lunes, 19 de enero de 2009

LA KK MUERE: QUE NO NOS ARRASTRE

"Hay un problema con la agonía de los Kirchner: Que estamos nosotros de por medio"POR CLAUDIO M. CHIARUTTINI
Las elecciones de octubre no se asemejarán a las de 2005 ó 2007. Creer que con más de lo mismo se retendrá el poder es ilusorio. La condiciones de la economía son diferentes, la estructura de la oposición es distinta y el poder del matrimonio Kirchner es mucho menor. Preciso y por eso, dramático el panorama de la propiedad privada, de la macroeconomía argentina y los conflictos sociales que describió Claudio Chiaruttini en su editorial radial Sin Saco y Sin Corbara, por AM América.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). La 2da. semana hábil completa de 2009 mostró al gobierno de los Kirchner corriendo detrás de los problemas y las noticias negativas, algo cada vez mas usual en su experiencia política, aunque tratan de ocultar los verdaderos movimientos e intenciones de su estrategia política.

Casi media semana le costó a la Casa Rosada terminar de sacar de la tapa de los diarios el tema de la salud de la Presidente de la Nación. Sin embargo, volvió a ser un variable clave frente a los insípidos viajes a Cuba y Venezuela y será usado como excusa ante el virtual fracaso de los periplos.

Mas allá de lo que afirmen los medios y periodistas oficialistas, en el caso de Cristina, viajar a Cuba y no sacarse una foto con Fidel Castro es como ir a Disneylandia y no ver a Mickey Mouse. Los Kirchner son aliados hipotéticos de los Castro Ruz.

Por su parte, desde Venezuela se alejan, las esperanzas de conseguir US$5.000 millones para cancelar vencimientos externos. Con el barril de crudo por debajo de US$80, Hugo Chávez pasó de ser un líder regional a cubrir el rol de dictadorzuelo latinoamericano.

Para la estrategia gubernamental, la sentencia contra la Argentina que tomó el juez Thomas Griesa, de Nueva York, destrozó los intentos de dar difundir durante la semana la reapertura del canje de deuda y puso en duda el intercambio de bonos garantizados con bancos locales.

Ante la incertidumbre que despertó el fallo, la Quinta de Olivos comenzó a lanzar globos de ensayo hacia el mercado, evaluando su permeabilidad para una negociación. Primero, se especuló con recurrir a las reservas del Banco Central para pagar deudas. Luego, de seguir adelante con el canje. Más tarde se aseguró que había una oferta de los bonistas en default que querían negociar con el gobierno. Varios medios y periodistas se prestaron a la desinformación. Todo quedó en palabras, tal como suele ocurrir con asiduidad.

Lo cierto que hoy el gobierno tiene que concentrarse en la recaudación fiscal y el blanqueo de capitales para cerrar los números de 2009. Por eso la AFIP hizo trascender un plan de solicitar declaraciones juradas sobre el contenidos de las cajas de seguridad y promesas de investigar supuestas maniobras delicitivas en el comercio de granos.

Cuando se dijo que Ricardo Echegaray había asumido para “rascar el fondo de la lata” no fue una frase menor.

Néstor Kirchner recurrió a un hombre 'duro y fiel', que no tiene vergüenza del ridículo ni de intentar arrinconar a los contribuyentes que tengan capacidad contributiva aún cuando eso suponga vulnerar todo resquicio de propiedad privada que sobreviva.

Sin contar con los mercados y el dinero de Venezuela, el tema fiscal será clave en el resto de la gestión del matrimonio Kirchner.

Al gobierno no le importa que la presión impositiva sea récord. La clave es recaudar rápido y barato, y no hay mejor camino que pedirle más a los que ya pagan, antes que buscar a los evasores, que esperan blanqueos fiscales para fingir ponerse en regla.

La contracara del trabajo de Ricardo Echegaray la cumple Guillermo Moreno en el INdEC, creando estadísticas que le permitan al gobierno hacer grandes ahorros en los pagos de deuda.

Así, por obra y gracia del Secretario de Comercio Interior, el matrimonio Kirchner dejó de pagar más de US$13.000 millones, que se los quedó la Quinta de Olivos para hacer gasto electoral.

Sin embargo, la falsificación de las estadísticas sobre precios no podrá evitar que los gremios encaren negociaciones salariales con reclamos, por ahora, por debajo de 25%. Es cierto, se habla de 15% ó 18% de ajuste, pero es una cifra mentirosa dado que, en medio del texto negociado se pueden introducir adicionales que no figuran en las estadísticas oficiales.

Ahora: ¿cómo harán los empresarios para enfrentar, simultáneamente, costos en alza, un consumo estancado o en caída y créditos con altas tasas de interés?

Más allá del error de Cristina de Kirchner, quien confundió Ganancias con Pago de Dividendos, las utilidades de las empresas cotizantes en la Bolsa de Comercio crecieron 35% en un mercado que enfrentó una inflación de más del 25%. Nadie espera que los empresarios se suiciden, por lo cual, estamos al umbral de un proceso de inflación con freno de la actividad económica. El peor de los escenarios.

En ese sentido, el caso Siderar es clave y despierta otra pregunta: ¿puede un empresario disponer de su personal según sus estimaciones y resultados, o tendrá que pedirle permiso al gobierno ante cada decisión que tome?

Nadie desea despedir trabajadores ni bajar los sueldos, pero si la demanda de lo que fabrica una empresa cae 67% ¿la solución es prohibir los despidos por seis meses? ¿Quién pagará la masa salarial si no hay ingresos suficientes?

Los Kirchner afirman que los empresarios deben utilizar el dinero ahorrado durante los 5 años anteriores pero ¿quién dijo que había dinero ahorrado si, ante la falta de crédito, toda inversión se afrontó con el flujo de caja?

Los Kirchner tendrán dinero ahorrado, pero eso ya se investigará en el momento adecuado.

Según Néstor Kirchner, las empresas no pueden fijar un precio sin pedir permiso al gobierno, no pueden exportar sin pedir permiso al gobierno, no puede despedir personal sin pedir permiso al gobierno, no puede negociar bajas de sueldo sin pedir permiso al gobierno y no puede fijar sus niveles de rentabilidad sin pedir permiso al gobierno. ¿Cuándo desapareció la propiedad privada en la Argentina?

Es interesante, pero para el matrimonio Kirchner, toda empresa es propiedad social y debe estar al servicio de la comunidad; sin embargo, las propiedades sociales (escuelas, hospitales, cárceles, caminos, servicios públicos) se encuentran casi destrozadas por el gobierno de los Kirchner y no satisfacen las necesidades de la población.

El gobierno dio a entender que si las gestiones oficiales logran conseguirle al Grupo Techint una buena indemnización en Venezuela por la estatización de Sidor, ese dinero se usará para mantener sus inversiones en la Argentina.

Grave error: el Grupo Techint es una sociedad extranjera (con sede en Luxemburgo, Europa), que tiene una relación especial con la Argentina por razones históricas, no de producción, facturación o ganancias.

Si los Kirchner le exigen eso a Techint, terminará pidiéndoselo a Grupo Santander, Telefónica, Repsol, Petrobras y otras empresas extranjeras con actividad en la Argentina.

La Quinta de Olivos cree que si controlan la crisis en Siderar será una clara señal para el resto del empresariado y que si fracasa, casi con seguridad, los despidos serán masivos. Es una típica apuesta 'a suerte y verdad' que realiza Néstor Kirchner desde que juró como Presidente de la Nación.

Sin embargo, cualquiera con algo de experiencia sabe que si juega todo su capital en cada apuesta, tarde o temprano va a perderlo.

La historia de Paraná Metal es más complicada: adquirida por Ford en 1967 (el mismo año que compró Transax) la puso en venta el año pasado. En principio apareció Teksid Group, relacionada con Fiat, que desistió de la operación en octubre pasado. Luego, Carlos Leone, accionista minoritario de Paraná Metal, aparece bendecido por Guillermo Moreno para hacerse cargo de la empresa.

Con la intervención del gobierno, aparecen los planes de reducción salarial y estalla la interna sindical entre la UOM San Nicolás y la UOM Nacional. Por otra parte, partidos clasistas incentivan los reclamos más extremistas como la estatización y entrega del control de los obreros.

En el fondo, el conflicto de Paraná Metal es otra prueba de fuego acerca del poder del gobierno para negociar con sindicalistas no cercanos a la Confederación General del Trabajo, que controla Hugo Moyano y que puede tener fuerte impacto electoral en la zona de influencia. También es importante para los planes de José María Díaz Bancalari de ser intendente de San Nicolás.

En lo político, la Quinta de Olivos está usando su intervención sobre la Auditoría General de la Nación para dejar en claro que los informes de los organismos de control públicos no se usarán para destrozar la imagen de su gestión ni para perseguir a los miembros del gobierno, tal como ocurrió con Carlos Saúl Menem y, en menor medida, Fernando De la Rúa.

La pelea por la Auditoría General de la Nación es la lucha por el postkirchnerismo y la capacidad de presión de la Quinta de Olivos sobre el control que trata de ejercer la oposición.

En el fondo, la pelea es política, pero lacera una de las claves del sistema democrático: la vigilancia de los actos de gobierno. Es decir, una institución constitucional más que es destrozada por el matrimonio Kirchner.

Por último, mientras el el gobierno hizo bastante escándalo alrededor de los cortes en Gualeguaychú y Colón, ocupación de espacios públicos que apoyó durante 3 años porque le convenía políticamente pero que ahora niega por conveniencia política-, la pelea que el gobierno quiere dar antes de agosto es contra el campo.

Tal como ocurrió en mayo pasado, el insípido discurso de la Presidente de la Nación llevó al productor agropecuario de regreso a las rutas. Ofrecer ventajas para comprar maquinaria en medio de la peor cosecha en 20 años, cuando 50% de los campos están sufriendo la sequía y sin tener en cuenta los problemas en la producción de leche, soja, trigo y maíz colmaron la paciencia.

En la Quinta de Olivos creyeron que entregando subsidios o realizando compras oficiales a productores amigos romperían con las bases de la protesta agropecuaria, pero los actos organizados por la Federación Agraria Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas demostraron que hay voluntad de movilización y que son inminentes nuevos cortes de ruta.

Para los estrategas del gobierno, la movilización del sector agropecuario debe desatarse lo antes posible para que vaya perdiendo fuerza con el pasar de los meses. De esta forma, el campo estará debilitado para octubre, es decir, para poder encarnar a la oposición política contra el kirchnerismo en las provincias.

Dentro de ese plan tan berreta de adelantar los plazos, se entienden los sucesivos anuncios de aumentos de servicios públicos. La consigna es “dar las malas noticias lo antes posible, así para que en octubre nadie los recuerde”.

Que el campo vaya a perder $10.000 millones por la sequía, que las cosechas de soja y maíz sea casi 3 millones de toneladas menos de la esperada o que por la intervención del gobierno haya impedido que el campo ganara más de $5.000 millones en 2008 no le importa a la Quinta de Olivos, para los intereses del matrimonio Kirchner es clave es desgaste.

Sin embargo, para el gobierno, que Daniel Scioli resolviera apoyar los reclamos del campo sobre la sequía fue una señal de alarma. En la Quinta de Olivos saben que la fidelidad del gobierno bonaerense no es segura y que lo peor que podría ocurrir es que los gobernadores se pongan a favor del sector agropecuario, dado que eso reducirá –en mucho- el desgaste del sector. Así, la pelea toma otro color.

Por eso, hoy, la tarea encargada por la Quinta de Olivos hacia los operadores políticos es acelerar el desgaste del sector agropecuario y cerrar acuerdos con gobernadores que no son de amigos del matrimonio Kirchner, con el fin de sacarle sostén político a los hombres de la Mesa de Enlace. Así se entiende el viaje de Juan Carlos Schiaretti a Ciudad de Buenos Aires y la intervención del gobierno en Siderar y Paraná Metal ayudando al gobernador Hermes Binner.

Los tiempos políticos se aceleran por que lo busca el gobierno en algunos sectores, pero en otros, la realidad atropella la voluntad de la Quinta de Olivos.

Si el matrimonio Kirchner considera que puede sostener su proyecto político basado en clientelismo, intendentes comprados con obras públicas, gobernadores suplicantes o desmemoria de los ciudadanos. Sin embargo, eso es no conocer la historia electoral argentina.

Las elecciones de octubre no se asemejarán a las de 2005 ó 2007. Creer que con más de lo mismo se retendrá el poder es ilusorio. La condiciones de la economía son diferentes, la estructura de la oposición es distinta y el poder del matrimonio Kirchner es mucho menor.

El gobierno intenta construir un triunfo electoral, pero, en el fondo y en el mejor de los casos, extenderá una agonía que comenzó cuando Néstor Kirchner eligió a Cristina de Kirchner como su heredera.

Sin embargo, es la Presidente de la Nación la que paga hoy -y pagará mañana- los errores cometidos por su esposo y mentor. Lástima que en medio de esa decadencia, estemos nosotros.

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