jueves, 17 de diciembre de 2009
QUIÉN....¿ YO ?
María Zaldívar - 16-Dic-09 - Editorial
http://maria-zaldivar.blogspot.com/2009/12/quien-yo.html
Quién... ¿yo?
por María Zaldívar
Advierto sobre mi sana intención de no caer en las visiones conspirativas que tanto seducen al gran-pequeño pueblo argentino pero reflexiono: si las interferencias sonoras que sufrió el helicóptero presidencial de las que se habló ayer hasta las arcadas fueran cosecha del mismo gobierno (como se rumorea por allí) está más que claro que habría un motivo e igualmente claro que el mismo es, por ahora, desconocido para el gran público. Me pregunto entonces si, sea lo que sea que están pergeñando, el "affaire" podrá encuadrarse en lo que los abogados denominan "pre-constituir la prueba".
Impresiona, por lo menos, la celeridad de los incondicionales K para transformar el episodio en un expediente iniciado, apenas horas después del hecho, por Oscar Parrilli, elevado a Esteban Righi (dos ex miembros de las organizaciones terroristas que operaron en la Argentina durante los ´70) y que pone en danza al jefe de la Casa Militar, al jefe de la Agrupación Aérea, al jefe de Operaciones de Aeroparque, al piloto y al co-piloto de la aeronave. Mi abuela diría "Esto trae cola".
Ese loco radar que es la mente humana, que salta de aquí para allá vaya a saber uno relacionando con qué criterio los detalles, me transporta al 3 de diciembre, fecha en la que el país entero pudo contemplar a un incomodísimo Néstor Kirchner deglutiendo en cámara un enorme sapo y me pregunto cuántos repararon en las pataletas que aquello nos costaría. Porque supongo que, conocido su verdadero temperamento, no era lógico especular con una pacífica rendición.
Entonces, me da por sumar hechos que describen la realidad política presente:
· Kirchner no suele darse por vencido
· No comparte el poder
· No es republicano
· Sabe que tiene enfrente una oposición atomizada y enhebrada con alfileres
· No tiene límites, escrúpulos ni principios pero seguramente sí, fines
· Las cosas no ocurren por casualidad
· Queda mucho por ver antes de la defunción del kirchnerismo
Ahora, otra cosa. Cuando vos caminás por Rivadavia y pasás frente al Congreso, por ejemplo, o transitás por las inmediaciones de la Legislatura porteña, allá por las calles Perú o Hipólito Yrigoyen y alguien grita "¡Ñoqui!", pensalo, ¿te das vuelta? Si no cobrás por un trabajo que no realizás ¿te sentís aludido?
Con idéntica lógica, sin intentar ni por asomo avanzar sobre ciencias que me son ajenas ni tampoco ejercer psicología barata, en una línea de razonamiento de estricto sentido común intento entender por qué la presidente y sus adláteres decodificaron "Cristina Kirchner" al escuchar "la yegua".
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