domingo, 6 de febrero de 2011

QUE LE PASA AL GOLPO MONTO ?


QUÉ LE PASA AL CANCILLER?
“De tumbo en tumbo,
Se pierde el rumbo”. Alberto Cortez*
Por Malú Kikuchi



El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, de la República Argentina, nace con la Constitución Nacional en 1853. A lo largo de los años, la cancillería ha contado con ministros prestigiosos, dentro y fuera del país. No siempre.

Hubo cancilleres memorables, cancilleres promedio y algunos decididamente olvidables.

El Ministerio de Relaciones Exteriores, fue prestigiado por hombres como Luis María Drago, 1902/1903, canciller durante la 2ª presidencia de Roca, el de “America para el mundo”, conocida internacionalmente como la Doctrina Drago.

Fue canciller argentino Carlos Saavedra Lamas, 1933/1938, presidencia de Justo y obtuvo el Premio Nóbel de la Paz por su extraordinario trabajo durante la Guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay.

Fue canciller argentino Miguel Ángel Zavala Ortiz, durante el gobierno de Illia y consiguió habilitar vuelos semanales desde el país hacia Puerto Argentino; obtuvo que una maestra argentina enseñara castellano a los isleños, y puso, por primera vez en 150 años, las Malvinas a nuestro alcance.

Hubo otros muchos que honraron la cancillería. Hubo otros que no la honraron. Algunos, hasta la deshonran. Hoy el ministro de relaciones exteriores de Argentina, es Héctor Marcos Timerman.

¿Qué le pasa al canciller? En 1995, el entonces presidente de EEUU, Bill Clinton, creó la *ILEA para “combatir el tráfico de drogas, la criminalidad y el terrorismo internacional, por medio de la cooperación mundial”. Hay una academia en Budapest desde 1995, en Bangkok 1999, en Botswana 2001, Nuevo México (EEUU) 2001 y en El Salvador desde el 2005.

Treinta países de América, entre los cuales Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y…Argentina, han enviado agentes para ser entrenados. Lo han hecho la policía Metropolitana de Macri, la bonaerense y la Federal. Además de la mayoría de los países del mundo occidental.

El canciller Timerman, a través de Twitter, acusó a Macri de enviar a “sus” policías a estudiar en una agencia “que comprende cursos de tortura” y “técnicas golpistas”. Agregó, “Macri debe aclarar si la policía vecinal tiene competencia sobre terrorismo”. Debería tenerla, la ciudad de Buenos Aires sufrió los 2 peores atentados terroristas de Latino América.

Además de insultar gratuitamente a los EEU, que se suponía país amigo (¿o como no viene Obama ya no lo es? y ¿recordará el canciller que tuvo la nacionalidad estadounidense hasta que la renunció para ser cónsul argentino en Nueva York?), con sólo un Twitter quedó mal con la mayoría de los países latinoamericanos, que se suponía eran amigos.

A partir de una información errónea, mentirosa y mal intencionada, hay que reconocerle al canciller, que como logro ANTI diplomático, ha sido único y esperemos que irrepetible. Rodríguez Larreta, dijo que Timerman “no está en condiciones profesionales ni anímicas de ejercer el cargo de canciller” y agregó, “va generar problemas internacionales”.

¿Qué le pasa al canciller? Antes de devenir en diplomático, Timerman ejercía la profesión de periodista. Todo periodista DEBE comprobar la información antes de hacerla pública, por los menos con 2 fuentes diferentes, de ser posible con 3. Si no lo hace, pierde credibilidad.

Suponemos que con los ministros sucede lo mismo. No pueden hablar de oídas, basándose en lo que les cuenta alguien y decir barbaridades, que además, no son ciertas. Menos, si están representando a una nación.

Si lo hacen, pierden credibilidad. En el caso de un ministro, es grave. Si el ministro en cuestión debe tratar con los demás países, la gravedad del hecho aumenta proporcionalmente a los países afectados.

Si un periodista no es creíble, la gente deja de leerlo o escucharlo por los medios audiovisuales y lo más probable es que en su lugar de trabajo, después de pedirle explicaciones, lo echen. Cuando un canciller deja de ser creíble al inventar disparates, ¿qué se hace?

Aseguran en cancillería, imposible obtener detalles sobre la verosimilitud de la noticia, que se ha privatizado el correo diplomático de la nación, CODIP para los entendidos. Desde siempre, el correo diplomático ha sido considerado como algo casi sagrado.

De él dependen los secretos frívolos, importantísimos o de rutina, que hacen a la política exterior de la nación. Todos visualizamos la figura del correo aferrado a su maletín, con la confianza absoluta que se está haciendo cargo de transportarlo, entregarlo en mano a quien está dirigido y controlando que el contenido no haya sido tergiversado. Una persona, un pasaje, una estadía corta, un costo bajo para el país.

Hasta los que creemos fervientemente que el estado sólo debe ocuparse de aquello que no puede ni debe ser ejercido por privados, nos negamos a creer que los secretos de Argentina hayan podido ser privatizados. Y menos por un canciller que responde a políticas estatizantes como las del gobierno actual.

Desde cancillería, algunos afirman que el CODIP está en manos de TNT Express, empresa de transporte estadounidense, no se asuste, no es trinitrotolueno, no va a explotar, tampoco le pertenece a Ted Turner Televisión, es simplemente una empresa de correos extranjera.

Otros, desde cancillería, dicen que el CODIP está en manos de ARGENMOVE-Argentina Internacional, Movins SRL, situada en Suipacha 612, 3º “E”, CP Ci008 AAN, Tel: 4325 0500 y fax: 4325 4364. Dicen que pudiera ser una filial argentina de TNT. Dicen. Nada es seguro.

También dicen que la privatización, sobre esto no discuten, se hizo sin licitación previa. Algunos aseguran que el canciller no está enterado de lo que sucede. ¿Será posible? Si no sabe lo que pase en su área, ¡grave! Si lo sabe y lo permite, ¡grave! ¿Qué le pasa al canciller?

El canciller, que debe cuidar las relaciones de Argentina con los demás países, no lo hace. ¿Por qué? ¿No sabe, no quiere o no puede? Sea cual fuera la razón, es peligrosa para el país.

“De tumbo en tumbo, se pierde el rumbo”, dice la canción de Alberto Cortez. Pareciera que el canciller ha perdido el rumbo, de tanto andar a los tumbos. El problema es que con él, ante el resto del mundo, perdemos el rumbo los argentinos y la nación.


*“Canción de amor para mi patria”, Alberto Cortez.
*“ ILEA: International Law Enforcemente Academy.

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