IDIOTAS UTILES

Idiotas utiles


“Vamos a evangelizar idiotas utiles” decia mi padre. Guardaba el Rosario en el bolsillo izquierdo del saco, algo mas pesado, menos eficaz pero mas expeditivo en el derecho, se afirmaba el sombrero y salia para la manifestacion de los zurditos.

Por Juan Carlos Sanchez

Por aquellos tiempos la pendejada abombada era reconocida como “idiotas útiles”. No tenían ni idea de que se trataba pero acompañaban, los conducían tipos y tipas vivos que cosechaban de la pavada de los bobos. Portaban carteles generalmente con la hoz y el martillo en fondo rojo, putiaban y cascoteaban milicos y generalmente terminaban en manos de mamá que les aplicaba árnica en los chichones.
Años después pintaban en las paredes “Perón Vuelve”. Habían progresado, se ideologizaron. Eran conducidos por otro tipo de vivos que los mandaban al frente para luego ser diputados o senadores y tirar al diablo la vieja esposa, la casa de pueblo, cambiar el auto y los valores del pobre por los del funcionario del oficialismo.
Conozco muchos y a uno a quien amo lo pescó el cura párroco pintando el muro de la casa parroquial. Coscorrón al alma. Termino en el seminario y siendo también cura, nunca olvidó aquellas enseñanzas juveniles y especuló la teología incorporándolas. Logró la síntesis y es un ejemplo y a la vez excepción. Pocos, contados casos entre sus compañeros de acullá mantuvieron indemnes los valores. Para decirlo de otra manera: Salvo este ejemplo y otros que los habrá, la sociedad se deprimió valóricamente por el uso de los idiotas útiles.
Ahora todo y todos han cambiado.

Ninguno -hay excepciones que confirman el aserto- de los ruidosos idiotas útiles de la posmodernidad que tiene menos de 35 años tiene la menor idea de lo que pasó por los años ’70 en la Argentina. Tampoco les interesa demasiado, están en otra cosa, no leen, no piensan, consumen TV, choripanes de barricada y Levonorgestrel después de lo que llaman “accidente” que no es nada más ni menos que la pérdida de la bombacha en una donación ideológica y generalmente satisfactoria de las pudendades al proceso histórico político en una praxis neo marxista posmoderna. Una fotografía publicada en este diario hace dos días muestra uno de esos ejemplares levantando su remera ante los jóvenes que custodiaron la catedral de Neuquén de la protesta liberadora de los participantes del XXIII Encuentro de Mujeres. No está del todo mal la flaca, le dicen “Cucha de perro” de sobrenombre, puro trapo y huesos. Es que hoy a la política se la toma muy a pecho. Para otros pasa por el trasero, entidad pública custodiada por los derechos humanos y símbolo y síntesis de la generosidad (de género).

Ayer en Tucumán jóvenes que no la vivieron (a la década del ’70) ni por la edad ni por haber vivido en Tucumán, apedrearon a Gendarmería y armaron un escándalo en peno centro en las inmediaciones de la sede del tribunal que condenó a los generales Bussi y Menéndez a otra perpetua. No los entiendo muy bien, los gendarmes estaban allí custodiando que los dos militares no se fugasen, técnicamente el lado del gobierno que condenaba, ¿por qué las piedras? ¿Por qué el escándalo? ¿Porque no les permitían el linchamiento de los condenados, de los jueces y de los busistas que estaban en la sala del juicio? ¡Así me gusta la democracia! ¡Que se pudran en la cárcel...!, Hebe dixit.
Idiotas útiles... Ya cambiarán, la juventud es la única enfermedad que se cura con el tiempo.
Son manipulados por ricos neo marxistas que no consumen más por que el partido se lo prohíbe, a lo Mercedes Sosa o León o Hebe o Bonasso. Son usados -de allí idiotas útiles- por legisladores, funcionarios, gobernantes y otras yerbas que necesitan distraer a la comunidad nacional de la corrupción, la inflación y la inoperancia del kirchnerismo. Es la moda.
Rompieron todo como en Mar del Plata cuando la contracumbre de presidentes a la que vino el compañero prestamista Hugo Chávez. La mayoría no sabe por que pero así se hacen las cosas en la Argentina del pos kirchnerismo.
Son patéticos, especímenes de una sociedad que se cae a pedazos, que no se valora a sí misma, que desprecia la vida, que descree de la familia, de la sexualidad y por cierto del amor con lo que se aparta de Dios. Una civilización de la acedia. Pobres, cosecharán su siembra. Llorarán sobre la frustración de sus hijos.
¿No advierten que están haciéndole el juego a una asociación ilícita que roba el dinero de los santacruceños, que negocia con narcotraficantes, que corrompe la sociedad, que miente, que vive de la corrupción?

¡Viejo...! ¿Dónde guardaste la manopla? El Rosario lo tengo... ¡Hay que evangelizar idiotas útiles...!


PD: Me siguen escribiendo anotándose para adquirir la nueva edición de los libros del Eduardo Ramos, el escritor, colaborador de este diario digital y preso político que está en una cárcel común no como preso común ni como preso político. (¿Cómo qué estará...?)
Estamos cerca de los números necesarios para reeditar “Los Años de Plomo” y “Los ojos de Brandon” en un solo volumen con algunos agregados y nuevo prólogo.
Si quiere leer algo bueno y sorprendente y poner nerviosos a los pingüinos, escríbame y anótese. Vale la pena, es la Patria.


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29 Ago 08


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