viernes, 30 de abril de 2010

LA REPÚBLICA PERDIDA


¿La República Perdida?

Por el Lic. Jorge P. Mones Ruiz


La libertad de prensa y la libertad de expresión son pilares fundamentales en la vida democrática de los países. Hoy, en la Argentina, ambos derechos están siendo amenazados, conculcados y, como en otras naciones de la región, corremos el riesgo de perder otras libertades individuales.

El "juicio ético popular" a periodistas argentinos, convocado por organizaciones oficialistas y con el beneplácito del gobierno, pone en duda el futuro de nuestro país que parece encaminarse hacia un totalitarismo que desde hace algunas décadas pretende enseñorearse en la República.

Sin embargo resulta curioso que tanto los afectados, como parte de la población, resulten sorprendidos por estos avatares. Es que acaso ¿no han advertido que los “jueces éticos populares” y quienes los apoyan son en cierta medida los mismos (o los representan) que hace treinta años pretendieron imponer su ideología por medio de la violencia terrorista? Hoy lo hacen malversando la democracia, pero con el mismo “odio como factor de lucha” que el Che Guevara inculcara a sus seguidores para el logro de sus objetivos.

Los señores de la prensa deberían recordar los antecedentes de varios miembros del Estado que hoy auspician o toleran su juzgamiento. Y como profesionales bien informados no deberían sorprenderse. Más allá de la rentada Hebe de Bonafini, aproximamos algunos nombres, entre muchos otros:

Carlos Kunkel (diputado): ex terrorista de Montoneros

Eduardo Anguita (Canal 7): ex terrorista del ERP

Eduardo Luis Duhalde (Sec DDHH): ex terrorista de Montoneros, ERP y MTP

Rodolfo Mattarolo (Sec DDHH): ex terrorista del ERP

Martín Gras (Sec DDHH): ex terrorista de Montoneros

Jorge Taiana (Canciller): ex terrorista de Montoneros

Carlos Bettini (embajador en España): ex terrorista de Montoneros

Horacio Verbitsky (periodista asesor presidencial): ex terrorista de Montoneros

Y siguen los nombres…

Parafraseando algo ya conocido de Martin Niemoller, mal atribuido a Bertolt Brecht: “Primero fueron por los militares, y no dije nada porque yo no era militar; luego por los curas, y yo guardé silencio porque no era cura, después por los jueces, y yo no protesté porque no era juez, luego por el campo, y no dije nada, yo no era productor, ahora vienen por la prensa… ¿será tarde?

Mañana vendrán por el resto de los argentinos, y si no decimos nada, entonces sí... SERÁ TARDE”

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