lunes, 5 de enero de 2009

TRIUNFO

2009: El año que viviremos el triunfo
Por Humberto Bonanata
www.notiar.com.ar




Hoy Notiar cumple cinco años y cuatro meses de diaria prédica libertaria. Sólo nos restan 22 días para alcanzar la edición número 2000. Día a día, madrugada tras madrugada, nos fijamos una premisa a sostener cueste lo que nos cueste: defender la libertad y la democracia como forma de vida desde aquel 4 de agosto de 2003, a sólo 71 días del comienzo fulguroso del hoy kirchnerato decadente.


Muy pocas voces se alzaban como cantos de sirena sobre la nueva maldición que caía sobre la sociedad argentina. Los dos padrinos de Notiar, Malú Kikuchi y Juan Bautista "Tata" Yofre resaltaban su coraje cívico sobre la mediocridad comunicacional convencida o comprada. El ex montonero de los setenta y golpìsta autopresidente del 2001 había creado un monstruo cívico con la única finalidad de derrotar a quien le había confiado la presidencia en 1989: Carlos Saúl Menem. Atrás quedaban tiempos de "la tendencia" y de la juventud sindical peronista (ala derecha y combatiente) de Hugo Moyano.

Todos juntos, como bosta de caballo, retornaban al poder. Con el "olfato a sangre" que caracteriza al neofascismo argentino nacido del golpe del G.O.U. el 4 de junio de 1943, enterraban a quien les había dado el gobierno y el poder durante diez años y medio de historia argentina.

La década de los noventa, que los tuvo como partícipes de la gloria era el gatopardismo a vencer: había que matar al Rey para vivar al nuevo Rey.

Doloroso rigor histórico tienen aún las palabras del viejo líder que decía que la Argentina era peronista. Los opositores durante 65 años de aquel nefasto día sólo construían por el odio y en nada contribuían para el crecimiento madurativo del pueblo argentino. "Cuanto más veo crecer al peronismo más quiero a Sarmiento" me decía mi finado padre en la noche del 25 de mayo de 1973 al ver junto a su hijo adolescente de catorce años cómo se abrían las puertas de las cárceles.

Y ya con cincuenta octubres sobre mi lomo agradezco la crianza recibida de mis viejos que con el esfuerzo, el trabajo, la educación y la lucha diaria me criaron en un típico hogar de clase media con toda la libertad que genera la responsabilidad propia de nuestros actos.

Pero como esto no pretende ser la letra de un tango ni mucho menos, quiero compartir con Ustedes, fieles amigos de lucha, mi sincera esperanza.

Creo que 2009 no será un año fácil, ni para el mundo ni para nuestra Patria. La guerra desatada en Medio Oriente desafía a la globalización a un nuevo compromiso, a sólo dieciséis días de asumir Barak Obama la presidencia del mundo.

Pero en lo que a nosotros concierne 2009 será –a no dudarlo- el año del principio del fin o del fin en sí mismo del régimen decadente que nos aisló del mundo en el mejor lustro de nuestros 198 años de historia.

No sólo combatió al capital sino que lo hizo con los chacareros en contra de la producción primaria de la que fuera "el granero del mundo".

No sólo combatió la educación, sino que hizo de la prebenda y de la ignorancia su brazo electoral para ganar elecciones.

No sólo logró unir a la "pacatería ciudadana" con los hombres de la producción agro-ganadera sino que –sin quererlo- despertó en la sociedad con 25 años de formal democracia una común unión en los preceptos alberdianos.

No sólo utilizó al poder parlamentario como brazo notarial de sus actos de corrupción sino que un 17 de julio de 208 la hizo despertar de su ignominia.

No sólo movilizó al "lumpenaje" sino que también lo hizo con aquellos que volvimos a salir a las calles en defensa de los derechos de los demás.

No sólo sobreactuó en materia de derechos humanos al perseguir al pasado sangriento de un solo bando, sino que utilizó a "su" justicia con minúsculas para degradarla y sumirla a la decisión de un Consejo de la Magistratura manejado políticamente por Carlos Kunkel y Diana Conti.

No sólo nos unió el espanto.

Nos despertó de una larga noche de oscurantismo cívico para retomar el valor de la LIBERTAD.

Y así será 2009.

Conflictivo pero triunfante. Difícil pero renacentista de la democracia liberal en la que creemos.

Los Kirchner ya han perdido el poder de la credibilidad hasta en sus propias bases de antaño, que es el único poder creíble en la democracia.

Sólo les resta perder; sólo les resta rendir cuentas ante la Justicia –con mayúsculas- de sus tropelías y despotismo.

A nosotros sólo nos resta luchar hasta alcanzar el triunfo de una sociedad que deja la adolescencia para alcanzar la mayoría de edad.

Así será.

Humberto Bonanata
Buenos Aires, Enero 04 de 2009

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