apoderado del empresario santacruceño paladar negro Lázaro Báez son los nuevos dueños de Hotesur, la sociedad anónima que es dueña del segundo hotel más importante en la ciudad que oficia de puerta de entrada al Glaciar Perito Moreno. El flamante directorio de la sociedad que se quedó con el Alto Calafate figura en el Boletín Oficial de la República Argentina del 2 de enero pasado. Fuentes del rubro inmobiliario le dijeron a Crítica de la Argentina que la operación se concretó a fines de 2008 por un monto estimado en nueve millones y medio de dólares. Este diario se comunicó con el hotel para corroborar si los nuevos dueños pagaron esa cifra, pero al cierre de esta edición no había obtenido respuesta.

El presidente de Hotesur es ahora Osvaldo “Bochi” Sanfelice, un ex funcionario provincial que acompaña a Kirchner desde el tiempo en que era gobernador de Santa Cruz. Hasta hace muy poco, Sanfelice sólo era conocido en Buenos Aires por ser el socio de Máximo Kirchner en Negocios Inmobiliarios, la inmobiliaria que se encargó históricamente de administrar las propiedades que la familia presidencial tiene en Río Gallegos desde hace más de treinta años. Negocios Inmobiliarios pasó a un segundo plano en 2006, cuando Néstor, Cristina y Máximo crearon la inmobiliaria Los Sauces.

A fines de 2008, Sanfelice pasó a ocupar un lugar destacado en el mapa de negocios de los Kirchner. Este diario reveló entonces que fundó la sociedad anónima Talares de Posadas para realizar obras de ingeniería civil –oleoductos, gasoductos, obras viales, canales, diques y represas– junto a Cristóbal López, el zar del juego patagónico que sembró de casinos y tragamonedas el país en sincronía con la llegada de los pingüinos al poder.

El Alto Calafate se suma al hotel boutique lindero a la residencia de los Kirchner que la familia presidencial inauguró en 2007 también bajo el nombre de Los Sauces. Todas las habitaciones, distribuidas en tres plantas, cuentan con minibar, tevé, calefacción, teléfono con voice mail y Wi-Fi. La simple cuesta 185 dólares la noche, la triple, 260 y la suite Exquisite Design –con living privado, escritorio y cama king size– alcanza 303 dólares. Fue construido entre 2004 y 2005 al pie del cerro Calafate y hoy es considerado el segundo en importancia detrás de La Posada de los Álamos, propiedad de Angélica Girometti de Guatti. La flamante adquisición tiene una de las más admirables vistas de la zona: desde allí pueden contemplarse el Lago Argentino, el cerro y una parte de la ciudad.

En este caso, el matrimonio gobernante decidió incluir en el emprendimiento a las hijas de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. La vicepresidenta de la nueva Hotesur es la abogada Romina de los Ángeles Mercado, hija menor de la ministra y del ex sindicalista Armando “Bombón” Mercado, quien actualmente opera para el kirchnerismo en Catamarca. En sus 33 años, Romina trabajó para la constructora Petersen Thiele y Cruz, el Banco de San Juan –ambos de la familia Eskenazi– y hoy es empleada en la sucursal de Río Gallegos del Banco de la Nación Argentina. Su hermana mayor, Natalia, es la más conocida de las dos porque está a cargo de la fiscalía en El Calafate desde que se creó, en 2005. Las dos figuran en la lista de beneficiados con las tierras que el ex intendente Néstor Méndez otorgó, a un precio de siete pesos con 50 por metro cuadrado, entre 2003 y 2007. La entrega de esos terrenos motivó una denuncia judicial que presentó el año pasado el abogado radical Álvaro de Lamadrid y que recayó en el juzgado de Carlos Narvarte, en el que la fiscal es precisamente Natalia Mercado.

En 2006, Romina dejó de lado el perfil bajo y pidió la destitución del abogado y conjuez federal Dino Zaffrani en el Consejo de la Magistratura por “conducta impropia”. Romina lo acusaba de haber insultado a su madre, la ministra Alicia Kirchner, el día en que la hermana del ex presidente fue agredida en Santa Cruz.

Quizá para que no haya celos entre las hermanas Mercado, el cambio de accionistas en Hotesur también le reservó un sillón en el directorio a Patricio Pereyra Arandía, el marido de la fiscal Natalia Mercado. Pereyra Arandía está a punto de cumplir 34 años y es famoso en la municipalidad de El Calafate porque se dedica al servicios inmobiliarios y suele estar a cargo de los permisos para realizar construcciones en nombre de la familia de su esposa.

El empresario Lázaro Báez, íntimo amigo del ex presidente, no figura en el nuevo directorio de Hotesur, pero sí su apoderado legal, Roberto Saldivia, que representa a Báez y a sus constructoras, Gotti y Austral Construcciones. A fines de noviembre pasado, Saldivia intimó por carta documento a la esposa del ex candidato a gobernador radical Eduardo Costa, Mariana Zuvic, para que ratifique o rectifique un informe sobre las empresas del grupo Báez. Las fuentes consultadas por Crítica de la Argentina coinciden en que Saldivia tiene una trayectoria intachable en materia de derecho pero afirman que hasta ahora no se le conocían antecedentes en el rubro inmobiliario. Sí a su representado.

La nueva asamblea de accionistas incluye a Alejandro Ruiz y a Adrián Berni, un contador de 49 años que declara como actividad principal la venta al por menor de juguetes y artículos de cotillón.

Según consta en el Boletín Oficial, Sanfelice, Mercado, Saldivia, Pereyra Arandía, Ruiz y Berni asumieron como accionistas en lugar de José Carlos Amil López, Jorge Marcos, Jorge Giovanakis, Martín Amil, Susana Rodríguez de Marcos y María Roiz. Los nuevos dueños fijaron domicilio especial en la calle Lavalle 975, piso 4º, de la Ciudad de Buenos Aires, y la certificación de la nueva sociedad fue emitida por la escribana María Bulubasich. Lo dicen los papeles.

Bochi, el hombre que siempre está

Osvaldo “El Bochi” Sanfelice es parte de ese puñado de amigos de Néstor Kirchner que en los últimos años logró un magnífico despliegue patrimonial. Su vida está ligada a la fortuna del matrimonio presidencial: comenzó su relación comercial con los K como administrador de los negocios inmobiliarios del caudillo santacruceño y luego se asoció con el hijo Máximo en Negocios Inmobiliarios S.A.

Sanfelice es militante kirchnerista hace muchos años, desde sus días como delegado del Frente para la Victoria en Puerto Deseado. El año pasado amplió el círculo político y económico cuando se asoció con el empresario del juego y miembro del mismo círculo Cristóbal López. En Misiones fundaron Talares de Posadas, para dedicarse a realizar obras civiles y de ingeniería. La cercanía de El Bochi con los Kirchner es una cuestión familiar. Su mujer, Mirta Alicia Leiva, fue asesora de Cristina Fernández cuando ella era diputada provincial. Ahora comparte sociedad con la sobrina de Néstor en el hotel Alto Calafate.

Romina Mercado, la sobrina K

Romina de los Ángeles Mercado es la hija menor de la ministra y cuñada presidencial Alicia Kirchner y del ex sindicalista Armando “Bombón” Mercado. Abogada como su hermana, la fiscal de El Calafate Natalia Mercado, Romina trabajó para la constructora Petersen Thiele y Cruz, el Banco de San Juan –ambos de la familia Eskenazi– y es, desde hace algunos años empleada en la sucursal de Río Gallegos del Banco Nación. Su ingreso como vicepresidenta de Hotesur, la sociedad anónima que controla el hotel Alto Calafate, marca su debut en el rubro inmobiliario.

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