martes, 27 de abril de 2010

PRUEBAS DE LAS COIMAS


CORRUPCIÓN EN EL EJE BUENOS AIRES-CARACAS

Inminente aparición de pruebas de las coimas


Por Carlos Tórtora

El mega escándalo de las coimas pagadas por empresas argentinas para hacer negocios en Venezuela -y de las ventas de fuel oil a ese país- amenaza con eclosionar en distintas ramificaciones. A través del principal sospechoso de haber dirigido la operación, el Ministro de Planificación, Julio de Vido, el gobierno le hizo llegar a todos los empresarios que pueden quedar involucrados en la cuestión que eviten hablar del tema y, si no les queda otra alternativa, que nieguen sistemáticamente todo. El juez interviniente, Julián Ercolini y el fiscal, Gerardo Policita, encaminan sus pasos hacia la averiguación de los movimientos de la cuenta del fideicomiso Bandes, el Banco UBS Stamford de Nueva York. Bandes es el corazón de la operatoria: recibe los fondos pagados por Argentina a Venezuela por las compras de fuel-oil y paga a su vez las compras venezolanas de alimentos, tecnología y maquinarias agrícolas. Mientras la justicia empieza a adentrarse en el tema, el denunciante, como suele ocurrir, fue el primero en caer. El ex embajador argentino en Caracas, Eduardo Sadous, que desató al escándalo al reconocer que existían indicios de coimas del 15 al 20%, fue sumariado por orden del canciller Jorge Taiana. Hay dos alternativas, que sumariado y todo le permitan permanecer en su despacho de la Dirección de Exportación de Exportaciones o que sea suspendido preventivamente y enviado a su casa a esperar que lo exoneren. Judicialmente, si Sadous encubrió el delito durante varios años, también lo habrían hecho el ex canciller Rafael Bielsa y su sucesor Jorge Taiana, que estaban al tanto del tema.

El sumario a Sadous, como la ola de escraches en la Feria del Libro, la agresión a Daniel Vila y familia en Quilmes y las intimidaciones a periodistas, tienen por objetivo paralizar la reacción de la sociedad. En el caso de la Cancillería, habría temor en Olivos por la aparición de nuevos Sadous que ratifiquen y amplíen las denuncias.

Más que indicios

Ocho ex secretarios de energía de la Nación le exigirían en los próximos días al Secretario de Energía, Daniel Cameron, que informe a la opinión pública sobre los precios a los que se compró fuel oil a Venezuela desde el 2005 hasta la fecha. Sólo en el 2007 estas compras habrían alcanzado los U$S 1500 millones. De comprobarse las coimas del 15%, estaríamos hablando de U$S 150 millones. Las compras de fuel oil son la base de la UTE chavista-kirchnerista.

Pero la investigación de Ercolini podría encontrar un aporte inesperado. A mediados del 2005, al poco tiempo de firmarse los acuerdos bilaterales que dieron nacimiento al fideicomiso Bandes, Apache, una empresa norteamericana fabricante de ascensores con presencia en numerosos países, habría iniciado una denuncia en la Defensoría del Pueblo de la Nación, en ese entonces dirigida por Eduardo Mondino. La presentación cuestionaba uno de los primeros convenios que se firmó con Venezuela, el de los ascensores. Se firmó una carta de intención con el Ministerio de Industria Ligera y Comercio de Venezuela, con pautas para la radicación en seis meses de una planta industrial integral de ascensores. Se trató de una inversión de entre 15 millones y 30 millones en un plazo de cinco años. "Generará alrededor de 700 puestos de trabajo", señaló entonces José Aizpum, presidente de Ascensores Servas. Un segundo acuerdo incluye la provisión de ascensores desde Argentina para los Ministerios de Defensa y Salud venezolano, a fin de suplir carencias en edificios públicos y hospitales. Aizpum y Servas integran hoy la lista de investigados por Ercolini. En su denuncia, los directivos de Apache habrían cuestionado que el gobierno seleccionara arbitrariamente una empresa para el enorme negocio, sin darle oportunidad alguna de participar a aquella o a otras fábricas de ascensores radicadas en la Argentina. El expediente de la Defensoría contaría con siete cuerpos y en el mismo habría pruebas de la existencia de sobornos. Pero el expediente nunca llegó a la justicia criminal. Después que Mondino dejó el cargo, su sucesor, Anselmo Sella, dejó las cosas como estaban y Apache tampoco quiso seguir adelante. Pero ahora, la investigación de Mondino podría terminar a la brevedad en el juzgado de Ercolini.

Centralización y valijas

La estrategia oficial pasaría por minimizar las denuncias y luego admitir que, si hubo coimas, se habría tratado de casos aislados y fuera de control. A la inversa, la hipótesis que predomina en sectores de la oposición es que se trató de una operatoria absolutamente centralizada. Según esta postura, ninguna empresa podía vender en Venezuela si antes no pasaba por la caja. En fuentes judiciales de Miami, donde se investiga el valijagate de Guido Antonini Wilson, trascendió a su vez que los U$S 800.000 de la famosa valija serían sólo parte de una serie de diez valijas, cada una con un cargamento cercano al millón de dólares. Todas ellas tendrían relación -según esta versión- con la contabilidad de las coimas.

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