viernes, 4 de diciembre de 2009

PRINCIPIO DEL FIN


Por: Guillermo Cherashny

Del fin del principio al principio del fin


Por Guillermo Cherashny

Un día después de la batalla de el Alamein, donde el Mariscal Bernard Montgomery venció a su colega Erwin Rommel, hablando por la BBC, el premier Winston Churchill le dijo al mundo: “No sé si es el principio del fin, pero por lo menos es el fin del principio”. Trasladando la historia a nuestro país, el 28-j fue el fin del principio y el triunfo opositor podría ser el principio del fin. En efecto, el kirchnerismo sufrió una derrota parlamentaria más contundente que con la resolución 125 que impidió el aumento de las retenciones.

Se lo vio a Néstor Kirchner mordiendo el polvo de la derrota, guardándose la bronca para adentro y simulando desconocer un acuerdo que finalmente se vio obligado a aceptar. Ahora queda el Senado, en donde los números son parejos, pero con este triunfo opositor en diputados las secesiones peronistas pueden aumentar y dejar parejos al oficialismo y la oposición en la cámara alta.

En la soledad de la residencia de Olivos probablemente el matrimonio presidencial largó la procesión por dentro y se echaron las culpas entre ellos, tirándose los nombres de nuevos traidores.

Si bien han logrado la aprobación de leyes económicas y de superpoderes para los dos próximos años, es necesario aclarar que Kirchner aportó muchísimo a la unidad opositora al aprobar la reforma política contra la voluntad de todo a la centroizquierda. Las excepciones fueron los dos diputados del bloque de Martín Sabatella, el solitario salteño Walter Wayar, el eterno perdedor del peronismo salteño, y el voto de Sandra Mendoza, cuyo discurso era para darle vergüenza ajena al propio Kirchner.

Con la inflación creciente y la recesión existente no disminuirán por el aumento del consumo en diciembre debido a las fiestas y por una vuelta del turismo brasileño por el tipo de cambio subvaluado en ese país. Además el BCRA no compra 100 millones de dólares como hace 20 días; ahora sólo compra la mitad. Con este golpe político la fuga de capitales está a la vuelta de la esquina. Además, los 4.000 millones de pesos que lanzó el gobierno a la calle, más el turismo ocasional, van a producir más inflación, porque la inversión sigue muerta.

Para los peronistas -acostumbrados a ganar-, Kirchner los llevó a la derrota el 28-j y ahora a una derrota parlamentaria. Y los peronistas de la provincia de Buenos Aires ya están por aprobar una reforma política que los puede desenganchar de las internas abiertas nacionales. Por todo eso, llegó el principio del fin.

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