martes, 3 de julio de 2007

LADY MACBETH ( LA CRISTINA)

Confirmada la candidatura presidencial de Cristina Kirchner, empezamos a preguntarnos quién es esta postulante. Hace cuatro años que no concede entrevistas, ni siquiera las dio cuando hizo su campaña para senadora bonaerense, de modo tal que se hace difícil conocer su pensamiento, máxime cuando no ha escrito libros que conozcamos y ni siquiera artículos periodísticos que permitan revelar su cosmovisión. En realidad, esta austeridad locutoria no es pareja cuando tiene oportunidad de hablar unilateralmente, es decir sin posibilidad de réplica. Brillante fue su defensa del proyecto de ley de modificación del Consejo de la Magistratura, a principios de 2006, aunque sea una lástima que esa capacidad haya sido puesta en tal ocasión al servicio de una causa claramente antirepublicana.

También fue muy interesante su participación en un Congreso de mujeres peronistas, en el que tuvo algunos cruces desopilantes con Chiche Duhalde.

Es muy recordada también su participación en una sesión del Congreso en la que hizo llevar a un diputado con el avión de la gobernación de Santa Cruz para conseguir un triunfo legislativo, lo que también motivo las críticas de quienes consideraron que implicaba cierta confusión entre lo público y lo partidario. Pareja confusión pareció anidar en la anotación de un sitio de Internet personal en el que utilizó siglas reservadas a organismos oficiales.

Sabido es su gusto por los atuendos fastuosos, a tal punto que en uno de los viajes que realizó a Estados Unidos el diario La Nación realizó una galería de fotos muy rica, que revelaba la existencia de un vestuario tan excepcional en calidad como en variedad. Esa astucia en el vestir, que complementa con el uso de joyas tales como su ya mítico reloj Rólex, valuado en veinte mil dólares, no son los únicos elementos que la emparientan a la otra gran dama del peronismo, Evita, pues resulta más que evidente que las resonancias de los discursos y las entonaciones de las frases guardan una milagrosa similitud. Tal es el parecido de los giros y modulaciones que algunos maliciosos han llegado a porfiar que Evita intentaba imitar a la senadora. Lo que es evidente, por ahora, es que con el renunciamiento Eva Perón falló en su tentativa de imitación. Sabemos también que es muy afecta a los maquillajes y a las extensiones capilares, lo que se revela como la fase más frívola de su cosmogonía. Hemos visto sus fotos de jovencita, en blanco y negro como correspondía a los poco gloriosos '70, y su belleza era tan deslumbrante que nos lleva a preguntarnos cómo habrá hecho Néstor para conquistarla. De aquellas épocas platenses, la recuerda bastante bien el profesor de Derecho Penal Don Guillermo Ouviña, persona inmaculada con quien cursara la materia, lo que me permite confirmar que al menos su paso por la facultad existió, lo cual no es poco en estas épocas de licenciados e ingenieros apócrifos, aun cuando circulen rumores entre duhaldistas lenguaraces que pretenden impugnar su condición de letrada. Y como abogada justamente, en el sur remoto y enriquecedor, parece haberse dedicado con esmero a las tareas más prácticas de la oficina especializada en juicios hipotecarios que también compartía con su consorte.

Otro rasgo saliente es su propensión a visitar ferias y actos culturales, en los que su cónyuge ha tenido inasistencia perfecta. La Feria del Libro, ArteBA o las reuniones de la UNESCO en Villa Ocampo cuentan siempre con su presencia, que pone calor -y un toque fashion y careta, hay que decirlo- en el nido. No está claro si es una buena lectora y, en tal caso, de qué géneros. Su pasión por los géneros textiles, en todo caso, no la inhabilita como intelectual, aun cuando las pruebas sucesivas para tantos vestidos extraordinarios demanden un tiempo precioso que debe de quitar a la instrucción. En todo caso, lo objetivo es que asiste a reuniones culturales, quizás porque le interesa el tema, quizás porque es sensible, o quizás porque alguien tiene que representar al Presidente. Siendo indulgentes podríamos pensar que no ha despejado la incógnita para plantear un acertijo al lector inquieto.

No sabemos mucho más sobre su pensamiento. Algunos dicen que es mucho más inflexible que Néstor. Otros afirman que es más centrista y que su Ministro de Economía sería Mario Blejer, quien actualmente se desempeña en una entidad inglesa. Aunque el hecho de que el ex Montonero y actual diputado Carlos Kunkel haya sido uno de sus fervorosos adeptos parece ir en dirección contraria. La dama es una verdadera incógnita, máxime porque jamás ha ocupado cargos ejecutivos, lo que indicaría cierta falta de experiencia, inquietud que recientemente le planteara un movilero comedido e indiscreto en una provincia norteña, ante lo cual ella dio una respuesta que deja en pie la totalidad de las dudas: "Y a vos, ¿qué te parece?". También es una incógnita si podrá ganar. Las encuestas exhiben su candidatura en una situación un poco comprometida, pero todos sospechan que Scioli la apuntalará con un gran éxito en la provincia. Descontamos que esta vez hará una campaña otorgando entrevistas al periodismo, que es el procedimiento previsiblemente republicano y democrático; en tal caso, los votantes tendrán ocasión de saber algo más sobre la elusiva dama que parece pensar el país como un bien ganancial. Por ahora, votarla sería como votar esos regalos sorpresa dentro de los cuales puede haber cualquier cosa, aunque el famoso dicho que alude a las compañías (malas o buenas) nos podría ayudar a saber quién es.

El problema que enfrentamos los argentinos es que aún no está claro quién será su contrincante. Y hay una perspectiva aún más curiosa: si su acompañante en la fórmula es el "radical K" Cobos, ante un posible traspié electoral en las legislativas del 2009, ¿no corremos el peligro de que otro radical -y encima K- se instale en las oficinas de la calle Balcarce 50?

Marcelo Gioffré

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