martes, 27 de abril de 2010

UNASUR Y KIRCHNER


¿CÓMO HARÁ EL EX PRESIDENTE PARA CONTROLAR TODO DESDE EL EXTERIOR?

Complicaciones para Kirchner en la UNASUR


Por Carlos Tórtora

La instalación de Néstor Kirchner como Secretario General de la UNASUR no parece ser un operativo sencillo ni mucho menos transparente. Si bien todo indica que aquél cuenta sobre doce países miembros con los votos de Venezuela, Ecuador, Surinam, Guyana, Bolivia y Chile, tanto Colombia como Paraguay son remisos. El problema que detectó la Cancillería Argentina en los últimos días es que Brasil y Uruguay podrían también tener otros planes. Por ejemplo, esperar que Lula deje la presidencia para ocupar entonces el mismo cargo que quiere Kirchner. La falta de consenso podría minar la candidatura de aquél. De ser así, la operación K podría terminar en un papelón, dada la difusión que ya tuvo. Es que, en realidad, no hay mayor apuro para designar al Secretario General, porque la UNASUR todavía no existe jurídicamente. El artículo 26 del Tratado dice que “el presente tratado constitutivo de la UNASUR entrará en vigor 30 días después de la fecha de recepción del noveno instrumento de ratificación”. Sólo cuatro sobre doce estados firmantes (Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam) ratificaron el tratado, que, por lo tanto, no puede entrar en vigencia. Los grandes países de la región, Brasil y Colombia, no parecen estar urgidos. Tampoco el gobierno argentino, que pretende colocar al Secretario General, parece tener apuro en ratificar el tratado, que podría encontrar más de una resistencia en un Congreso con mayoría opositora.

De producirse una crisis entre los regímenes chavistas y los no chavistas, la UNASUR podría entrar en la zona de los abortos y desaparecer como pasó con otros proyectos del realismo mágico latinoamericano.

Una operación no bien vista

El caso es que el ruidoso despliegue de Kirchner para convertirse en el funcionario estrella de la UNASUR no sería bien visto en Brasilia y menos todavía en Bogotá. En Olivos ya se habla de que habría que trasladar la Secretaría General a Buenos Aires, para que Kirchner no vea dificultada su agenda política. Pero se olvidan de que el artículo 10 del Tratado dice que la Secretaría General tiene su sede en Quito, así que habría que reformarlo para darle el gusto al ex presidente.

En cuanto a sus funciones, el mismo artículo 10 dice que son exclusivas, no pudiendo recibir instrucciones de ningún gobierno. Obviamente, esto conduce a la renuncia de Kirchner a su banca de diputado ñoqui. Pero en medios de la diplomacia latinoamericana siguen las dudas. Kirchner es presidente del mayor partido político de Argentina. ¿Se convertirá la sede de la UNASUR en una gran unidad básica? ¿Son compatibles estas funciones? Algunos ya imaginan los charters a Quito transportando a Kunkel, D’Elía, etc. Otros señalan que el plan de Kirchner puede terminar siendo inviable, porque no sólo sería conflictivo dentro de la UNASUR sino que le haría perder algo que para él es una obsesión: el control directo de todo y de todos. Una forma de practicar el poder que no es delegable y que sólo se puede mantener con una presencia insomne, sin delegados ni representantes.

No hay comentarios: