AMOR.................

EL DISCURSO DE AMOR A LOS POBRES
(Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse) (28/8/08)


Cualquiera puede ver y oír a la Jefa de Estado en sus últimos 25 discursos enviando un mensaje conmovedor, exclusivamente dirigido a los pobres y a los excluidos sociales, diciéndoles directamente a ellos que su principal objetivo es darles una oportunidad en la vida.

Lucio Septimio Severo le arrebató el trono de Roma a Didio Juliano en el año 193 d.c. En verdad, este último era un empresario corrupto que había comprado en una subasta el trono de Pertinax cuando este cayó.
Es una parte de la enorme decadencia romana que se conoce bastante poco.

Obviamente, Didio Juliano, fue degollado en público con apoyo del Senado.

Septimio Severo asumió y gobernó Roma 18 años, desde el 193 hasta el 211.
Gran canalla y mentiroso serial, puso en marcha el famoso “lagrimero”.

Juntaba en una plaza a los pobres y a los mendigos y decía unos discursos inentendibles con gesto plañidero. En algún momento hacía una especie de contorsión y lloraba delante de todos. Alguien le alcanzaba un lagrimero y allí juntaba las llamadas “gotas de su dolor” para conservar así su tristeza plasmada en ese pequeño recipiente.

Ella, últimamente, hace más o menos lo mismo. Le falta sólo el lagrimero.

Con independencia de la demagogia absolutamente rudimentaria que emplea para su prédica y con independencia de la completa falsedad de ese mal expresado sentimiento, vale la pena detenerse a analizar, el modo, las formas y también los contenidos de ese discurso, dirigido a unas concurrencias circunstanciales amontonadas por punteros de barrio, frente a sus atriles.

El principal motivo del actual influjo del Gobierno sobre el conjunto de la sociedad ha venido siendo más bien, por desgracia, su propagandística presencia en los medios de comunicación, a todas luces abusiva.

Pero como síntoma principal de un régimen que se derrumba, se oye primero un paradójico silencio sonoro de los pájaros y una progresiva desbandada de toda la fauna, que incluye alimañas e insectos subterráneos.

Aquellos diarios y aquellas radios, antes prohijadas, empiezan a pegarle

Y comienza a retirarse la connivencia de la docilidad de aquella prensa adicta que los arreglaba para aparecer todos los días, con justificación ó sin ella.
Eso, a lo largo de cinco años, terminó hartando a la gente, marcándola, y en tiempos tan miméticos como los presentes, acabó por revelarles un estilo.

Después de eso, tal como ahora ocurre… viene el llanto y las promesas a los pobres para juntar masa crítica hasta de abajo de las baldosas.

En lo que respecta a la presidente que tenemos, resulta más obvio que con ninguno anterior que, cualquier impronta de paciencia social no es debida a que la población la perciba como verdaderamente representativa por haber salido de las urnas, pues ella ha sido la primera en dejar bien claro que hubo una mayoría del país le votó en contra.
Sabe bien que ella es sólo gobernante de sus propios votantes, partidarios, acólitos, aduladores, jaleadores, hinchas y siervos.

La imagen positiva nunca se traslada directamente a la intención de voto y eso lo sabe todo el mundo. Ni cuando es alta, como lo era antes, ni cuando es baja, como lo es ahora. Se sienten en una emergencia plena.

La maniobra de la demagogia y del discurso repiqueteado hacia los pobres ha resultado entonces la respuesta a un escenario de emergencia en el que parece que ya quedan muy pocas esperanzas para el oficialismo en el próximo acto eleccionario legislativo de 2009.

Hay un solo índice, que es tan falso como los demás, pero que revela que, ni siquiera mintiéndolo, puede taparse el fracaso subyacente.

Es el índice de pobreza e indigencia, que ha crecido en los últimos diez meses según lo reconocen los números del propio INDEC oficialista.

Como la cantidad de pobres e indigentes ya es una cifra escalofriante, las cuentas son entonces de una simpleza infantil :


Si apelando a la sensibilidad de esos pobres, se consigue su adhesión, entonces muchos de ellos, casi la mitad del país, podría llegar a renovarle la confianza a ella o cualquier miembro de su familia.
En este país siempre han ocurrido este tipo de infamias. Nada es nuevo

Ambos han decidido insistir con el asunto del llanto.
Una especie de marketing de última ratio

Vale recordar aquí los últimos discursos del presidente de facto cuando expresaba sin ningún sonrojo : “me emociono y se me caen las lágrimas hasta la escarapela”

Ha ido desapareciendo el grado de desprecio con que trataba a cuantos no lo aplaudían y le decían “sí” a todo. Ahora trata de sonreírles sin excepción.

El último fin de semana, ella tuvo otro ataque de histeria cuando leyó las editoriales principales refiriéndose claramente a que, su campaña, fue financiada en forma inequívoca por dinero que venía desde el contrabando, con un destino claro de cohecho, de la mano de Antonini Wilson o de traficantes de la empresa Sea Camp, del joven Sebastián Forza, muerto de catorce balazos en un baldío.

Los 800.000 de Antonini, los 200.000 de Forza, los 160.000 de Unifarma y los 900.000 de varias droguerías vinculadas a este grupo no son lo que podría llamarse saldos módicos de fácil explicación ante los pobres.

A ellos sin embargo, les asegura, desde el atril, un porvenir maravilloso.
Y les pide a quienes “más tienen” que sean generosos con los necesitados.

Lo hace así, una y mil veces, como gota que horada la piedra, sin ninguna otra señal que no sea el conocido gesto de contrición ortopédica que calza, y con un amague de llanto tan descafeinado como lo peor de Eurípides, tratando de esconder las manos con sus anillos.
Y el brazo adornado por un humilde rolex president , de oro.

Lic Gustavo Adolfo Bunse
gabunse@yahoo.com.ar