La pérdida de la inocencia y la humanidad

Hace poco vi la película "Johnny Mad Dog" que refleja el drama de los niños soldado.



El protagonista se hacía llamar Johnny “perro rabioso” y junto a un pequeño grupo de compañeros de armas y su pequeño comando asesina y arrebata la vida de quien se ponga enfrente de sus deseos.



Robar, matar e ir en contra de todos como si se tratase de perros en una de las tantas matanzas étnicas sucedidas en África. Jugar a la guerra es imposible, el drama despierta al tomar las armas y ni siquiera el pobre Johnny Mad Dog escapa de ello.



La película "Johnny Mad Dog", de Jean-Stéphane Sauvaire, cuenta la historia de los niños soldado de Liberia, la misma que vivió Edwin Tholley en Sierra Leona en quien se inspiró el director y en la que se ha visto reflejado al enfrentarse por primera vez como espectador a esa parte de su vida que ha logrado dejar atrás.



La muestra fue en San Sebastián, en la cuarta jornada del VII Festival de Cine y Derechos Humanos donde Edwin, uno de los cuatro ex niños soldados que estudian en Almería becados por la ONG Todos Son Inocentes, ha asistido a un pase privado de este filme, tras cuya proyección hubo un debate en el que él fue uno de los participantes.



"Johnny Mad Dog" entra de lleno en la guerra, en batallas protagonizadas por niños soldados que actúan con una despiadada frialdad y no dudan en apretar el gatillo para sumar una víctima más a su lista de asesinatos.



Este filme, una coproducción de Francia, Liberia y Bélgica, premiado en Cannes, Deauville (Francia), Moscú y Hamburgo (Alemania), no se detiene sin embargo en el proceso de preparación que reciben, a base de drogas, miedo o amenazas, que acaban haciendo de estos niños autómatas con un sistema de valores inhumano.



Sí se muestra en ella su experiencia iniciática, en este caso la de matar a su propio padre a los pocos instantes de ser captado en su aldea por un ejército cuyo objetivo es matar indiscriminadamente con la excusa de hacerlo en defensa del país.



En las imágenes de estos críos se ha visto Edwin, a sus aun pequeños quince años que como el Johnny "perro rabioso" que da título a la película estuvo al mando de un pelotón de quince niños, que le obedecían por haber sido ascendido al grado de sargento.

Edwin fue secuestrado cuando tenía 8 años por el Frente Revolucionario Unido de Sierra Leona y estuvo 4 inmerso en ese drama de la guerra hasta que un día reunió a sus compañeros y encabezó una fuga de once niños.



La intervención del misionero Chema Caballero, al frente del centro de reinserción de niños soldado Saint Michael, posibilitó su salida del infierno. Han pasado diez años y ahora en Almería cursa estudios de grado superior, "análisis clínicos", precisa.



Edwin, que tiene en la música y los paseos por la playa sus principales aficiones, se ha sentido "raro" y no demasiado "bien" al ver la película, pero desde luego no se siente culpable de lo que hizo en aquellos momentos; la descarga de la culpa la hizo en el proceso de vuelta a la normalidad.



"En todo ese tiempo no hubo momentos felices. Estábamos todo el día de marcha, combatiendo y sin tiempo a descansar", ha asegurado a un reducido grupo de periodistas el propio Edwin, que ha venido acompañado a la capital guipuzcoana por Miguel Serrano, responsable de Todos Son Inocentes.



Serrano ha explicado que este ex niño soldado vive en Almería desde hace dos años y medio y volverá a Sierra Leona dentro de dieciocho meses, pues la idea de esta ONG es que "quienes estaban destinados a morir sean los encargados de regenerar su país".



"Los ex niños soldados no son juguetes rotos, pero sí un gran problema que hemos fabricado nosotros. Muchos de ellos están ahora en las calles desocupados y si llega algún loco y los capta podrían volver a matar.



Y el drama de las niñas soldado, que no importan nada, es mucho mayor, porque además ellas fueron utilizadas como esclavas sexuales, y para muchas la única salida es la prostitución", ha señalado.



"Las niñas soldado son reclutadas, al igual que los niños soldados, tanto de forma voluntaria como a la fuerza", ha explicado Escorial. "Luchan en el frente, cocinan, limpian en los campamentos, espían, saquean, llevan a cabo misiones suicidas y hacen incursiones en campos minados como detectores humanos.



Además de esto, muchas niñas sirven como esclavas sexuales a los comandantes y sufren todo tipo de abusos", ha denunciado.


Las que padecen violencia sexual quedan expuestas a contraer enfermedades de transmisión sexual como el sida y a quedarse embarazadas. En algunos casos son obligadas a tomar anticonceptivos desde los 12 años.



En muchas ocasiones, las comunidades rechazan a las niñas que regresan a casa después del conflicto, lo que se agrava cuando vuelven embarazadas o con bebes.



Serrano ha destacado que el amor es lo que ayuda a estos adolescentes a mantener alejados los recuerdos de sus peores vivencias, y también "dejarles muy claro que ellos no han sido nada más que instrumentos usados cobardemente para matar".




La nueva arma de Venezuela: las 'guerrillas comunicacionales' de Chávez



La guerrilla de la comunicación es el intento de provocar efectos subversivos mediante intervenciones en el proceso de comunicación.



Este lunes, a 79 jóvenes venezolanos de entre 13 y 17 años los hicieron jurar su lealtad a los "comandos juveniles de guerrilla comunicacional" creados por el Gobierno de Hugo Chávez.



La oposición venezolana ha rechazado estas guerrillas creadas para difundir mensajes favorables al gobierno de Chávez en su inicio y ha pedido detener el proyecto que fue activado por la nueva ministra de Información, Tania Díaz.



"Vamos a dar inicio a la digna operación Trueno comunicacional", dijo Tania Díaz, al comunicarse por radio con uno de los comandos, que señaló que la estrategia de los "guerrilleros comunicacionales" se basará en "comunicar, movilizar y organizar" en una primera etapa.



Según la jefa de Gobierno de Caracas, Jacqueline Faría, el objetivo del mecanismo es contrarrestar el gran poder de los medios privados, por lo que el Gobierno decidió ir a los "semilleros" a educar a los estudiantes en este aspecto en escuelas de educación primaria y secundaria.



Dijo que las actividades en los "comandos de guerrilla" estarán fuera de los programas de evaluación en las escuelas y que como trabajo extracurricular permitirá que los estudiantes acumulen cuatro horas semanales en las que recibirán entrenamiento en video, televisión, radio y producción de contenidos sonoros.



Además, recibirán clases en comunicación visual, multimedia y periodismo popular, así como educación para la percepción crítica de mensajes, precisó DPA.



Por su parte, el ministro de Educación, Héctor Navarro ha declarado en el canal oficial 'Venezolana de televisión' que se escogió el nombre de 'guerrilla' por la "movilidad, la autonomía y la versatilidad" que tiene la palabra. A la vez, recalcó que los "disparos" de esa guerrilla comunicacional seran "ideológicos".



"Los disparos de la guerrilla comunicacional juramentada este lunes serán absolutamente ideológicos, de respuesta a las campañas mediáticas de la oposición. Se espera que los disparos que se produzcan con esa guerrilla comunicacional sean absolutamente ideológicos, de ideas, propaganda, de respuesta a campañas malintencionadas que utilizan los grandes medios", aseguró.



Marcelino Bisbal, comunicólogo y director del postgrado de Comunicación de la UCAB, plantea que la creación de guerrillas comunicacionales por parte del Gobierno no es sólo para "adoctrinar e impartir miedo en la sociedad venezolana", sino para "cerrar espacios de libertad, de democracia que aún quedan en el país".



Por su parte, el portavoz de la Mesa de Unidad, la coalición de partidos opositores, José Luis Faría, ha señalado que las 'guerrillas comunicacionales' violan las leyes y la propia Ley de Educación vigente que redactó el gobierno y que entraña un proceso de producción de violencia "simbólica y real cuando se les denomina guerrilla".




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