jueves, 29 de abril de 2010

HEBE PUTATIVA EL PUEBLO YA TE ESQUIVA


Muy poca gente en el "juicio" de Bonafini a los periodistas
El acto comenzó cerca de las 17, y la gente se fue sumando de a poco. Unas 300 personas acompañaron el "juicio" que llevaron adelante las Madres de Plaza de Mayo para condenar los periodistas que dieron su apoyo a la dictadura. Se leyeron documentos y editoriales. "Todos los periodistas sabíamos lo que estaba pasando", le dijo a LPO Carlos Rodríguez, periodista de Página/12 y "testigo" en el "juicio".


Hebe de Bonafini preside el "juicio" a periodistas en la Plaza de Mayo.

No fue una de las tantas vueltas que jueves a jueves dan Las Madres de Plaza de Mayo frente al Congreso. El anuncio del “juicio” a periodistas “cómplices” de la última dictadura militar, motivó la llegada de nuevos interesados y curiosos que se sumaron a eso de las 15.30 a la emblemática e histórica ronda -que ya lleva 33 años, y el aniversario es otra razón para la convocatoria- alrededor de la pirámide central de la plaza.

El juicio empezó a las 17 y la gente fue llegando de a poco hasta que se juntaron cerca de 300 personas. Como en un juicio “real” –en este caso, fue un juicio “ético y político”-, hubo testigos (los periodistas Claudia Acuña, Pablo Llonto y Carlos Rodríguez, además del Presidente del Consejo Federal de Comunicación, Néstor Busso); el dr. Gallardo, Lucía García y Luis Zerranz estuvieron en la fiscalía, y Hebe de Bonafini ofició de jueza. La función de defensa la cumplirían una serie de videos y audios.

Tal como trascendió antes del acto, buena parte del “proceso” estuvo motivado a juzgar a Magdalena Ruiz Guiñazú, Bernardo Neustadt, Samuel Gelblung, Mariano Grondona, Mauro Viale, Julio Lagos y Joaquín Morales Solá, entre otros.

Al dar inicio al acto, Bonafini destacó: “Hacemos este juicio por dos razones: para que los jóvenes sepan la verdad que se oculta y confunde, y segundo como una reivindicación para los verdaderos periodistas que en una época muy dura se jugaron la vida".

Exposiciones de “pericias” abrieron el virtual juicio, signado por una vasta cantidad de material y documentos periodísticos que en esos años, fueron publicados a favor de la dictadura.

En diálogo con LPO, Carlos Rodríguez, periodista de Página/12, aseguró que “hay revuelo porque los periodistas no estamos acostumbrados a discutir públicamente estas cuestiones. Hay periodistas que no permiten que se los critique”.

“Esto es un juicio a ciertos medios y editorialistas en la dictadura, no hablamos de hoy”, resaltó Rodríguez, parte del cuerpo de testigos en el juicio. “Como periodista, me avergüenza Samuel Gelblung. Todos los periodistas sabíamos lo que estaba pasando", aclaró.

Luego de las pericias, los testigos expusieron notas y tapas de varias revistas, entre ellas, la revista “Somos” y otras publicaciones de la editorial Atlántida y Perfil. Además, se leyeron títulos y hasta fragmentos enteros de notas a favor del Proceso en La Nación y Clarín. También hubo críticas puntuales a periodistas y una carta de José Pablo Feinmann sobre Mariano Grondona.

El periodista José María Schinocca fue uno de los encargados de leer los documentos periodísticos. “Una corporación que es atacada actúa con instinto de cuerpo, y se relaciona en esa defensa con personas que son indefendibles. Si uno tiene la conciencia limpia, ni debe preocuparse”, aseguró Schinocca a LPO. “Quien diga que esto es persecución, realmente son los que tienen algo para ocultar”, concluyó el periodista.

Hubo también espacios para hablar de Papel Prensa, un tema que permanece en el tapete, y críticas al periodismo en general: “Si sólo hubiésemos tenido una prensa decente, no podría haber pasado lo que pasó”, repitió Acuña en su exposición.

A su turno, Busso remarcó que su presencia era a título personal, e hizo énfasis en que él no forma parte del Gobierno. Entre el público pudo verse, muy concentrada en las láminas ilustrativas, a Felisa Miceli, ex ministra de Economía.

1 comentario:

Unknown dijo...

lamentable cómo todo lo que hace...
a veces me pregunto dónde está el límite de algunas cosas..
hay que permitir todo por que estamos en democracia(si la hay)..

triste..