La depresión de Cristina Kirchner
Los acompañantes en su viaje a Cuba y Venezuela la notaron triste y ensimismada. Fue amable con las azafatas, intercambió algunas ideas con su 'estado mayor' y luego se arrebujó en una frazada por resto de la travesía.
elmundo.es
NuevoEncuentro 24/01/09
Los acompañantes en su viaje a Cuba y Venezuela la notaron triste y ensimismada. Fue amable con las azafatas, intercambió algunas ideas con su 'estado mayor' y luego se arrebujó en una frazada por resto de la travesía. El estado emocional de Cristina Kirchner –sus altibajos- ya no es un tema del que sólo se ocupa la prensa sensacionalista. Algunos de los médicos que la conocen hablan de una 'acumulación de tensiones' e incluso de un cuadro depresivo. El día 9 de enero, cuando despachaba con sus ministros, la presidenta se puso pálida, trató de agarrarse de la mesa y se vino al suelo. Lo que el parte oficial denominó una “lipotimia leve” provocada por los calores del verano y una caída transitoria de la presión arterial, obligó la presidenta a posponer todo sus compromisos, incluida la gira por el Caribe. El vacío lo llenó el vicepresidente Julio Cobos pero sólo de forma nominal. Hasta los monos saben que Néstor Kirchner es quien maneja las riendas del poder estando enferma o sana su esposa. Hay quienes adjudican las caídas y recaídas de Cristina a que el ex presidente se comporta como si no hubiera habido relevo en la Casa Rosada; coloca a sus hombres en los ministerios clave y desaloja a los que su esposa elige. “Nada más destructivo para una persona capaz y animosa como Cristina, que sentir que su propio cónyuge la embaucó al convencerla que fuese su sucesora, siendo que es él quien manda”, dice Olga Wormat, biógrafa de la presidenta.
Los corresponsales políticos comenzaron a sospechar que la lipotimia no era todo, cuando Luís Buonomo, médico de cabecera, atribuyó ese 'episodio menor' a que Cristina no ingiere suficiente líquido. Ella, que no da un paso fuera de la residencia sin su botella de agua mineral. Además, una lipotimia no obliga a quien la padece a permanecer siete días recluido en su habitación, como estuvo la jefa del gobierno.
Uno de los profesionales que integran la Unidad Médica Presidencial (MP) dijo a la revista Noticias, que la presidenta no está bien emocionalmente y que si él fuese Buonomo, la sometería a un chequeo de pies a cabeza. El galeno, que pidió preservar su anonimato (se entiende por qué) reveló que varias veces Cristina se ha quedado disfónica y que cada tanto sufre de alergias a la piel: dos trastornos de tipo psicosomático. “La señora Kirchner es una mujer fuerte pero con muchas preocupaciones que la hacen irritable. El 2008 fue un año terrible para ella: el escándalo de las valijas con dólares, el conflicto del campo, la caída abrupta de su imagen pública y por último la crisis financiera mundial, la desestabilizaron por completo”, dice el médico.
Los altibajos de la presidenta, sus abruptas oscilaciones, no son de ayer. Hay antecedentes de cómo la psiquis afecta su salud. En el 2004 confesó a Olga Wormat que tras la asunción de su marido, un año antes, se sintió 'extraviada'. “Estuve los dos primeros meses somatizando. Estaba desesperada; me sentía como una minusválida. No quería trasladarme de mi casa a la residencia presidencia y tuvieron que convencerme de que lo hiciera”, explicó la ex primera dama. La psicóloga Beatriz Goldberg sostiene que el caso de la jefa de estado para sacado de un libro de texto. “La autoexigencia extrema y la angustia van de la mano. La presidenta tiene puesta una armadura, una personalidad que frente al público intenta demostrar que aquí no ha pasado nada. Esa actitud implica un esfuerzo emocional que termina pasando factura”. En un lenguaje menos rebuscado, las personas que la rodean, sus amigas, intuyen que Cristina Kirchner está harta de vivir esclavizada a un cargo que tal vez no es para ella.
PD: AHORA CUANDO CRUJA LA FOTO DIBUJADA CON FIDEL CASTRO......QUE LE PASARA????
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