EL MOMENTO DE
PASAR LAS FACTURAS
Compatriotas: Ante la saludable inquietud, que de muchos de Ustedes he recibido entre ayer y este día, tengo la obligatoriedad de hacerles llegar, las señales que a su vez me despacharon otros Compatriotas, más adentrados en este objetivo de destruir a esta caterva K, que como muchos otros regímenes abominables habrá de caer un día de éstos. Mis amigos me han recomendado la utilización de un distintivo. No es una clave. Más bien una forma de identificarnos, entre los que estamos de acuerdo con el curso a seguir. Nada de lo que les propongo es una condición. La adhesión a esta forma de comunicarnos de ahora en adelante es volitiva. Deseo dejar establecido este punto con una claridad meridiana. Como casi todos, recibo y remito cientos de correos diariamente. Entre los que arriban a estos servidores, se destacan notas de color, chistes y chascarrillos bien logrados, cadenas de oración de dudoso orígen, premios de sorteos, en los que ni mi persona, ni mis colaboradores hemos participado, destacados periodísticos, propagandas de todo tipo y por sobre todo ello, muchas notas de Argentinos de Bien, desconsolados por estos niveles de impudicia oficial, que han sobrepasado, hace largo tiempo, cualquier límite de tolerancia. Lo que extraigo de estos golpeados pero enhiestos Compatriotas, al leer sus relatos es sumamente encomiable. Pero a esta altura de este concierto de iniquidades, al que HASTA HOY venimos asistiendo como simples espectadores, luego de evaluarlo con Amigos que conocen de comunicación social, muchísimo más que quien suscribe, deseamos invitarlos a implementar el tan anhelado primer movimiento. La vuelta de torque. El Principio de lo que hace más de veinte años, debimos hacer, en tiempos de la deshidratadora gestión radical. Muchas son las definiciónes axiomáticas, que se pueden extraer de esta convocatoria a la que con toda humildad, los estoy invitando. ¿Un fragote?. ¿Una conspiración? ¿Un cazabobos?. Desdeñen todo supuesto en esa dirección. El más titánico enemigo que tenemos frente a nosotros es un Coloso. No es néstor. Él será el contrincante de un segundo asalto. Antes debemos enfrentar a otro, poderoso, implacable, traicionero: EL TEMOR. Nada supera al MIEDO. Es el que nos paraliza, antes de tomar un decisorio. El que nos torna desconfiados. El medidor de nuestra prudencia. En fín, el oponente invisible que a todos lados nos acompaña. Desafortunadamente, en esta Argentina tan deshilachada, ese fantasma se ha alineado con otro, de su mismo tamaño y fiereza: LA INDIFERENCIA. Juntos son demoledores. . Casi imbatibles. Cuando se inquieten sobre el génesis de esta sincronizada multiplicació n de los sórdidos capítulos que cada uno de Nosotros, hemos atravesado en estas últimas dos décadas como habitantes de esta Patria, no hurguen demasiado. A poco de escarbar en vuestras conciencias, allí, de inmediato emergerá este monstruo de dos cabezas. He meditado bastante, antes de enviarles este correo. Porque presumo, de antemano, que muchos optarán por el recogimiento. O por la simpatía anónima. O porque temerán a las consecuencias, si esta bravata, resulta frustrada. Entiendo eso. Es bastante humano. Me he preguntado a mí mismo, si vale la pena intentar algo que tal vez no resulte como muchos lo esperamos. Sí, tuve mis propias cavilaciónes sobre el particular. Me refugié en la lectura. Los grandes procesos de la historia y sus protagonistas. Julio César, Maquiavelo, Robespierre, Bonaparte, Mussolini, Hitler, Stálin. Los releí a todos ellos. Se puede extractar de cada uno un poco.. Pero no me convencieron lo suficiente, como para extrapolarlos a este Caso Argentino. Cada tiempo y cada país con sus circunstancias. La mayoría intransferibles. Hasta que accidentalmente tomé las memorias de un sujeto que no ha sido de mi simpatía, para nada: Winston Churchill. Pero que sabía de adversidades. En un punto, sorpresivamente encuentro una frase de su autoría que sinceramente ya había olvidado: "Un pesimista encuentra un fracaso en una oportunidad. Un optimista una oportunidad en cada fracaso." Soy de la opinión que esa cita, sintetiza de alguna manera todas las tribulaciones que hasta encontrarla, tenía. Nuestro problema y la ecuación que cataliza la fórmula para la Victoria, no requiere de muchos elementos. No hacen falta atentados, ni hechos de sangre como muchos, con razón, aspiran que sea el telón de fondo de esta mascarada K. Tenemos nuestro propio frente interno. Podemos extirparlo, merced a la tecnología de la internet. Se debe preparar una convocatoria masiva y silenciosa, sin estridencias. No son necesarias. Lo requirente es graficar nuestra voluntad de lucha. Nada más se necesita. Para ello, primero hace falta despojarnos del desapego. Estas luchas epistolares con cataratas de críticas, son encomiables, pero fútiles. ¿De que nos sirve seguir apostrofándo a un gobierno vil?. ¿Satisfacer nuestra vanidad intelectual? . Pues bien, los que han escrito mucho al respecto, dénse por saciados. Debemos hacer cesar a esta dolosa administració n, con un accionar democrático. Se equivocan, quienes entienden por ésto, las próximas electorales. La democracia participativa, debe reemplazar a la representativa. Es un concepto que recogí de una de nuestras némesis más abyectas: Hebe de Bonafini. Tiene razón. Pero tenemos que demostrarle a esta doliente, devenida en empresaria de la construcción y acaudalada señora, que la participación la haremos nosotros, que en conjunto somos muchísimos más que ellos. Los actos en memoria de las víctimas de la subversión del "oficialismo" camporista, no captan más que a unos pocos cientos. Esos caídos, reclaman desde sus sepulcros que honremos sus Memorias con más dignidad que lo simbólico. Les debemos eso y mucho más que eso. Se lo adeudamos a la hijita del Capitán Viola. A Él mismo. A Paula Lambruschini. A Juan Carlos Sánchez y a la propietaria del kiosco de periódicos que pereció junto al General. A Miles de ellos. Al Capitán de Corbeta Giacchino. A los Conscriptos de Malvinas. Sus Oficiales y Suboficiales. A nuestros Aviadores, que yacen en el litoral marítimo Argentino de las Malvinas. A los que quedaron atrapados en los retorcidos hierros del Belgrano. Y a todos los policías y Gendarmes que ofrendaron sus vidas para salvar las nuestras, sus semejantes. Son demasiadas deudas impagas e IMPRESCRIPTIBLES. Bien, Damas y Caballeros, el momento de percibir esas facturas ha llegado. Esto principia Hoy. Se denomina Operación Pinzas. Consiste en el tramado de una cadena de mails. Quien no desee correr el riesgo de figurar con su identidad, puede crear una nueva casilla con uno de fantasía. Lo único que debemos procurar, es la multiplicació n de esta especie de Argentinos: Los Patriotas. Debemos ser como un virus, en busca de nuevos residentes. Pretendemos y apostamos que sea de connotación epidemiológica. No es imprescindible conectarse con nuestros correos. Pero quienes nuclean a grupos, como Moderadores, pueden contactarse con nosotros, mediante un nuevo servidor, creado a este único efecto. Evitaremos así dos cosas trascendentales: Vencer el flagelo de "correr el riesgo con nombre propio" y en la misma dirección, tronchar la excusa, tan argentina del "no te metás". Si en verdad desean participar, les estamos ofreciéndo desinteresadamente una forma de hacerlo. El objetivo liminar de lo que hoy principiamos es LA DIFUSION. Si esta arenga que les hago, reitero, con toda humildad, culmina en la "papelera de reciclaje", antes de pulsar el botón, medítenlo. Porque esta patriada es la que más se asemeja a una votación. Como si fueran Legisladores ó sufragantes en una elección. La diferencia sustantiva, es que con este voto, no se está eligiéndo a nadie en particular. Serán Ustedes mismos quienes se estarán proclamando como auténticos protagonistas de un hecho que debió acaecer hace largo tiempo. Aunemos voluntades. Los líderes surgirán de la espontaneidad. Siempre emergen así. "Basta ya de animemosnos y vayan" Cordialmente Lucio Catano (h).-
viernes, 29 de agosto de 2008
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