lunes, 7 de febrero de 2011
LA MANO EN LA LATA
Como quien mete la mano en una lata, así el gobierno saca dinero de la Administración Nacional de Seguridad Social. La ANSeS no es una máquina mágica que genera riquezas. La ANSeS se alimenta de los aportes jubilatorios que hacen empleados y empleadores en pos de la jubilación de los primeros. Es decir que el dinero que recauda el organismo debe volver a salir en pagos de jubilaciones y pensiones, pero…
Pero mientras usted espera su edad jubilatoria y llegada ésta que se concrete el trámite, el estado lo usa para financiar sus gastos que cada vez son mayores.
Mueve mucho dinero esta administración, mas bien, lo recauda. En otra época la cantidad era menor porque existía otro fondo, el de las jubilaciones y pensiones privadas, que administraban las AFJP. Liquidar a estas, en 2008, fue el primer paso para juntar la torta. De allí en más sólo ha sido entrar a saco por dichos fondos.
La versión oficial es otra. El estado los está tomando a préstamo, fija los intereses que debe pagar… y se lleva los dineros de los contribuyentes. Así todos querríamos, porque lo que promete pagarle a esta Administración Nacional de Seguridad Social, es un interés entre el 4,5 y el 5% anual, cuando la inflación reconocida por el INDEC está en el 10% y la que Guillermo Moreno se empeña en impedir que se conozca oscila entre el 25 y el 30%.
Así, en el mejor de los casos, estaría pagando la mitad de la inflación. Algo solventado por todos los que aportan o aportaron al sistema jubilatorio. Este desfalco de los fondos jubilatorios parece haberse hecho costumbre.
Es que el gobierno necesita financiar el ritmo de crecimiento del gasto público que, este año de elecciones presidenciales, superará en un 40 o 45% al anterior. El veto al 82 % móvil llegó antes de que aparezca la cara menos decente del problema: la utilización discrecional de los fondos previsionales. La Presidente utiliza la caja de la ANSeS de manera irresponsable para emprendimientos de dudosa rentabilidad. En consecuencia, al vetar el 82% móvil, el matrimonio de entonces puso a salvo la principal herramienta financiera en su lucha por perpetuarse en el poder.
Ahora, en una semana, el Gobierno volvió a financiarse con la plata de los jubilados, por un monto de más de 1600 millones de dólares.
Tres letras colocadas al fondo de garantía del sistema jubilatorio que gestiona la Administración Nacional de la Seguridad Social fueron la contrapartida de lo que se llevaron. Esta es la repetida estrategia oficial para acceder a fondos que le permitan cumplir con sus obligaciones financieras.
Mientras tanto la ANSeS apela cada vez más para no pagar el ajuste a los jubilados. Ya tiene 450.000 demandas judiciales que pretende no poner al día. Todo un ejemplo de seguridad social.
Todo apunta a que iremos de mal en peor. El gobierno quiere mantener su modelo de subsidiar la miseria en lugar de incorporar un modelo generador. Seguramente se irá haciendo todo más difícil a la hora de jubilarse, a menos que la jubilación sea de privilegio.
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